Cinco personas funcionarias de Japdeva presentaron una demanda conjunta y solicitan, además de resarcimiento económico, que se despida a Suci Wing Ching como presidenta ejecutiva de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
En la demanda presentada denuncian malos tratos, agresiones verbales e incluso “injurias y calumnias” proferidas según se alega por Wing Ching en diferentes reuniones, todo o cual sería violatorio tanto del Reglamento Autónomo de Trabajo de la institución, como del Código de Trabajo.
Se trata de Grevin Alvarado, subjefe de la Unidad de Protección y Seguridad; José Luis Díaz, jefe de Seguridad Portuaria; Cristian Alvarado, de la Dirección Administrativa Financiera; Luz María Acosta, jefa de la Unidad de Tecnología de Información y Comunicaciones, y Arlene Solís, jefa de Unidad de Recursos Humanos.
Además de la destitución del puesto y del resarcimiento económico -que en total asciende a ¢35 millones-, como medidas cautelares solicitan ente otras que “se abstenga la demandada de gritar, insultar, injuriar y calumniar” a las personas demandadas; así como que se le ordene “dirigirse con el respeto que merecen las personas funcionarias de Japdeva”, en especial a estas cinco personas.
Hechos
El documento de la demanda, al cual UNIVERSIDAD tuvo acceso, incluye una larga relación de hechos de más de 40 páginas, a lo largo de las cuales se relata episodios en que cada una de esas personas describe malos tratos, de algunos de los cuales se ofrece a continuación una versión resumida.
Por ejemplo, Cristian Alvarado, de la Dirección Administrativa Financiera, denunció que durante una reunión virtual el 7 de junio “me interpeló y nos acusó de ocultarle información respecto al pago de un gasto aprobado con fondos del canon de la concesión de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) y avalado por la Contraloría General de la República”.
Directamente -continua el testimonio- indicó que ella se la peló con el presidente porque nosotros no le damos la información completa, que se la escondemos y que le estoy maquillando la información, cuando en realidad lo que pidió y se le entregó, tal cual la solicitó, fue el saldo de los fondos totales recibidos por dichos cánones”.
Dos días después en una reunión, de nuevo Wing “indicó que la información que proviene de la Dirección Administrativa Financiera (DAF), no es confiable, que le escondemos la información y que la maquillamos”.
Grevin Alvarado, quien además de ser sub jefe de la Unidad de Protección y Seguridad, es presidente de la Asociación Sindical de Profesionales de Japdeva (ASIPROJAP), relató como desde una primera reunión en mayo, Wing “con gritos hacía amenazas y agresiones a las organizaciones sindicales, sus dirigentes y afiliados, señalando que éramos responsables de la situación actual de la institución, que en la institución no se trabajaba y que con ella la cosa iba a cambiar”.
Añadió que en “todas las reuniones en las que he participado, sea directa o indirectamente para tratar aspectos relacionados con la Unidad de Protección y Seguridad, a la cual pertenezco, no dejan de existir agresiones verbales sobre el accionar de cada uno de los participantes, creando un ambiente laboral nada adecuado para la buena marcha de la institución, y constituye una clara violación a los derechos laborales”.
De manera similar, José Luis Díaz relató que en una reunión el 8 de agosto, la funcionaria “me ofendió, me desacreditó y me calumnió”, pues él mismo la escuchó decir que “los de la seguridad están atravesando el caballo y atrasando la gestión para que no se realice la adjudicación del cartel. Además, nos dijo, que somos unos funcionarios incompetentes y que para eso se les paga buena plata”.
Aún más dramáticos son los casos relatados por las mujeres. Luz María Acosta, jefa de la Unidad de Tecnología de Información y Comunicaciones, dijo que en una reunión sobre ceses de personal con varias jefaturas el 20 de agosto, “la señora Sucy Wing, por más de 90 minutos estuvo increpándome lanzándome una serie de insultos. Tuve por más de 90 minutos que soportar agresiones verbales, insultos discriminatorios”.
Añadió que durante esa reunión la señora Wing con sus actos de burlas hacia mi persona, provocó que muchos de los compañeros dentro del auditorio se rieran a carcajada de mí persona, humillándome de la manera más cruel y jamás antes experimentada”.
Arlene Solís, jefa de Unidad de Recursos Humanos, también informó cómo desde el 27 de junio “inicia la presión para solicitar a la Autoridad Presupuestaria convertir las plazas del Jefe de Operaciones Portuarias, Intendencia, Dirección Administrativa Financiera y Asesoría Legal, a plazas de confianza”, lo cual según explica no era posible para su Unidad según la calificación de Japdeva ante la Autoridad Presupuestaria. “Esta situación me ha ocasionado diferencias de opinión y respuesta de parte de la Presidencia Ejecutiva de una forma golpeada”.
Especificó también los hechos que se dieron durante una reunión el pasado 5 de setiembre, “que me ha afectado mucho por lo gritos y la forma airada de dirigirse” la Presidenta Ejecutiva hacia ella.
La reunión, “en la que me gritó en varías ocasiones”, versó sobre el despido que se había ordenado de la secretaria de la Junta de Relaciones Laborales.
Solís detalla que ya había advertido que esa persona “no se debía despedir hasta que entregara formalmente todos los expedientes de esta Junta, procedieron a despedirla sin cumplir esa condición, y en esta llamada en medio de los gritos me reclamaba el traslado de los expedientes de la Junta de Relaciones Laborales, lo que no es una responsabilidad de mi persona”.
Al respecto de la demanda se intentó buscar la posición de Wing Ching, pero no se logró establecer comunicación con la encargada de prensa institucional.
La demanda concluye que Wing Ching “ha violentado de forma sistemática y permanente” el Reglamento Autónomo de Trabajo de Japdeva, además del Código de Trabajo, “desde su llegada a la institución, creando un mal ambiente laboral, con sus gritos, insultos, injurias y difamación contra los trabajadores”.
Aclaración
A solicitud de la encargada de prensa de Japdeva se aclara que no se logró establecer comunicación pues se le buscó a un teléfono personal, en lugar de la dirección de correo institucional, la cual fue provista luego de que se había publicado la nota.
