País Giannina Segnini, profesora y periodista en Columbia:

“En la supuesta cuna de la libertad de expresión, se está cercenando esa libertad y hoy no se puede hacer periodismo”

La costarricense afirma que en el contexto de protestas por los ataques israelíes a Palestina se ha impedido el derecho a la protesta “al menos de un bando” y se ha obstaculizado el libre ejercicio del periodismo, en afrenta a uno de los pilares de la democracia.

En los Estados Unidos de América, que se precian y mercadean como la tierra de la libertad y, especialmente, de la libertad de expresión y prensa, en el contexto actual de protestas contra la invasión israelí a la franja de Gaza “no se puede hacer periodismo”.

Eso concluye la periodista y profesora costarricense, Giannina Segnini, luego de sus últimas semanas en la Universidad de Columbia, Nueva York, donde estudiantes y profesores han sido desalojados de sus clases, golpeados, arrastrados y arrestados por fuerzas policiales que, por solicitud de la universidad, se han movilizado para dispersar protestas en favor del pueblo palestino.

Las acciones policiales, reprocha Segnini, han impedido, efectivamente, el derecho a la protesta de los estudiantes, pero no se han quedado ahí, sino que han obstaculizado el ejercicio de la libertad de prensa impidiendo que periodistas profesionales, docentes y hasta los mismos estudiantes puedan reportar sobre lo que pasa en el campus.

Giannina Segnini, periodista y docente de la Universidad de Columbia.(Imagen tomada de internet)

La costarricense, graduada de la Universidad de Costa Rica y Harvard, trabaja desde hace 10 años como profesora en la prestigiosa universidad estadounidense, donde dirige la especialización en Periodismo de Datos en la Escuela de Periodismo.

En medio de dar su última clase del semestre —que tuvo que impartir en un parque, pues no se les permitió a estudiantes y docentes entrar a los edificios—, Segnini conversó con UNIVERSIDAD sobre su experiencia, la de sus estudiantes y sus perspectivas sobre la libertad de expresión en Estados Unidos y en Costa Rica.

“Yo estoy aquí, enseñando en una de las mejores universidades del mundo y en una de las mejores escuelas de periodismo del mundo y justo estoy aquí porque se supone que esta es la cuna de la libertad de expresión. Pues en la supuesta cuna de la libertad de expresión, se está cercenando esa libertad y no se puede hacer periodismo libremente”, dice.

Además, afirma que lo sucedido en los últimos días evidencia una ruptura de un orden que, “se supone”, imperaba en el mundo y en el que la democracia figura como valor fundamental.

Represión despertó protestas en el mundo

En la Universidad de Columbia las protestas no comenzaron recientemente, cuenta Segnini, sino que han sucedido desde finales de octubre del 2023 cuando, en respuesta a un ataque sorpresa del Movimiento de Resistencia Islámica contra Israel, comenzó la invasión sionista de la Franja de Gaza.

La periodista tica cuenta que durante todo el semestre ha dado clases en el aula más cercana al espacio donde han sucedido, a diario, las protestas. “No habíamos tenido ningún problema, de pronto se oían cantando “Free, free Palestine” y yo en lo mío, sin problema”, relata.

El conflicto surgió, cuenta, cuando el 18 de abril la universidad solicitó la intervención de la policía de la ciudad de Nueva York (NYPD) para desarmar un campamento estudiantil que se había asentado como forma de protesta.

Cabe destacar que, tan solo el día antes, la presidenta de la universidad, Minouche Shafik, fue llamada al congreso y cuestionada por supuestos actos de “antisemitismo”, los cuales habían sucedido en el campus en el contexto de las protestas. Shafik dijo en su audiencia que el antisemitismo “no tendría lugar” en su universidad.

La docente y periodista considera que las autoridades de la universidad han manejado “muy, pero muy mal este asunto”, pues en lugar de escuchar y dialogar con los estudiantes, decidieron solicitar la “militarización” del campus para “proteger a los edificios, en vez de a los estudiantes”.

La intervención policial ha sido tanta que, al cierre del semestre —cuenta—, es usual ver gente armada y uniformada en el campus, oír helicópteros sobrevolar e, incluso, que haya drones rondando las oficinas. “Parece no sé ni qué”, dice.

Según reportes de estudiantes y de la misma Segnini, el 18 de abril la avanzada policial fue militarizada, violenta y, en vez de aplacar los ánimos, movilizó a estudiantes de esa universidad, que rearmaron el campamento y días después ocuparon el edificio Hamilton, que renombraron “Hind´s Hall”, en honor a Hind Rajab, de 6 años, asesinada días atrás por tropas israelíes en Gaza.

Durante todo este movimiento, ni periodistas de medios de comunicación, ni los docentes de la propia escuela ni los estudiantes han tenido acceso a los edificios universitarios que han sido el centro de las protestas.

Según Segnini, incluso el 30 de abril, durante la segunda intervención de la NYPD, los pocos estudiantes de periodismo y profesores que cubrieron los eventos —cuando la policía tomó control del Hind´s Hall— “estaban registrados como trabajadores esenciales, no como periodistas”.

Ese día, detalla, a esos mismos estudiantes se les restringió el movimiento y luego los obligaron a salir del edificio. Solo unos cuantos, relató, pudieron refugiarse en la Escuela de Periodismo, pero “se les indicó que o permanecían allí o se arriesgaban a ser arrestados”.

“Está completamente limitada la posibilidad de hacer periodismo”, dice Segnini, y asegura que a sus estudiantes, durante los enfrentamientos, los encerraron, los amenazaron, los empujaron y hasta detuvieron temporalmente, al igual que a los docentes.

Para Segnini, esta imposibilidad de ejercer la libertad de expresión y de prensa es completamente contradictoria al discurso estadounidense que se precia de “ser la cuna” de la libertad de expresión. “En resumidas cuentas: en la cuna de la democracia no se puede hacer periodismo hoy”, sentencia.

Para ella, además, lo que está sucediendo “rompe todo el orden mundial que creíamos que imperaba desde hace yo no sé cuántos años”. “Hasta ahora, yo seguía creyendo que había un orden mundial, una institucionalidad global, pero es evidente que no, que ese orden está roto”.

Para Segnini, que se reprima el ejercicio de la libertad de prensa genera frustración en todas las personas que han dedicado su “vida al ejercicio del periodismo libre e independiente”, pero, además, tiene implicaciones profundas, pues sienta “un doble estándar” que debilita el régimen democrático.

Los incidentes en Columbia, junto con imágenes de agresiones policiales contra manifestantes, ataques contra estudiantes o civiles palestinos en los que la policía no interviene y violentos desalojos en diversos campus europeos y norteamericanos, han logrado romper el cerco informativo gracias a las redes sociales y las protestas, en vez de mermar, han crecido.

Así, se han calentado los ánimos alrededor del mundo y, en semanas recientes, han surgido campamentos en campus universitarios en diversos estados de Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Suiza, Reino Unido, España y, desde la semana pasada, en Costa Rica.

Los manifestantes, en la mayoría de campamentos, demandan un cese al fuego en la Franja de Gaza, el rompimiento de convenios de cooperación con el Estado de Israel, la condena del asesinato de civiles palestinos y protección contra el acoso y la censura a estudiantes, docentes y personal que se manifiesten en favor de la causa palestina.

En la UCR, las y los estudiantes demandan a las autoridades universitarias y diplomáticas romper relaciones con Israel.

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