Según datos de la Refinería Costarricense de Petróleo (Recope) en promedio calculado al 12 de mayo la diferencia entre lo pagado por esa entidad por barril de las gasolinas regular, súper y el diésel y los precios internacionales dejó un saldo en favor de la entidad de $16,38, $19,29 y $14,41 respectivamente.
Esos saldos devienen de que el precio internacional promedio por ejemplo para la gasolina regular fue de $151,61 por barril, mientras que lo pagado por Recope fue $135,21. En el caso de la gasolina súper, el precio internacional arrojó un promedio de $157,44, mientras que Recope pagó $138,15. En el caso del diésel, el promedio internacional fue de $174,51, y la institución pagó $160,10.
Desde la Refinadora se detalló que estos precios son un promedio de 15 días naturales para el caso del precio de referencia internacional, mientras que el costo de adquisición comprende las compras realizadas desde el segundo viernes del mes anterior al segundo jueves del mes actual. Es decir, en este caso del viernes 15 de abril al jueves 12 de mayo.
“Nótese además -reza la respuesta obtenida desde Recope- que el precio de referencia internacional es sólo el costo del producto en dólares por barril, en tanto que el costo de adquisición de Recope incluye tanto el costo del producto como los demás costos para importar y poner en tanque para la venta (flete, seguro, costos portuarios, entre otros)”.
El expresidente ejecutivo de Recope, Alejandro Muñoz, explicó que esa diferencia de precios normalmente se devuelve al público como el diferencial de precios que se calcula trimestralmente.
“A Recope le corresponde devolver cuando la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) le aprueba precios y se establece la diferencia entre el precio efectivamente pagado y el precio internacional calculado con metodología actual, un promedio”, entonces trimestralmente se le devuelve al público “una cierta cantidad que corresponde a ese diferencial de precios que se da con los ajustes, la mayoría de veces a favor del consumidor”.
Recordó sin embargo que los precios se ajustan con retraso, entonces es posible que el movimiento en el mercado internacional “haga que paguemos un mayor precio y no compense ese diferencial”, más bien se da el traslado de costo mayor a los consumidores, “que es lo que ha venido sucediendo en el último año y medio”.
“Si el precio internacional bajara y el monto del diferencial es muy grande, el consumidor va a sentir un alivio, se le va a devolver dinero y esa devolución implica una rebaja, que ya ha sucedido”, mencionó.
Apuntó sin embargo que “ya tenemos más de un año de que eso no sucede, se ha devuelto cantidades importantes pero son imperceptibles porque el precio internacional se ha disparado”.
Nueva metodología y embrollo logístico
Muñoz explicó que ésta será la última vez que se tome en cuenta el mencionado parámetro del promedio de los precios del mercado internacional contra lo pagado por Recope, pues al entrar en vigencia la nueva metodología aprobada por la Aresep desde el 5 de mayo, “en lugar de que en la formula de cálculo de precios se tome promedio de precio internacional, se va a tomar el valor CIF de la factura petrolera”.
CIF es el acrónimo en inglés para “precio, seguro y flete”, e implica que el vendedor entrega el producto en el puerto de destino y cubre los costos de transporte.
“Entonces ya no se va a devolver nada, sino que se va a aplicar en la metodología de cálculo el valor de la factura, a veces actuará a favor y a veces en contra del consumidor, va a depender del precio”.
Cabe destacar que de cara al ajuste extraordinario de mayo ya anunciado por la Aresep, en que los combustibles más usados superarán ya los mil colones por litro, la administración Chaves entre las medidas anunciadas para enfrentar el aumento de precios citó precisamente la entrada en uso de la nueva metodología de Aresep.
Precio de los combustibles superará los mil colones por litro
Mediante un comunicado de prensa divulgado este domingo, se aseguró que esa nueva metodología “permitirá reducir los precios de los combustibles”, pues “tomará en cuenta el precio real de importación que paga Recope, en lugar del precio de referencia que es siempre más alto”.
Según explicó Muñoz, esa nueva metodología no necesariamente incidirá en un menor precio de los combustibles en el mercado interno de manera tan automática como lo pretende hacer ver el gobierno.
“Lo que vamos a tener -explicó- son diferencias muy bajas entre el precio al consumidor y el precio de adquisición de Recope, la variación va a ser muy poquita, va a depender de si cambian o no otros factores que inciden en el precio” y que se mantendrán en el cálculo, como el tipo de cambio, el impuesto, que “si no se toca, seguirá incidiendo”, así como los márgenes de operación que reconoce Aresep tanto a empresarios de las estaciones de servicio como a los fletes internos, además del margen de Recope que según dijo no va a variar y se situará entre entre 6% y 7% del precio final.
El economista además advirtió que el uso del nuevo método de cálculo significa que se debe atender un “problema logístico con los embarques”.
Según explicó, cada año Recope hace una programación de los embarques que se recibirán con los combustibles, que “no necesariamente llegan todos los meses” según se planea. Añadió que el costo puede variar con cada embarque y que por ello es “cuando llega a Moín que se define precio final del producto”.
“Según el costo de adquisición pagado por Recope, si la compra se hizo en mayo esa factura va servir para calcular en junio los precios de los productos, pero ¿qué tal si la importación no vino en junio?, ¿cuál va a ser el precio efectivamente pagado por Recope para hacer el cálculo del precio al consumidor?”.
Por ello enfatizó que ese problema logístico “debe ser acomodado para que mes a mes tenga Aresep el dato de la factura efectivamente pagada” por las gasolinas o el diésel.
