La Asociación de Estudiantes de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR) solicitó a la Asamblea de la Facultad que se investigue si hubo “errores” en la tramitación de expedientes disciplinarios contra docentes, no solo con relación a hostigamiento sexual, sino de otra índole como agresiones verbales.
Esa fue una de las mociones que se presentaron la noche del miércoles durante la Asamblea de la Facultad de Derecho que convocó el decano, Alfredo Chirino, con el fin de analizar las medidas asumidas por esa unidad académica “en torno al problema de Acoso Sexual que ha sido tematizado en diversos medios de comunicación”.
Chirino hizo la convocatoria luego de que el docente Pedro Chaves Corrales envió un correo electrónico a docentes en propiedad -que conforman la Asamblea de Facultad-, en el cual manifestó sentirse “totalmente incómodo con la actitud pasiva de nuestra parte”.
Chaves instó a que, con base en los lineamientos del Estatuto Orgánico, se le solicitara al decano, Alfredo Chirino, “convoque de carácter urgente a Asamblea para conocer únicamente este tema”. Ahí mencionó que se requiere el apoyo del 20% del cuerpo docente que conforma la Asamblea para que la petición sea válida.
En la reunión del miércoles, Chirino dio un informe de las acciones que ha tomado hasta ahora, luego de que, el 22 de mayo, UNIVERSIDAD publicó los testimonios de 10 estudiantes y egresadas que señalan al catedrático Mainor Salas Solís por insultos, frases obscenas y proposiciones sexuales. El docente fue sancionado una vez con ocho días de suspensión.
En la Asamblea, se dieron intervenciones tanto de docentes como de estudiantes y se generaron unas propuestas de mociones, entre las que estaba la solicitud de la revisar los expedientes disciplinarios anteriores, según narraron a UNIVERSIDAD el profesor Marvin Carvajal y el presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho, Luis Eduardo Zapata.
Zapata explicó que la moción generada por la representación estudiantil se dio luego de que, este miércoles, UNIVERSIDAD diera a conocer otros dos casos en los que estudiantes denunciaron a Salas por insultos. En ambos procesos, el decano declaró prescripciones que fueron rebatidas por otros órganos.
“Genera impotencia que muchas veces se dice que se denuncie, pero cuando se denuncia, supuestamente se tramitan mal los expedientes. La Asamblea de Facultad es el superior jerárquico (de la unidad académica), entonces sugerí una pequeña comisión para que se haga una revisión de los últimos expedientes, identificar posibles errores y hacer recomendaciones, y que eso se reporte a la Asamblea”, explicó.
El líder estudiantil añadió que el propósito es que, eventualmente, se inicien procesos disciplinarios a quienes hayan cometido incorrecciones o incumplimiento de deberes en la tramitación de los expedientes.
La propuesta es distinta a la disposición que días atrás dio el decano, pues esta última pretende determinar si hubo fallos en la tramitación pero para reabrir los procesos.
Sin embargo, ni esa ni las otras mociones pudieron ser votadas porque minutos antes se rompió el quórum, relataron Zapata y Carvajal.
“Lo conversé con algunos docentes y nos sentimos muy frustrados de que no se pudiera desarrollar una asamblea que tuviera frutos palpables. Nos sentimos avergonzados con nuestras estudiantes, nos parece que les fallamos el día ayer. Debimos plantear una respuesta muy contundente y haber aprobado varias de las mociones que se pudieron en conocimiento. Siento que como Asamblea de Facultad no hicimos nuestro trabajo, nos quedó grande el puesto”, lamentó el profesor Marvin Carvajal.
“Una moción era una condenatoria absoluta a lo que ha pasado en la Facultad en detrimento de las estudiantes de Derecho. Al menos esa debimos haber aprobado”, señaló.
El docente mencionó que el tema deberá ser tratado en una próxima Asamblea, que sería hasta el 20 de junio, pues el siguiente miércoles está prevista una sesión de capacitación obligatoria para sensibilizar sobre el acoso sexual.
Moción de apoyo al decano
Una de las propuestas que se generó en la Asamblea indicaba: Voto de apoyo al Decano.
Esa idea fue planteada por el profesor Luis Alonso Salazar Rodríguez y causó el rechazó de algunas personas, como Marvin Carvajal, quien expresó a este medio que “la Asamblea no fue convocada para dar votos de aplauso a nadie, sino para tratar un problema”.
No obstante, Salazar dijo a este medio que su intención era, más bien, que el decano no actuara según su parecer, sino que se dieran lineamientos desde la Asamblea de Facultad.
“Lo que yo sostenía es que el tema del acoso y hostigamiento sexual tiene que atenderse desde una perspectiva institucional, no como una lucha individual de nadie, sino que el cuerpo colegiado, máximo órgano de la Facultad, que es la Asamblea, tiene la obligación moral de asumir una posición al respecto, no podemos hacer oídos sordos ni decir que el decano tendrá que ver cómo se arregla”, manifestó.
Según su posición, la Asamblea debe establecer una política institucional y el decano ejecutar los acuerdos que se tomen.
“Por una razón muy sencilla, vi las desafortunadas declaraciones del decano, de la leyenda negra y después la posición de la Rectoría (que se desligó de las manifestaciones de Chirino). Nada de eso, ni las declaraciones iniciales, ni la posición inicial, ni el conflicto de opiniones, ni nada de eso nos representa como unidad académica porque no había sido conocido por la Asamblea”.
“Lo que yo sugería es que, si nosotros como unidad académica adoptamos una posición que sea la del órgano colegiado y votamos en uno u otro sentido, ahí sí, con eso le damos un voto de apoyo al decano para que esos acuerdos los ejecute como representante de la unidad académica, porque de momento él está haciendo lo que se le está ocurriendo, pero queda como la posición de la unidad académica”.
En la Asamblea se dio también una moción inicial para que todas las demás se votaran juntas, pero como esta fue rechazada por la mayoría, las demás tendrían que discutirse una por una, lo cual no se concretó por la ruptura del quórum.
