Luego de años de buscar alternativas para garantizar una formación de calidad, segura y adecuada para los 1.700 estudiantes de la comunidad de La Carpio, el Ministerio de Educación Pública (MEP) adjudicó por fin un proyecto para levantar la nueva escuela Finca La Caja, gracias al fideicomiso con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR).
El proyecto del Fideicomiso en Educación es un convenio entre el MEP-BID-BNCR e incluye la construcción de 15 escuelas primarias, 59 colegios académicos y liceos rurales, 5 colegios técnicos y 24 canchas techadas. La inversión del proyecto es de $167.5 millones de dólares y el objetivo es cubrir las necesidades educativas de más de 35.000 jóvenes de todo el país.
El nuevo centro educativo Finca La Caja iniciará su construcción dentro de un mes, será desarrollado en un terreno de 4.300 metros cuadrados y contará con dos edificios de tres pisos cada uno, estacionamiento y área de juegos. La empresa adjudicada es Proin S.A.
Estará constituido por 28 aulas, dos comedores escolares, área administrativa, estaciones de baños, salas de profesores, laboratorio de cómputo, biblioteca y cumplirá en su totalidad con la Ley 7.600 de accesibilidad para personas con capacidades especiales.
De acuerdo con Michelle Madrigal, de la unidad ejecutora del MEP, llegar a este punto ha sido un gran logro, pues el proceso fue engorroso y ha necesitado de varios años de coordinación y trabajo.
“Inicialmente el terreno estaba ocupado por viviendas, para ello tuvimos que hacer un proceso de reasentamiento de esas familias a otras zonas, que se logró con ayuda del Ministerio de Vivienda, el IMAS y Casa Presidencial; esto permitió liberar la finca”, explicó Madrigal.
Por su parte, Eduardo Pineda, director del Fideicomiso, explicó que el proceso se llevará a cabo en dos fases, primero se construirán los edificios de la escuela en el terreno disponible y al estar concluidos se trasladarán los estudiantes a esa zona. Entonces el edificio actual, que queda al lado del terreno, será demolido, y allí se harán los estacionamientos y el área de juegos.
Pineda indicó que este proyecto es uno de los más grandes que se impulsarán con el fideicomiso, en el cual se invertirá un total de $6,3 millones y tendrá una duración de 7 meses, desde el inicio de la construcción.
Comunidad urgida
La zona de La Carpio es una de las más vulnerables de la Gran Área Metropolitana del país, con una población creciente que vive en condiciones de pobreza y pobreza extrema. Es por ello que la construcción de un centro educativo de primer nivel es una inversión vital, para el desarrollo de su gente, la generación de oportunidades y el corte del círculo de la desigualdad.
Miguel Aguilar, director del centro educativo Finca La Caja contó que en la actualidad la atención de los niños en la escuela está dividida en tres jornadas de 700 estudiantes por turno, lo que reduce la calidad de la enseñanza que se les puede brindar a los chicos. Además, muchas deben asistir a lecciones los sábados, rompiendo la interacción familiar los fines de semana, tanto de los menores como de los docentes.
Con la construcción de este edificio será posible pasar de una triple a doble jornada, incrementando las horas de clases e incluyendo materias especiales que den valor agregado a la formación que reciben los estudiantes.
Además, se evitará el peligro que corren los estudiantes, pues en estos momentos, los que se ubican en los otros edificios deben salir de sus aulas para ir al comedor o a la clase de cómputo. Las aulas son incómodas y en los días calurosos, su poca ventilación hace del proceso educativo un momento difícil.
“La idea desde siempre fue contar con una escuela lo suficiente amplia para atender a la población, pero esta fue creciendo y el edificio se volvió insuficiente. Otra problemática que se enfrenta es que se cuenta con poco apoyo de los padres de familia, porque muchos no entienden la importancia de la formación educativa, o no tienen tiempo para atender las necesidades de los estudiantes”, detalló el director del centro educativo.
Otra de las necesidades más urgentes es contar con un comedor escolar que tenga muy buenas condiciones, pues esta escuela es parte del proyecto del MEP de comedores escolares en vacaciones, en las que reciben a los chicos y sus hermanos en este período del año, para garantizarles la alimentación mientras no están en clases.
“Nos llena de mucha ilusión ver que en el corto plazo contaremos con un buen edificio y aspiramos a la máxima calidad, que los niños no tengan que mojarse para pasar de un edificio a otro, con aulas ventiladas y en las condiciones adecuadas, además podremos reducir la triple jornada. Hemos luchado a brazo partido para ver realizado este proyecto y la verdad que agradecemos a este gobierno por comprometerse en llevarlo a cabo”, expresó Aguilar.
La líder comunal, Gabriela Gómez también se mostró sumamente agradecida con la puesta en marcha del proyecto, pues según explicó es la oportunidad de que los niños de la comunidad tengan una formación de alto nivel, con la incorporación de nuevas materias, creciendo en cultura, así como desarrollo económico y social.
A través de una de las asociaciones de la comunidad, los dirigentes comunales se comprometieron a velar, no solo porque las obras sean de la más alta calidad, sino de coordinar y controlar la seguridad del proceso constructivo, evitando los robos.
“Sabemos que la zona puede presentar sus problemas sociales, pero vamos a llevar a cabo una coordinación con las empresas aledañas para que no reciben ningún material que pueda provenir de la construcción, además, haremos todo un trabajo de concientización para que los habitantes de la zona comprendan que esto es para nuestro beneficio”, indicó Gómez.
De primer nivel
Alejandro Granados, arquitecto del proyecto contó a UNIVERSIDAD que la construcción se llevará a cabo con muros de concreto, acorde con el Código Sísmico Nacional y contará con una estructura metálica expuesta, lo que garantiza su alta calidad.
“Se diseñó bajo concepto de escuela integral, que busca integrar a los diferentes sectores de la comunidad. Junta el concepto social, el urbanístico, la integración social, la universalidad, la accesibilidad y la sostenibilidad”, señaló Granados.
Es un proyecto bioclimático que tiene sus orientaciones de acuerdo con el recorrido del sol para dar un mayor aprovechamiento de la luz natural, con ventilación cruzada y se maneja el concepto de clima escolar. Toda la edificación cumplirá con las normas nacionales e internacionales y usará materiales externos certificados en manejo de huella de carbono, comentó el ingeniero Francisco Montoya, de la empresa Proin S.A.
Como parte del diseño también se incorporaron criterios de aprovechamiento paisajístico y se incorporará vegetación que atraiga nueva fauna a la comunidad. Se construirán parasoles para evitar el ingreso de los rayos del sol y rampas para el ingreso a las aceras.
El proyecto se convertirá en un elemento de integración social y permitirá el desarrollo de una comunidad en la que habitan sobre todo personas trabajadoras, que buscan sacar adelante a sus familias, pero que están inmersas en un ambiente de graves situaciones sociales, como pobreza y delincuencia. Una nueva escuela será la herramienta para que los futuros adultos encuentren alternativas para cambiar las cosas.
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