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El ‘tema CCSS’ ocupó a Chaves en setiembre y lo puso a explicar sus propias palabras

Ahora aclara qué quiso decir con "está quebrada" y señala "enorme presión financiera", pero también alude a beneficios de los trabajadores frente a los problemas de la institución, mientras la nueva presidencia ejecutiva espera nuevos criterios jurídicos sobre alza salarial. El frente se mantiene abierto.

El presidente Rodrigo Chaves dedicó buena parte del mes setiembre a enfrentar la controversia alrededor de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el aumento salarial a sus trabajadores y la situación financiera de esa institución, al punto de tener que salir a explicar lo que quiso decir cuando aseguró que “está quebrada”.

Lo hizo en su gira en Puntarenas, en una de las variadas ocasiones en que ha debido contestar preguntas sobre la CCSS, después de la destitución de su presidente ejecutivo, Álvaro Ramos, la designación de la sustituta Marta Esquivel y la divulgación de criterios jurídicos que hasta ahora no dejan claridad sobre la manera en que la junta directiva descongeló el alza salarial de entre 7.500 y 8.500 para aplicar de manera retroactiva lo aprobado desde 2019 para los 63.000 empleados.

La discusión en torno al alcance de la regla fiscal provocó que incluso criterios divergentes dentro del mismo gobierno, pues un oficio del ministro de Hacienda, Nogui Acosta, aseveró que esa medida de control de gasto permitía a la CCSS tomar decisiones de ese tipo sobre su presupuesto (oficio DM-2409-2022). En sentido contrario se han expresado Chaves y la nueva presidenta ejecutiva, Esquivel, quien recibió ese criterio de Acosta y ahora opta por casi un juego de palabras: mantener el aumento sin aplicarlo.

El propio Chaves vio necesario aclarar su polémica y criticada frase de “la Caja está quebrada” que dijo a los periodistas el domingo antepasado. Este miércoles lo que indicó fue que la institución tiene riesgos financieros que podrían obligarla a dejar de pagar las pensiones mensuales a los jubilados, pero en un futuro, en caso de no corregirse la situación actual.

También afirmó que la falta de recursos podrían hacer que en el futuro la CCSS deje de atender a una parte de los asegurados o empeore la calidad de sus servicios, también en el futuro de la institución mejor valorada por la población, con nota 7,3 en la más reciente encuesta de Idespo-UNA.

“Dije que CCSS está quebrada, pero no muerta ni dije que hay que cerrarla. Digo que hay que tomar acciones ya porque el flujo de pagos de pensiones es menor que flujo de ingresos de los cotizantes. Va a llegar un día en que CCSS dirá ‘no puedo pagarle a nadie la pensión’”, relativizando lo de “quiebra”. Sin embargo, después volvió sobre su frase original: “si eso no es estar quebrado ¿qué es?”.

“Este tema de que si está quebrada o no… acabo de explicarlo. Es una institución bajo enorme presión financiera y hay grupos que se benefician y no quieren ajustar. El principal objetivo es reconstruir la CCSS”, agregó sin identificar con precisión a cuáles grupos se refería, aunque era probablemente el de los trabajadores.

No cambia su posición: “la Caja está bajo la regla fiscal en la parte salarial, por lo que no se debe y no se puede pagar ese aumento; la ley es clarísima. Son 63.000 empleados y solo la parte retroactiva de ese aumento eran ¢29.000 millones, más otros ¢10.000 millones en el primer año”. 

Sin embargo, el discurso parece atenuarse mientras la cúpula de la CCSS espera nuevos criterios jurídicos, pues el jueves Chaves tuvo que volver a referirse al asunto en Puntarenas, durante la inauguración de un centro de salud de la CCSS en la comunidad El Roble, y dejó de lado el asunto financiero de la entidad. Prefirió interpelar a los funcionarios de la CCSS, al señalar un aparente pulso entre las condiciones salariales de ellos y las capacidades de la institución para atender los problemas mayores, como las listas de espera.

Yo entiendo que todos queremos progresar con nuestras familias, ganar más, vivir mejor, pero ustedes mejor que yo saben lo que está pasando y yo les ruego que mediten qué le está pasando a esta patria”, dijo este viernes en referencia indirecta al aumento salarial.

Las referencias de Chaves a personal de la CCSS no son nuevas, pues desde que era candidato presidencial, en febrero, aludió a los médicos de guardia nocturna como “vagos en pijama que inflan su salario”, hablando de abusos con las horas extra.

Ataco a los médicos que les gusta tener listas de espera para tener las guardias en pijama y duplicar el salario. Ellos ni siquiera usan uniforme, se acuestan a dormir y leen”, decía en aquel momento, antes de ganar las elecciones y nombrar a Ramos como presidente ejecutivo de la CCSS, para después despedirlo por no seguir la línea central desde Zapote.

Consultado por qué el rechazo al aumento salarial en la CCSS pero no al del Instituto Nacional de Seguros (INS), el mandatario dijo que esta es una entidad en competencia de mercado, que tiene una situación financiera mucho más solvente y que el impacto del incremento es muy reducido comparativamente.

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