En sintonía con lo dicho por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, en su discurso del 5 de mayo, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) pidió a los poderes de la República aprobar las jornadas laborales de 12 horas y el proyecto de armonización del sistema eléctrico.
En un comunicado en respuesta a la alocución presidencial de Rodrigo Chaves el pasado 5 de mayo, los empresarios remitieron un comunicado -en que se autodenominan “sector productivo”- en que llamaron a los poderes del Estado a priorizar “la discusión y aprobación de proyectos clave para mejorar la competitividad del país, tal como lo son las iniciativas de jornadas excepcionales y la de armonización del sistema eléctrico nacional”.
La cámara insiste en que las jornadas laborales de 12 horas permitirán “ofrecer nuevas oportunidades laborales con mayores niveles de flexibilidad, especialmente en actividades como dispositivos médicos, tecnología y los servicios globales”.
También afirman que la “modernización del marco normativo del sistema eléctrico es indispensable para garantizar tarifas competitivas, sostenibilidad y confiabilidad en el suministro de energía”, a pesar de que el proyecto que está en discusión sobre el tema privatizaría el sistema eléctrico.
“Desde el sector empresarial reiteramos nuestro compromiso con el diálogo como la mejor herramienta para construir acuerdos que beneficien a la sociedad costarricense. Por ello, instamos a los señores diputados, al Poder Ejecutivo y a todos los actores institucionales a trabajar de forma coordinada, con visión de país de largo plazo, y hacia la generación de bienestar y empleo de calidad”, dijeron.
Finalmente, manifestaron su preocupación por el deterioro en la seguridad ciudadana. “Es imperativo que todos los poderes de la República redoblen esfuerzos y actúen de manera contundente y articulada para devolverle la paz y la seguridad a las familias costarricenses”, afirmaron.
Mientras tanto, los sindicatos criticaron la falta de logros en tres años de gobierno.
Albino Vargas, por su parte, como líder de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (Anep), dijo que es imposible una valoración objetiva del discurso de Chaves pues “para el «chavecismo» estamos en la tierra paradisíaca en la cual Dios puso a Adán y a Eva; para el antichavecismo es un listado monumental de mentiras y de datos falsos que nos tiene en el último círculo del infierno de Dante”.
El dirigente sindical también criticó al presidente de la Asamblea Legislativa Rodrigo Arias, por insistir en un cuarto término pues afirma que “ le sirvió en bandeja de plata el escenario a Rodrigo Chaves Robles para que montara su espectáculo de “vodevil” que lo fortaleció ante una buena parte de una ciudadanía harta de ser estafada cuatrienalmente”.
Por su parte, el presidente del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense, Gilbert Díaz, dijo que Chaves “no rindió cuentas, hizo campaña”
Díaz manifestó su preocupación pues afirma que lo sucedido no fue un ejercicio serio de rendición de cuentas, “sino un acto de propaganda política carente de datos verificables, de autocrítica, y, sobre todo, de responsabilidad con el país”.
El sindicalista desmintió los “logros” de Chaves señalando que el país vive la mayor crisis educativa de las últimas cuatro décadas, la violencia se ha disparado, el aumento de femicidios es alarmante, hay aumentos en la pobreza y la desigualdad, y las personas trabajadoras han sido castigadas con salarios congelados mientras el costo de la vida sigue en aumento.
“Lo dicho ayer por el presidente no resiste contraste con la evidencia. Su narrativa, cargada de descalificaciones, faltas de respeto, confrontación institucional, burla, violencia y victimismo, no puede ocultar la falta de resultados reales en temas fundamentales como educación, seguridad, empleo digno, salud, agro y protección social”.
Desde los sindicatos y organizaciones sociales, dijo Díaz, “seguiremos insistiendo en propuestas serias y en la defensa de lo público, porque la educación, la salud y la seguridad no se improvisan ni se gobiernan con eslóganes, se construyen con inversión, con diálogo y con compromiso de las mayorías”.
