País Se acentúa la desconfianza de los capitales

En el exterior recomiendan desinvertir en Costa Rica

‘Es tu economía, estúpido’.

Wikipedia nos ayuda a recordar el origen de la ruda frase. Poco antes de las elecciones de 1992, el triunfo del republicano George Bush padre se daba por descontado en Estados Unidos debido al fin de la Guerra Fría y a la primera invasión estadounidense de Irak. “Su popularidad entonces había llegado al 90% de aceptación, un récord histórico”, dice.

En esas circunstancias, el estratega de la campaña demócrata, James Carville, señaló que su candidato, Bill Clinton, “debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas”. Carville pegó un recordatorio interno en las oficinas centrales con tres puntos: “1. Cambio vs. más de lo mismo. 2. La economía, estúpido. 3. No olvidar el sistema de salud”.

Desde entonces, la frase se convirtió en la consigna no oficial de la campaña demócrata y “resultó decisiva” para modificar la correlación de fuerzas en favor de Clinton, quien terminó derrotando a Bush.

Hoy, en Costa Rica, la frase no es útil para una campaña electoral, sino para hacer alusión a las consecuencias que puede tener, para la economía, no solo la prolongación del estado de zozobra social que existe en torno a la reforma fiscal que se discute en la Asamblea Legislativa, sino la forma como se ponga fin a este conflicto.

La firma financiera inglesa Barclays publicó, la semana anterior, una nota titulada “Costa Rica decepciona, mientras El Salvador avanza”, en el cual recomienda a los inversionistas de capitales cambiar sus bonos de deuda costarricense UW con vencimientos en el 2023 y en el 2025 por bonos de El Salvador OW con vencimientos en el 2015 y en el 2027.

Para argumentar su consejo, el banco explicó que se están esfumando las expectativas iniciales de que el gobierno del presidente Carlos Alvarado pueda lograr la aprobación de la reforma fiscal para el mes de octubre del presente año, debido a la oposición liderada por sindicatos del sector público.

Barclays también recuerda en su nota que “mientras tanto, (el déficit fiscal) continúa ampliándose y se espera que, al cierre del 2018, llegue al 7,1% del Producto Interno Bruto (PIB), sobre el 6,3% del PIB que alcanzó en el 2017”.

Añadió que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) “ha advertido que, sin la reforma fiscal, la deuda pública podría pasar del 55% del PIB actualmente al 70% del PIB en el 2022”.

También la calificadora de riesgos Moody´s advirtió, el 20 de setiembre pasado, que la actual calificación de Costa Rica, ubicada por ellos como Ba2 negativa, podría deteriorarse si no se aprueba a tiempo una reforma en la Asamblea Legislativa.

Una calificadora de riesgos es una empresa privada que asesora a inversionistas sobre los riesgos o ventajas en los que puede incurrir, si coloca su dinero en un país. Cada calificadora tiene su propia nomenclatura para calificar el nivel de riesgo que presentan los países, de acuerdo a varios factores entre los que se encuentran el estado de las finanzas nacionales.

“Para el 2019, esperamos que la deuda alcance el 57% del PIB, que está por encima de la mediana de Ba del 49%”, agregó esta empresa.

Estos consejos desfavorables para Costa Rica se sumaron al mal ambiente que ya existía entre los inversores previo a la huelga para adquirir bonos de deuda costarricense.

En realidad, la falta de confianza en que el país siga siendo un lugar estable para las inversiones de capital comenzó durante la campaña electoral, cuando las encuestas mostraron, poco antes de los comicios, que el candidato de Restauración Nacional, Fabricio Alvarado, había mejorado en la intención de voto.

Entonces, en lo que fue interpretado como una señal de desconfianza e incertidumbre por lo que pudiera traer el resultado electoral, se cayó la posibilidad de que la administración de Luis Guillermo Solís cerrara un trato para colocar $1.500 millones en bonos de deuda debido al retiro de los bancos interesados. De haberse firmado el contrato, esto hubiera contribuido a aliviar el problema del déficit.

Además, en un efecto de “bola de nieve”, incluso después del triunfo de Carlos Alvarado en la segunda vuelta de las elecciones, realizadas en abril, la incertidumbre ante la posibilidad de que la Asamblea Legislativa lograra ponerse de acuerdo y aprobar la reforma fiscal causó una ralentización de la economía que, su vez, ha producido una tendencia a la disminución de la recaudación de impuestos, lo cual solamente agrava el problema del déficit fiscal.

Un boletín publicado por el Ministerio de Hacienda el pasado 20 de setiembre indicó que, entre enero y agosto del presente año, la recaudación de impuestos aumentó solo un 2%, mientras que los gastos lo hicieron en un 7,8%, incluyendo el pago de intereses.

Sobre lo que está ocurriendo, consultamos al presidente del BCCR, Rodrigo Cubero, quien enfatizó en los problemas que la desconfianza y la incertidumbre pueden acarrearle a la economía del país.

Estos problemas incluyen no solamente una economía menos pujante, un menor consumo y menos inversiones, sino la posibilidad de que aumenten las tasas de interés, la inflación y de que el mercado monetario sufra impacto (ver: “La huelga podría golpear el crecimiento económico”).

Así las cosas, el impasse de la reforma fiscal podría convertirse en el menor de los problemas y sus consecuencias afectar al conjunto de las personas asalariadas y al país.

Haciendo una paráfrasis del punto 2 de la nota mental de Carville, citada al comienzo, podemos decir: “Es tu economía, estúpido”.



Rodrigo Cubero, presidente del BCCR:

La huelga podría golpear el crecimiento económico

Su prolongación podría afectar las tasas de interés, la inflación, el consumo y la inversión.

El presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Rodrigo Cubero, nos detalló, el viernes pasado, lo que puede ocurrir con la economía con la prolongación de la huelga en el sector público y sobre las consecuencias que pueden tener acciones como sabotajes en el suministro de combustibles.

Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central: “Los indicadores de setiembre solo estarán disponibles a partir del próximo mes”. Foto: Miriet Ábrego

Los sabotajes ocurridos y la falta de suministro de combustibles, etc., ¿pueden afectar la imagen del país para las calificadoras de riesgos e inversores? 

–Los indicadores de actividad económica se generan con un cierto rezago y los del mes de setiembre solo estarán disponibles a partir del próximo mes. Sin embargo, el Banco Central está dando seguimiento a lo que manifiestan diversos sectores sobre las implicaciones de la huelga en sus actividades.

Es claro que la huelga, los bloqueos de vías y otras manifestaciones observadas recientemente inciden de manera negativa sobre la actividad económica y en particular sobre algunos sectores como el turismo, las exportaciones, el transporte y los expendedores de combustible, con un impacto indirecto sobre otras actividades por los encadenamientos asociados. Esta situación, de prolongarse, tendería a desacelerar el crecimiento económico.

Además, la huelga y la incertidumbre asociada podrían también afectar negativamente la confianza de los inversionistas domésticos y extranjeros, lo cual podría reflejarse en un aumento en las tasas de interés, una reducción en el consumo y la inversión, y una caída en el crecimiento económico.

Finalmente, en caso de presentarse perturbaciones en las cadenas de distribución de insumos y productos, ello introduce costos adicionales para los agentes económicos, lo que podría incidir en un alza en sus precios.

¿Cómo han observado el comportamiento del tipo de cambio –así como de cualquier otro indicador– en relación con la huelga? ¿Neutral o se mueve en una u otra dirección?

–Los movimientos observados en el tipo de cambio en días recientes obedecen fundamentalmente a patrones estacionales en el mercado. Sin embargo, la incertidumbre asociada con la situación fiscal y la prolongación del conflicto en torno a su solución sí podría tener un impacto sobre la confianza de los agentes económicos y sobre el mercado cambiario.



 

Suscríbase al boletín

Ir al contenido