Un estudio longitudinal (que recolecta datos de la misma muestra en diferentes momentos para analizar cómo cambian las cosas con el tiempo) desarrollado por el programa Infantes y Salud Ambiental (ISA) del Instituto Regional de Estudios de Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional de Costa Rica en la comunidad de Matina, Limón con mujeres embarazadas y sus hijos ha permitido descubrir que aquellas madres que estuvieron más expuestas a ciertos químicos, incluyendo los plaguicidas posiblemente impactó en su salud y la de sus niños.
Así lo reveló Berna van Wendel de Joode, coordinadora del ISA en el marco del foro “Plaguicidas: impactos ecológicos y en salud pública y posibles soluciones para Costa Rica” realizado por la Academia Nacional de Ciencias (ANC) meses atrás.
La presentación de los resultados de esta investigación, así como otras del IRET-UNA dieron como resultado que la Academia Nacional de Ciencias de Costa Rica emitiera un pronunciamiento sobre el uso de plaguicidas en el país.
Fue precisamente parte de los insumos que utilizaron diversos medios internacionales como la revista italiana Millennium, el periódico británico The Guardian y el periódico argentino Infobae para publicar reportajes sobre el uso de agroquímicos en los cultivos del banano y su impacto en la salud de trabajadores, mujeres y niños que viven cerca de las plantaciones.
UNIVERSIDAD conversó con Berna van Wendel de Joode para conocer con mayor detalle los resultados de la investigación y el impacto en la comunidad de Matina.
Sobre el estudio del impacto en mujeres y niños de los plaguicidas en las comunidades estudiadas, ¿cuál es el objetivo de dicho estudio?
—Dentro del contexto del programa ISA, hemos establecido una cohorte de nacimientos en el cantón de Matina, Limón, que es un estudio longitudinal en el tiempo, para evaluar los posibles efectos de plaguicidas sobre la salud de infantes y sus madres. En el cantón de Matina se produce el banano para exportación a gran escala.
¿Cuáles son los resultados esenciales a los que llegaron con la investigación?
—Los resultados de nuestras investigaciones demuestran que el contacto con distintos plaguicidas se asocia con cambios en el funcionamiento de la tiroides en mujeres embarazadas. La tiroides es una glándula ubicada debajo de la manzana de Adán que regula la forma en que nuestro cuerpo utiliza la energía, entre otras cosas.
Por ejemplo, los resultados demostraron que el contacto con fungicidas como mancozeb y pirimetanil se asoció con menores concentraciones de la hormona libre tiroxina (FT4) —es la hormona tiroidea que se encuentra en la sangre— la cual se midió en el suero sanguíneo de estas mujeres, lo que podría ser un efecto similar al hipotiroidismo, es decir, un lento funcionamiento de la tiroides. Su buen funcionamiento también es esencial para el crecimiento fetal.
Posteriormente, en los recién nacidos, observamos que los bebés nacidos de mujeres que estuvieron en mayor contacto con el insecticida clorpirifos o el herbicida 2,4-D durante la segunda mitad el embarazo fueron más livianos y tenían una circunferencia cefálica más pequeña en comparación con recién nacidos de madres que tuvieron menos contacto con estos plaguicidas durante su embarazo.
Las mediciones se realizaron a través de muestras de orina en las mujeres embarazadas, para determinar la presencia de clorpirifos y 2,4-D en muestras urinarias de las mujeres embarazadas participantes del estudio.
¿Qué implicaciones tiene para los bebés, la presencia de estos plaguicidas en las madres?
—Estos resultados son de preocupación, ya que un inferior crecimiento fetal se ha asociado con afectaciones a la salud infantil, como, por ejemplo, un menor desarrollo cognitivo durante la infancia.
También encontramos que el contacto con mancozeb durante la segunda mitad del embarazo se asoció de forma no lineal con cambios en la circunferencia cefálica medida en los recién nacidos.
Cuando los infantes cumplieron un año, evaluamos su neurodesarrollo y encontramos que el contacto con mancozeb durante el embarazo se asoció con un inferior desarrollo socioemocional en niñas, pero no en niños.
Además, descubrimos una asociación entre el contacto con 2,4-D y pirimetanil con un inferior desarrollo lingüístico y motor; mientras que el contacto con insecticida clorpirifos se asoció con un inferior desarrollo motor, y ligeramente con un inferior desarrollo cognitivo.
También, aplicamos cuestionarios validados sobre enfermedades del sistema respiratorio, y encontramos que niños y niñas nacidos de mujeres que habían tenido un mayor contacto con el fungicida mancozeb, durante la primera mitad del embarazo, padecían más frecuentemente de infecciones respiratorias del tracto inferior durante su primer año de vida en comparación con infantes nacidos de madres con poco contacto con mancozeb.
El uso de algunos plaguicidas es prohibido en naciones europeas, ¿qué riesgos comerciales corre la industria del banano al no corregir su uso?
—Solamente una parte de los plaguicidas usados en el sector bananero ha sido prohibida en países europeos. Hasta donde es de mi conocimiento, en las fincas bananeras no se utilizan los plaguicidas prohibidos cuando exportan los bananos a la Unión Europea, sino que los reemplazan por otros plaguicidas que son permitidos.
Entre los plaguicidas prohibidos en países europeos, se encuentran, por ejemplo, el clorpirifos y el mancozeb. Otros plaguicidas, como el fungicida pirimetanil, son permitidos. En cuanto al herbicida 2,4-D, es un herbicida no usado en fincas bananeras, sino en pasto, o incluso, a veces en canchas de fútbol.
De forma general, es preocupante que en Costa Rica se permita el uso de plaguicidas prohibidos en otros países por sus impactos sobre la salud humana a corto y largo plazo, así como para el medio ambiente.
Otro detalle importante es que la aplicación de plaguicidas mediante avionetas es prohibida en países de la Unión Europea, por generar deriva hacia las comunidades cercanas al medio ambiente.
En Costa Rica, recientemente, se ha empezado a usar drones para la aplicación de plaguicidas y aunque se espera que esta técnica genere menos deriva, se requiere evaluar la exposición generada por este tipo de aplicaciones mediante estudios científicos, realizados en situaciones reales y publicar los resultados en revistas científicas con un proceso de revisión por pares.
No obstante, en el país se sigue usando tanto avionetas como helicópteros para la aplicación de plaguicidas por vía aérea.
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Reportajes destacan con testimonios y resultados de una investigación realizada por el Instituto Regional de Estudios de Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional sobre exposición a pesticidas y el impacto en la salud de mujeres y niños que habitan cerca de plantaciones.
Plaguicidas en el cuerpo
De acuerdo con el programa Infantes y Salud Ambiental (ISA) del Instituto Regional de Estudios de Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional de Costa Rica, un estudio desarrollado en mujeres embarazadas y en sus hijos luego de nacer permitió detectar, a través de muestras de orina y suero sanguíneo, mediante biomarcadores, la presencia de plaguicidas en sus organismos:
Grupo | Metabolitos del plaguicida | Uso | Detectado en |
Fungicidas | Mancozeb | Aplicación aérea en cultivo de banano y uso terrestre en otros cultivos | Orina |
Pirimetanil | Aplicación aérea en cultivo de banano y uso terrestre en otros cultivos | Orina | |
Clorotalonil | Prohibido en Costa Rica, ya no se usa. Anteriormente aplicado en banano por fumigación aérea y terrestre en otros cultivos | Suero sanguíneo | |
Tiabendazol | Empacadora | Orina | |
Insecticidas | Clorpirifos | Bolsas tratadas con insecticidas en fincas bananeras. Se ha reemplazado parcialmente su uso por otros insecticidas | Orina |
Piretroides que se transforman en 3-PBA | Control de Aedes aegypti (zancudos) y uso casero | Orina | |
Piretroides que se transforman en 3-PBA | Control de Aedes aegypti (zancudos) y uso casero | Orina | |
Herbicidas | 2,4D | Pasto, a veces en canchas de futbol, otros cultivos | Orina |
Fuente: Programa Infantes y Salud Ambiental (ISA) del Instituto Regional de Estudios de Sustancias Tóxicas (IRET).