“Hoy es un día histórico; es la primera vez que un representante del sector cristiano ocupa la presidencia del poder de la República”, decía sonriente la vicealcaldesa de San José, Paula Vargas, sobre la elección de su marido, Gonzalo Ramírez, como presidente de la Asamblea Legislativa con los votos del Partido Liberación Nacional (PLN) y el concurso de otros votos de otros partidos en una jornada políticamente caótica.
Tiene razón Vargas, compañera de la fórmula que permitió a Johnny Araya retornar a la alcaldía de San José. El triunfo de la postulación de Ramírez, abogado y pastor evangélico del Partido Renovación Costarricense (PRC), sobre el oficialista Ottón Solís representa un hito en la escalada de poder que las fuerzas cristianas van consiguiendo en la política nacional con la participación de partidos tradicionales, en este caso el PLN.
Ramírez fue la “mano derecha” del actual candidato presidencial liberacionista, Antonio Álvarez Desanti, durante la legislatura en la que este se desempeñó como presidente legislativo.
Hoy Desanti se despide de ese puesto y de su curul para participar de lleno en la campaña presidencial, pero con la certeza de dejar en esa silla a un legislador de su confianza.
Los números indican que los 17 votos del PLN colocaron en el máximo escritorio de este poder de la República a Ramírez, el abogado por quien apostó Justo Orozco, reconocido dirigente del PRC, para sucederlo en la función legislativa y en la misión de llevar el mensaje cristiano a las aguas políticas.
La elección hizo sudar cristales a los diputados, pero a las 5:46 p.m. se aclararon los nublados: Gonzalo Ramírez como presidente legislativo, 48 horas después de que acompañaba a Álvarez Desanti a homenajear en nombre de la Asamblea Legislativa a la Alianza Evangélica, un grupo que reúne a la mayoría de iglesias cristianas evangélicas del país.
“Por su trabajo, entrega, dedicación, lealtad y compromiso con las luchas sociales”, pronunció el candidato presidencial verdiblanco en el acto realizado en el Parque de la Paz.
A su lado estaba Ramírez, un abanderado de la agenda llamada “provida”, impregnada de valores conservadores de la doctrina cristiana que comparte con buena parte de la Iglesia Católica. Ni derechos humanos plenos para población sexualmente diversa, ni aborto de ningún tipo, ni eutanasia.
Es más proclive a la idea de la mujer en la casa y el varón en la vida pública, como dejó claro cuando en 2016 dijo que no es bien visto para una mujer tomar café con alguien que no sea su marido.
“Mi esposa es periodista, pero siempre ha atendido el llamado por los niños; su llamado es a ser mamá”, decía en 2013 antes de saber que ella sería vicealcaldesa de San José como número dos de Johnny Araya en el Partido Alianza por San José, en el que ella no garantiza seguir.
El ahora presidente legislativo ha sido parte del llamo “bloque cristiano”, que forman también los legisladores Abelino Esquivel, Fabricio Alvarado y Mario Redondo, quien en la elección de esta tarde votó por sí mismo, aunque el reglamento legislativo indica que su voto se suma al que obtuvo más, al igual que otros seis diputados.
El pastor evangélico obtuvo 26, más los siete que se le sumaron por reglamento, y Ottón Solís se quedó con 24.
Fue entonces cuando comenzó a recibir felicitaciones este hombre, pastor de la iglesia Pasión por las Almas, que en 2013 se presentaba como sucesor de Justo Orozco.
“Estoy siendo obediente a un llamado de Dios”, decía en una entrevista en una casa en Pavas, aunque para entonces vivía en la provincia de Heredia junto con su esposa Paula y sus dos hijos.
En la campaña de 2014 se conoció también que el abogado enfrentó cuestionamientos legales por la irregularidad con unas firmas, por lo cual fue suspendido temporalmente del ejercicio como notario y cumplió prisión preventiva. Su caso no llegó a juicio porque concilio en una etapa preliminar.
Esto decía entonces Justo Orozco el 3 de setiembre de 2012: “Él (Ramírez) ha ido sembrando y va cosechando. La iglesia a la que él pertenece ya ha sembrado bastante con nosotros. Puso cosas materiales y tiene mucha gente en esa iglesia”.
No imaginaba que en ese momento estaba elogiando a quien en 2017 ascendería al máximo puesto del Poder Legislativo, aunque en meses recientes ha habido un distanciamiento y el PRC aloja un fuerte pulso político interno.
Así, en una jornada perfecta para sus aspiraciones, Ramírez logró conciliar el apoyo o neutralizar los votos de quienes desde la izquierda, el centro y la derecha le cobraron a Ottón Solís facturas de distintas épocas y colores.
El elegido de Justo Orozco es ahora la mano derecha del candidato presidencial del PLN… y su sucesor en la silla más alta de la Asamblea Legislativa.
