Partido Liberacion Nacional

En momentos de “cambiar o desaparecer”, PLN posterga decisión sobre forma de elegir candidatura presidencial

Tras aprobar cuatro normas de tipo ético y escoger votaciones de manera secreta para decidir el tipo de convención, autoridades prefirieron aclarar dudas antes de la resolución y definirlo en otra asamblea en noviembre

El tradicional Partido Liberación Nacional (PLN) no logró definir este sábado la manera como escogerá a su candidatura presidencial para 2026. Tras una asamblea de casi seis horas y numerosas deliberaciones, las autoridades verdiblancas prefirieron dejar para noviembre la decisión sobre una convención abierta o cerrada, conscientes de que esa resolución será crítica para la supervivencia de la agrupación política.

Los verdiblancos prefirieron aclarar dudas y dar más espacio a la discusión casi a las 5 p.m., después de aprobar algunas mociones de orden ético como guiño de transparencia y probidad ante la población, no sin algunas discusiones públicas. Además, escoger el método de votación secreta para decidir si la convención sería abierta a cualquier costarricense mayor de edad o cerrada a sólo liberacionistas instritos. 

Una votación abierta es lo que pedían el expresidente Óscar Arias y otros dirigentes, mientras el expresidente José María Figueres abogaba por limitarlo a sólo los militantes verdiblancos, con el argumento de evitar la influencia de grupos cercanos al narcotráfico.

La intención del PLN con la asamblea de este sábado era lanzar señales de respuesta ante la crisis particular y como parte del sistema de partidos, en momentos de fuerte alejamiento de la población ante estas fuerzas políticas y a menos de un año del inicio de la próxima campaña electoral. 

Habiendo pasado 16 años desde su último triunfo presidencial y experimentado un notorio descenso en la base de simpatizantes y en cargos municipales, a pesar de ser la principal fuerza legislativa, el partido reconoce en voz de sus autoridades que vive un momento crítico que obliga a una renovación más allá del discurso y la cosmética.

“Este partido cambia o desaparece”, admitió en su discurso Roberto Sancho, presidente del partido en la primera parte de la asamblea celebrada días después de que se conoció que todos los expresidentes de la República y excandidatos presidenciales aceptan abandonar sus cargos vitalicios en el Directorio de la agrupación.

Pese a abundantes conversaciones y negociaciones al margen del acta de la asamblea, los dirigentes no lograron acordar el tipo de convención que ofrecerán al electorado bajo el lema de “la paz construye”, un mensaje que evoca otros momentos del PLN pero que sobretodo intenta ofrecer una alternativa ante el estilo de choque del presidente Rodrigo Chaves.

A las 5 p.m. Sancho manifestó la decisión de suspender la asamblea para tener mayor claridad sobre aspectos de las decisiones pendientes, como por ejemplo la necesidad o no de utilizar para la votación secreta papeletas en físico en lugar del sistema electrónico utilizado este sábado. Sin embargo, resaltó un avance en decisiones para incluir representaciones de sectores dentro de la asamblea nacional y decisiones de orden ético propuestas por el exministro y exdiputado Carlos Ricardo Benavides.

Se trata de la posibilidad de expulsar del partido a quienes hayan sido condenados por tribunales y de suspender a quienes reciban orden de medidas cautelares. También se prohibirá a dirigentes del partido usar su influencia para promover candidaturas de familiares hasta tercer grado de consanguinidad. Además, limitar las opciones de un dirigente de actuar de manera clientelista. Todas se aprobaron por una amplia mayoría.

Luego vino la discusión sobre si deben ser secretas o públicas las votaciones de los asambleístas para escoger el tipo de convención que tendrá el partido. El exdiputado cartaginés Luis Gerardo Villanueva abogaba en micrófono por el secreto con el pretexto de evitar presiones y el exdiputado josefino Rafael Arias pedía seguir votando de manera transparente “¿Qué queremos ocultar?”, exclamó de manera retórica. Al final 45 delegados votaron por hacer votación secreta y superaron por la mínima a los 44 que preferían el otro modo.

Sin embargo, las dudas abundaban sobre los pasos siguientes y fue cuando el Comité Ejecutivo eligió dejar las decisiones para la asamblea de noviembre. Entonces Sancho llamó a los jóvenes al frente y bajo un efecto de luces volvieron a agitar la bandera verdiblanca para cerrar con apariencia de optimismo.

Antes, proyectaron un corto publicitario en que el PLN repudiaba el “bullying” que atribuye a Rodrigo Chaves, de quien recogieron numerosas expresiones ofensivas contra distintos detractores e intentaron colocar la idea de que el partido impulsa la concordia como forma de desarrollo en Costa Rica.

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