“Duré 36 días aislado la segunda vez, me sentía muy mal. Lo increíble es que no se esperaba que hubiera reinfección. Eso es lo peligroso, que la gente piensa que no existía. Si te enferma, te puede ir mal a la segunda, como a mi”, ese es el relato de Jorge Garita, un enfermero costarricense que ha sufrido de COVID-19 durante dos ocasiones en lo que va del año.
Lo de Jorge no es un caso aislado, y aunque todavía no ha sido catalogado oficialmente como una reinfección en el país, el Ministerio de Salud aseguró a UNIVERSIDAD que se encuentra investigando seis casos: cinco personas vivas y una fallecida.
Confirmar si estas personas realmente se reinfectaron por COVID-19 no será una tarea sencilla para las autoridades de Salud costarricenses, pues un dictamen confirmatorio depende de la posibilidad de contar con la información genómica en ambos momentos en que se determinó la presencia del virus, y esto podría ser poco probable en medio de una pandemia.
“En el mundo, hay seis casos comprobados de reinfección, pero hay reportes de investigación de reinfección en diferentes países como Estados Unidos, Perú, Ecuador, Costa Rica y Europa. Lo que se está viendo es que la reinfección es posible”, aseguró la viróloga de la Universidad de Costa Rica (UCR), Eugenia Corrales.
“Es difícil porque la única manera de hacerlo (de confirmar la reinfección), por lo menos en el momento actual que estamos, sería solo por secuenciación de la información genética de todo el virus en el primer y segundo episodio, y eso logísticamente es complicado. Las bolsas, no todas, se pueden secuenciar, no todas están disponibles para secuenciarse, no es algo que se hace rutinariamente. Se necesita invertir. El mayor problema es la muestra, porque las muestras no se guardan, llegan 7.000 o 6.000 muestras al día, se tienen que guardar a una temperatura correcta. Tiene muchas características que al menos a nosotros como país nos va a costar mucho cumplir”, agregó.
¿Confirmado, sospechoso o probable?
Es por eso que el Ministerio de Salud construyó lineamientos referentes a la reinfección, los cuales, pese a que aún no han sido publicados, pretenden ubicar a estas personas como casos sospechosos o probables de reinfección por COVID-19.
“Este análisis no necesariamente confirmará la reinfección, puede catalogar el caso como probable o sospechoso de reinfección”, aseguró el Ministerio de Salud ante las consultas de UNIVERSIDAD.
De esta manera, se identificará como caso sospechoso por reinfección a una persona que tuvo una prueba de PCR positiva o fue clasificada como contagiada por nexo durante la primera infección, y que 90 días después es nuevamente confirmada por PCR, siempre y cuando se haya descartado la excreción prolongada del virus.
Se definirá, también, como caso sospechoso por reinfección a una persona con sintomatología compatible con COVID-19 que después de 45 días ingresa nuevamente al hospital y es confirmada por PCR, siempre y cuando se haya descartado la excreción prolongada del virus.
La otra definición que realizó Salud se refiere a los casos probables de reinfección. Se podría definir como un caso probable cuando la persona, en la segunda infección, llega con sintomatología, se le toma muestra y entonces el umbral del CT (el número de ciclos necesarios para detectar el virus) en la prueba de PCR es bajo, lo que implica es que hay mucha replicación del virus.
Como probable, también se identificará a una persona que, en el segundo episodio, logra contagiar a otra, pues indirectamente es una medida de replicación activa del virus.
“Yo siempre dije que con coronavirus la reinfección era una posibilidad. La sorpresa fue que se diera tan rápido. Las reinfecciones aún están con signo de pregunta, uno podría preguntarse si es que todos nos vamos a reinfectar como con otros coronavirus, o sea que es cuestión de tiempo, o si hay factores que no estamos tomando cuenta que hagan a una persona susceptible a reinfección”, acotó Corrales.
¿Puede ser más leve?
Una de las interrogantes, en cuanto a la reinfección, es si un segundo episodio de COVID-19 puede ser más leve que el primero; sin embargo, de acuerdo con la viróloga, eso aún es incierto.
“No se puede decir que la reinfección será más leve porque tenemos, en este momento, todo el abanico de posibilidades. Una reinfección es posible y no debe bajar la guardia”, añadió.
En el país, por ejemplo, uno de los casos que se investigan por posible reinfección corresponde al de una persona fallecida por causas relacionadas con el COVID-19.
Corrales externó, también, que aún no existe un consenso sobre cuánto tiempo pueden durar los anticuerpos en el organismo, una vez que la persona ha sido infectada por el virus.
“Hay varios artículos que dicen que seis meses después todavía uno tiene anticuerpos, otros que dicen que tres meses después uno ya no tiene anticuerpos. Esa es otra de las incógnitas, no hay un consenso”, explicó.
“Lo lógico es que usted se infecte, produzca anticuerpos, que estos bajen el nivel hasta un punto que no sean detectables por los instrumentos que tenemos, pero que impliquen que usted tiene cierta memoria inmunológica y que cuando ud vuelva a tener contacto con el virus, su sistema inmune se active rápido. Eso se asume que va a suceder, pero aquí no sabemos si los anticuerpos son protectores”, destacó.
La viróloga agregó que, en los casos reportados como reinfección en otros países, habían personas con anticuerpos, algunos con muchos anticuerpos, otros sin anticuerpos, e incluso personas a quienes no les habían medido los anticuerpos.
“No se sabe si se están reinfectando porque su respuesta inmune no fue suficiente o se está reinfectando porque así va a ser, como pasa, por ejemplo, con otros virus respiratorios, en los cuales no importa que hayan anticuerpos, uno se reinfecta de nuevo”, comentó.
“Esto es lo que nos dice que tenemos que seguir cuidando, aunque nos haya dado. Tenemos que seguir las recomendaciones de lavado de manos, uso mascarillas, distanciamiento y otros, aunque a mí ya me haya dado. No sé si yo voy a ser uno de los reinfectados, si esta va a ser leve, asintomática o severa”, finalizó.
“Nos extrañamos porque pensábamos que ya tenía anticuerpos”
La reinfección por COVID-19 en el mundo es ya una realidad; sin embargo, la población sigue sin creer que esta le tocará a su puerta. Ese es el caso del enfermero de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital México, Jorge Garita, quien ha estado dos veces infectado.
Jorge, de 38 años de edad, fue diagnosticado con SARS-CoV-2 en el mes de marzo, de hecho, se convirtió en el primer caso positivo en el cantón de Palmares. Su primer episodio fue leve pues solo presentó tos y disnea (falta de aire); además, pasó aislado durante 28 días.
Hasta ahí todo parecía normal; no obstante, cuatro meses después volvió a infectarse con el virus y, esta vez, su cuadro clínico se complicó.
“En julio estaba trabajando en la UCI de COVID-19, en el séptimo piso del hospital y hubo un brote, salimos 10 personas contagiadas. En el caso mío nos extrañamos porque pensábamos que ya tenía anticuerpos. Me hacía falta el aire, me dolía el pecho, las costillas y los pulmones. A mí un neumólogo me dio un tratamiento para la casa, pero si no yo hubiera requerido llegar hospitalización. Duré 36 días aislado la segunda vez, me sentía muy mal”, señaló Garita.
“A mí me sirvió para acercarme mucho a Dios. Estar solo tanto tiempo y no poder acercarme a mis hijos y esposa fue muy duro. Además, también sufrí de mucha discriminación”, agregó.
Esta segunda infección, que fue más agresiva, le sigue afectando ahora, cuatro meses después de su segundo diagnóstico. “Estoy yendo a rehabilitación al INS. Me duele respirar, me ha dolido el pecho. Queda uno muy afectado. Yo no soy obeso, hipertenso ni diabetico, pero no me siento la misma persona que era antes, he perdido mucha fuerza y me siento cansado”.
Garita agregó que desde que sufrió la segunda infección no ha podido seguir haciendo ejercicios, pese a que antes se ejercitaba hasta cinco veces a la semana. Cuenta que le hace falta el aire cada vez que lo intenta, eso mismo le ha pasado en el hospital cuando “el trabajo se pone muy pesado”.
“No estamos exentos. Puedo ser muy joven o fuerte, pero igual me puedo morir. Ojalá que la gente realmente vea que esta infección es bastante delicada. La gente debería ser más consciente”, finalizó.