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“En Chile y Argentina fue evidente el descalabro por la privatización de banca pública”

Sindicato Global UNI Finanzas cuestiona las intenciones de privatizar BCR e INS y asegura que los ejemplos en América Latina muestran cómo las políticas basadas en la venta de activos rentables solo benefician la concentración de riqueza en pocas manos.

“Hace 50 años no pasaba esto… y no hablamos de teorías, sino de ejemplos muy claros. Hemos visto el resultado de la privatización en muchos de países de Latinoamérica, por ejemplo, en Chile y Argentina la venta de la banca estatal dejó al descubierto la pérdida de controles del Estado, la concentración del poder en intereses económicos y en manos de unos pocos”. Este fue uno de los planteamientos que hizo Eduardo Negro, vicepresidente mundial de UNI Finanzas, en entrevista con UNIVERSIDAD.

La conversación se dio en el marco de una visita que realiza Eduardo Negro, en compañía de Guillermo Maffeo, director para Américas de UNI Finanzas —el sindicato global que aglutina a más de 1.000 organizaciones de trabajadores del mundo—, con el fin de brindar apoyo y acompañamiento por el reclamo de los sindicatos costarricenses del sector financiero y del Instituto Nacional de Seguros (INS) ante el anuncio que hiciera el presidente Rodrigo Chaves en su informe sobre los primeros 100 días de gobierno, de vender dos entidades bancarias estatales: el Banco de Costa Rica (BCR) y BICSA, así como el 49% de las acciones del Instituto Nacional de Seguros (INS) para paliar la crisis financiera.

Ambos coincidieron en que no tiene ninguna lógica vender dos empresas públicas que son totalmente rentables, como lo son el BCR y el INS, y que la experiencia internacional evidencia que la privatización de estas organizaciones, lejos de apoyar para resolver la problemática de las finanzas, juega en contra, al reducir la acción social y el aporte que dan a los ciudadanos.

Recordaron cómo los procesos de privatización de los años 90 fueron un engaño, cuando se ofreció la idea de que pasar las empresas públicas a manos de inversionistas generaría mayor trabajo, mejor funcionamiento y muchas bondades, pero rápidamente la realidad mostró su rostro.

“Los resultados de las privatizaciones en nuestros países latinoamericanos han sido catastróficos, entidades eficientes fueron entregadas a manos de unos pocos, redujeron el personal, maximizando sus ganancias privadas, con el Estado perdiendo el poder y el apoyo social”, añadió el vicepresidente mundial de UNI Finanzas.

En este sentido, recordó Negro que en Argentina había bancos dedicados al desarrollo de vivienda y a las pymes, y en el intento de privatizarlos los transformaron en financieras que dan tarjetas de crédito y otros productos propios de la banca privada, dejando de brindar el servicio de apoyo para la vivienda de poblaciones vulnerables en el país. “Mostramos estos ejemplos para evitar que en Costa Rica caigan en la idea de que pueden mejorar la situación vendiendo los activos públicos rentables”.

Por su parte, Guillermo Maffeo de UNI para Américas, enfatizó en que los datos que les han compartido los sindicatos costarricenses afiliados a la organización, que están desarrollados de la mano de la academia, muestran la solvencia de ambas entidades, por lo cual, están convencidos de que no hay razón de entregar estos negocios a manos privadas, además, que los problemas fiscales deben resolverse con políticas fiscales correctas, sin afectar los intereses del pueblo.

“Debemos avanzar a sociedades donde los ricos aporten como ricos, los pobres aporten como pobres y los trabajadores lo hagamos como lo que somos. Estas investigaciones muestran que, si se vendieran el BCR y el INS, el aporte a la deuda sería solamente del 3%, eso es insignificante por su valor, pero por encima de esto, no podemos aceptar que se afecte la institucionalidad del país”, dijo Maffeo.

Entes estatales: herramienta para paliar crisis

En tiempos de crisis la banca y seguros públicos son los que tienen el músculo y la capacidad de apaciguar el impacto en las economías regionales y locales, ya que son instrumentos de desarrollo social, de impulso de las pequeñas y medianas empresas, de la agroindustria.

Las instituciones luego de ser privatizadas se contraen, despiden personal para ajustarse al negocio y solo se quedan en los territorios donde tienen más ganancias. “Sabemos de decenas de casos en los pueblos en que el negocio no era rentable, el banco privatizado desapareció, sacando las sucursales y dejando sin servicio a los pobladores”.

Así lo recordaron Eduardo Negro y Guillermo Maffeo, quienes trajeron a la mesa el recuerdo aún fresco del impacto que ha tenido la crisis por COVID-19 y el aporte que dieron el BCR y el INS para atender la pandemia.

En su visita, ambos representantes sindicales realizarán encuentros con los distintos bloques parlamentarios de la Asamblea Legislativa, a fin de transmitir la preocupación, respecto de los intereses privatizadores de ambas instituciones, en el claro convencimiento de que son herramienta de desarrollo.

Además, alertaron que mantendrán una campaña de apoyo internacional en defensa de la banca y los seguros públicos en Costa Rica, y si continúan las autoridades con las intenciones privatizadoras estarán presentes en todas las embajadas del país a nivel global, en protesta y reclamando que se proteja los derechos de las personas trabajadoras y los intereses del pueblo.

 “Somos los trabajadores quienes aportamos capital, es nuestra mano de obra, lo que aportamos intelectualmente y el trabajo manual el que genera riqueza; si no hay mano de obra detrás —incluso con toda la tecnología existente— no habría productividad.

Los trabajadores debemos ser respetados y valorados por el capital, si continuamos con la concentración en manos de unos pocos, si solo creemos en la empresa privada y no hay controles fuertes del Estado, la batalla como sociedad está perdida. Los países europeos están haciendo todo lo contrario, se vuelven proteccionistas, aseguran sus industrias y a sus trabajadores, es tiempo de aprender de nuestra experiencia histórica”.

Eduardo Negro, Vicepresidente Mundial de UNI Finanzas.

 

 

 

 

 

 

 

“Sabemos que hay retos para el sector y, por eso, estamos trabajando con nuestros sindicatos afiliados. Por ejemplo, la digitalización en la banca pública no está tapando el bosque, por eso, venimos abordando este desafío para que estén en la capacidad de afrontar el desarrollo de la tecnología y así evitar el desempleo, pérdida de puestos de trabajo, la reestructuración de agencias y buscar novedosas formas de estabilidad laboral.

Claramente, necesitamos bancos fuertes y estamos convencidos de que los sindicatos de Costa Rica y sus dirigentes tienen un valor de nivel mundial para llevar adelante estos procesos”.

Guillermo Maffeo de UNI para Américas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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