La Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (CACORE) afirma que el sector pasa por momentos muy graves y que la situación actual se siente como “el camino a la muerte” de este tipo de negocios.
La integrante de la Junta Directiva de CACORE, Clemencia Palomo Leitón, aseguró que es hora de que las restricciones se flexibilicen en favor de estos negocios.
“Estamos listos. Nos urge abrir los fines de semana, nos urge ampliar el horario de atención. Permítanos trabajar de lunes a domingo, que la gente pueda decidir si consumen en el salón o lo llevan. Tenemos que detener el desempleo en los restaurantes”, pidió.
Palomo agregó que están trabajando en protocolos de atención, por lo que pidió al Ministerio de Salud que confíen en la labor que está haciendo el gremio.
“La gente se está autoregulando, ahora trabajamos al 20% de la capacidad. Por favor, no tengan miedo, la situación no se va a salir de control; nos comprometemos con la salud de nuestros clientes. Ya demostramos que estamos listos”, dijo la directiva de CACORE.
Cifras
La Cámara de Restaurantes brindó algunos datos del sector, basados en una encuesta realizada a sus miembros.
Según el estudio, en este momento hay 8550 negocios cerrados, lo que equivale a un 45% de los asociados a CACORE. Además, al 25 de abril se contabilizaban 121 mil desempleados, 12 mil más que en el mes anterior.
De los restaurantes que se mantienen abiertos, el 69% tuvo que hacer reducción una de planilla y el 25% tuvo que recurrir a reducciones de jornada de hasta un 75%.
Además, un 27% de los negocios ya decidieron cerrar en los próximos meses, mientras que un 43% considera muy probable tomar esta decisión.
Según CACORE, hasta antes de la emergencia por el COVID-19, el parque empresarial de restaurantes era de 133 mil empresas. De los asociados a la Cámara, 97% corresponden a micro, pequeñas y medianas empresas, que generaban empleo a 228 mil personas.
Solicitudes
Además del pedido de ampliar los horarios de atención, CACORE solicitó mayores moratorias para los restaurantes.
“En el caso de las patentes comerciales y de ventas de licores, que se nos cobra cada trimestre, si no estamos vendiendo y no hay negocio es muy difícil honrar esto. Estamos esperando que la Asamblea tome una decisión rápida porque ya se vence este segundo periodo”, aseguró el director de la Cámara de Restaurantes, Jorge Figueroa.
Figueroa agregó que los plazos dados por empresas de servicios públicos, como el ICE, el AyA o la Compañía Nacional de Fuerza y Luz son muy cortos, por lo que el sector continuará sin poder pagar cuando la moratoria termine.
Los representantes de Cacore insistieron en que su sector tiene un plan preparado para la atención del público y que ampliar los horarios es vital para su sobrevivencia.
