País Mano a Mano con Erwen Masís:

“El PUSC es muy de centro, pero puede avanzar hacia la izquierda o la derecha”

El jefe de fracción rojiazul afirma que los cálculos políticos ya no atraen al electorado, un recambio generacional que dice apreciar en su bancada.

Erwen Masís, jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), inició su trayectoria en la política muy temprano. Tanto así que asumió la alcaldía de San Mateo en 2002 cuando tenía apenas 20 años, estudiaba derecho y su partido apenas iniciaba el último de sus mandatos presidenciales desde aquel entonces.

La situación de la agrupación cambió. Escándalos que tocaron a dos expresidentes y el desgaste político de los partidos tradicionales desembocaron en una historia de la que aún no se reponen los rojiazules, aunque en estas elecciones mostraron una intensa mejoría, especialmente en las papeletas presidenciales

Estos resultados, en parte, Masís los atribuye a un recambio generacional que él además aprecia en la bancada que dirige, ahora no como un joven alcalde, sino como un joven diputado a sus 36 años.

Este “recambio” lo asume con pragmatismo y también lo observa en los votantes de su partido. Asegura que hoy el PUSC es una agrupación de centro capaz de moverse hacia la izquierda y a la derecha, un punto determinante para “establecer y determinar mayorías”.

Ustedes, en el PUSC, llegan como la cuarta fuerza en importancia del Congreso. Una Asamblea Legislativa dividida casi por completo en cuatro bloques. ¿Qué función tienen ustedes ese contexto?

— Habría que determinarlo también ideológicamente. El PUSC es muy de centro con la posibilidad de poder avanzar en proyectos hacia la izquierda o hacia la derecha. Tiene esa flexibilidad que no es tan sencilla para los otros partidos políticos. Nosotros vamos a ayudar en la composición del engranaje completo para las mayorías. Nosotros logramos el número, con al menos otras dos fracciones, para los acuerdos más complejos.

Nosotros también tenemos la intención de socializar el avance de la Asamblea Legislativa y para avanzar se requiere de algunos liderazgos y de buenas relaciones con el PAC, con el PLN y con Restauración Nacional. Con ellos coincidimos ideológicamente en muchos temas, aunque entre ellos quizás les cuesta un poco más lograr esos encajes.

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Por ejemplo, tenemos una buena relación con Restauración y coincidimos en muchísimos temas, pero también lo hacemos con Liberación en temas fuertes como abrir un poco los mercados,y también tenemos coincidencias con el PAC. Somos un centro que va a establecer y determinar mayorías.

Ahora bien, usted me habla de centro, pero estas elecciones dejaron un sabor de división en los partidos tradicionales. De camino a segunda ronda, PLN y PUSC enfrentaron divisiones internas y, en el caso de la Unidad, mientras Rodolfo Piza daba su adhesión a Carlos Alvarado, otro grupo importante de socialcristianos -incluido un diputado electo- hacía lo propio con Fabricio. ¿Cómo han iniciado las gestiones de esta bancada después de todo eso?

— Bueno, eso fue hacia segunda ronda. En la primera ronda estuvo muy unido el partido intentando ser Gobierno y estuvimos muy cerca. Para segunda ronda se toman acuerdos y se permite a todos los militantes tomar la decisión que ellos consideren más oportuna. A lo interno de la fracción incluso habían compañeros diputados que sentían más simpatía por Restauración o por el PAC, pero lo cierto del caso es que todos tenemos la consistencia de que somos oposición. Así lo quiso el electorado, somos oposición responsable y los acuerdos tomados a lo interno se respetan. Estamos construyendo una disciplina partidaria. Tenemos que discutir las cosas y llegar a puntos de encuentro. En esa línea vamos a mantenernos los próximos cuatro años.

Usted me dice que son oposición y técnicamente lo son, pero ¿cómo es ser oposición en este caso? Es un caso distinto porque su candidato presidencial ahora es ministro de Gobierno y otras figuras socialcristianas son parte del Ejecutivo…

— Nosotros, como partido, tenemos tres marcos de acción ya establecidos incluso de forma escrita, en los que estamos completamente dispuestos. Tenemos nuestro Congreso Ideológico, existe un Acuerdo Nacional establecido por varios partidos políticos en el que no coincidimos al 100% pero si en un porcentaje muy alto, y tenemos un acuerdo entre Rodolfo Piza y Carlos Alvarado, que también reúne varios de los otros puntos ya vistos.

Lo que esté ahí establecido nosotros pensamos que tiene todo nuestro apoyo, pero lo que no esté ahí establecido requerirá de análisis y construcción. ¿Por qué somos oposición? Porque no estamos articulados en aprobar todo lo que venga del Poder Ejecutivo, aunque sí vamos a apoyar todo lo que esté en esos tres marcos de operación. Lo demás lo tendremos que construir. En algún momento me entrevistaron y dije que no estamos dispuestos a darle un cheque en blanco al Gobierno y lo dije en esos términos.

Pero ciertamente la relación es más cordial tomando todo aquello en cuenta…

— Por lo menos nos da un radio para poder actuar, pero son acuerdos genéricos. También tuvimos desacuerdos dentro de ese acuerdo. Por ejemplo, nosotros pensábamos que era importante el ingreso a la Alianza del Pacífico, respetando la parte agrícola, pero los compañeros del PAC no querían entrar del todo en ese foro. Lo bonito de esto es que tenemos entregadas las cartas. Ellos saben en qué pueden contar con el respaldo de la Unidad y en qué no, y nosotros también. Podemos ver en qué proyectos tenemos el apoyo del PAC y en cuáles no. Nos da una buena posibilidad de avanzar en los acuerdos, pero también de construir lo que esté por fuera.

Cambiando de tema, estos últimos días han sido intensos en el campo fiscal con doña Rocío Aguilar en el Plenario y la pronta discusión del proyecto 20.580. Sobre ese documento o ese paquete de propuestas, ¿Qué planteará el PUSC que se modifique?

— Hay tres puntos con mayor rigurosidad, la primera es una deducción a la canasta básica, que tiene actualmente un impuesto establecido del 2% y nosotros proponemos que se baje a un 1%. Queremos que los recursos que dejen de percibirse sean impuestos a los premios de la Junta de Protección Social (JPS) porque es mucho mejor proteger la canasta básica que un premio de la lotería. Tampoco buscamos dejar desarmada a Hacienda porque el impuesto a la canasta básica permite dar trazabilidad para hacer controles cruzados, mejorar rentas y otras cosas.

La otra medida va en función de la productividad. Nosotros  consideramos que es absolutamente necesario que el país se estimule y que empiece a caminar. Veíamos unos gráficos esta semana en el que cada vez que el país empieza a producir más, también baja el déficit, casualmente en gobiernos socialcristianos. Históricamente la Unidad ha sido muy responsable en el tema de las finanzas públicas. Para esto hay que poner en marcha proyectos como el teletrabajo, Jornadas Cuatro-Tres, Banca para el Desarrollo y demás… Lo que hay que evitar al máximo es que el país se desacelere. Si se desacelera la producción usted puede poner un 13% por servicios pero, si la gente no tiene con qué pagarlo, un 13% de nada es nada.

También, pensamos que es muy importante el establecimiento de regla fiscal constitucional. Lo hemos venido diciendo e incluso la fracción anterior propuso el proyecto. Este proyecto tiene dos ventajas muy grandes: Una es que las dos principales inversiones del presupuesto son salarios y transferencias, pero las transferencias están establecidas por ley y algunas incluso constitucionalmente. Actualmente el Gobierno no puede establecer una priorización sobre esos egresos y la regla fiscal constitucional daría la posibilidad de que el Gobierno pueda tener esa flexibilidad. Supongamos, además, que contribuimos y hacemos un esfuerzo para solucionar el problema fiscal en un periodo de al menos dos o tres gobiernos, pero el tercero es despilfarrador y nos vuelve a pasar lo mismo, ahí la regla fiscal sería un freno para el Gobierno desde la Asamblea Legislativa.

Otros temas que de seguro causarán alguna especie de polémica en esta legislatura son aquellos relacionados con el aborto impune y el matrimonio entre personas del mismo sexo, tomando en cuenta que se tienen que seleccionar varios Magistrados y un Defensor de los Habitantes. ¿Una cosa influirá en la otra?

— Eso es parte del análisis aunque no es todo el análisis. Yo creería que no podemos descalificar a alguien sólo por pensar en una línea sobre esos temas en específico. Llevar todo a un solo tema ha sido, para mí, el error histórico de las votaciones. La constitución no es un tema, es un marco que regula muchos temas.

Ahora, para ser más específico, nosotros hemos dicho en el Congreso Ideológico que consideramos matrimonio como la unión entre hombre y mujer, pero creemos también en la necesidad de que se regulen los derechos civiles y patrimoniales de las parejas del mismo sexo. Incluso, estaríamos presentando nuestra propuesta sobre ese tema en particular.

Pasado el torbellino fiscal, ¿Qué prioridades quedarán para el PUSC en este cuatrienio?

— Las que te decía anteriormente, aunque no son proyectos de origen PUSC. Banca para el Desarrollo, me parece que hay que reactivarla. Son proyectos que van en la misma línea de lo que veníamos hablando y que buscan dar una solución financiera productiva al país.

También está “jornada cuatro-tres”, algo que ayuda mucho al sector turístico para que la gente trabaje un poco más durante cuatro días y tenga tres días libres, eso daría ventajas importantes en turismo principalmente, pero también ayudaría a refrescar tanto al empresario como a la composición familiar. Es decir, no es lo mismo pasar tres días en familia que sólo dos y más ahora, como es tan ajetreado todo, que uno sale en la pura mañana, llega en la pura noche y no puede compartir con los hijos. Ese es un buen proyecto que me gustaría que saliera.

Otro tema va a ser la reforma al empleo público, que la va a proponer el Ejecutivo y vendrá también a generar una demanda de tiempo. Ellos pidieron 12 meses para hacer ese planteamiento y en su momento se verá.

¿Y las propuestas del PUSC?

— Estamos construyendo una propuesta de leasing habitacional con un enfoque hacia los jóvenes. Es la posibilidad de que jóvenes puedan conseguir ese primer apartamento o primera casa, que actualmente es muy complicado tenerla porque existe la barrera de la prima. Nosotros queremos permear en esa prima a través de plusvalías y de un sistema de apoyo, el procedimiento ya se dio con éxito en Chile y estamos haciendo un trabajo para lograr tropicalizarlo y aplicarlo aquí. Es un contrato de arrendamiento con opción de compra, como los carros, entonces uno en lugar de estar pagando un alquiler va capitalizando por algo que en algún momento quedaría para uno mismo.

También nos interesan zonas marítimas y costeras, ahí tenemos un consenso entre todas las fracciones y estamos desarrollando un proyecto para la titulación de todo ese montón de kilómetros y metros de gente que vive en fronteras y zonas costeras. Se desarrollan con escuelas, colegios e iglesias, de todo, pero están establecidos en una zona que no se ha titulado. Eso es importantísimo, sumado con la titulación genérica de todos los proyectos del Instituto Nacional de Desarrollo Rural (INDER), parcelas que dan a agricultores que no pueden pedir un préstamo o disponer de eso hasta los 15 años, ese es otro proyecto.

Otros compañeros están trabajando también alguna regulación para plataformas digitales, donde entrarían Uber y otras; y yo estoy elaborando un planteamiento para la reforma de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), que permita darle productividad y que sea más ágil sin perder la protección que representa. La idea es que no vayan a durar año y medio aprobando un proyecto que permita una inversión de varios millones de dólares sólo por inoperancia.

Hay otros proyectos, como el empleo para joven estimulando a las empresas para que den trabajo a los jóvenes, pero vamos en esa línea.

Para ir cerrando, cuando usted empieza en política, abre como candidato a alcalde a los 19 años en un Gobierno del PUSC. Desde entonces, pasaron muchas cosas, ¿Qué responsabilidad sienten ustedes como diputados tomando en cuenta que gran parte de que la Unidad pueda volver a gobernar pasa por sus caras visibles como congresistas?

— Lo primero que estamos haciendo es no pensar en eso. Si empezamos a pensar en que lo que hagamos nosotros va a significar la posibilidad de que volvamos a ser Gobierno o no, vamos a terminar haciendo todo por cálculo y cuando las decisiones se toman sólo por cálculo político, no siempre se toman las mejores decisiones. Ahí, el aporte generacional que estamos dando es querer hacer cosas bien, hacer buenos planteamientos, llevar buenos proyectos de ley, ayudar los proyectos de ley propongan otros diputados que sean buenos, no obstaculizar el trabajo en la Asamblea, ser honestos en esa materia y me parece que los réditos pueden venir solos, si es que vienen. Si no, de todas maneras, nos toca que hacer un aporte honesto.

El error histórico en esa pregunta y que creo que algunas fracciones todavía lo están aplicando es tomar decisiones para obtener un resultado político electoral. Eso no es ni cerca lo que queremos hacer nosotros. Queremos hacer un planteamiento honesto con base en lo que creemos. Posiblemente algunas personas nos verán y nos dirán que no concuerdan con lo que hacemos, pero no tenemos que concordar. Les diremos que lo estamos haciendo porque creemos que eso es lo correcto.

Fue ese un error que hizo que el PUSC cayera en los últimos años…

— Hubo más errores, lo que pasa es que la Unidad todavía se ve como un partido tradicional y el que no cambia con el cambio, el cambio lo cambia. Es decir, la percepción de la gente… Además, te agrego un elemento, el perfil de los costarricenses que votaron en esta elección por nosotros es un perfil que ya demanda ese tipo de cosas. Hay un porcentaje alto de jóvenes profesionales que demandan transparencia y que hagamos las cosas sin pensar en cálculos electorales. Que hagamos las cosas creyendo que efectivamente vamos  impactar con políticas públicas a la mayoría de los costarricenses. Entendiendo lo que nuestros votantes establecieron, tenemos que buscar la misma consistencia para actuar.

¿Se ven como un recambio?

— Sí y es un relevo generacional además es auténtico por el modelo que nosotros tenemos, distinto al de otros partidos políticos. Por ejemplo, en el PAC el presidente electo puso a dedo cinco o siete de los diputados elegidos, ahí no hay una posibilidad auténtica de que exista un relevo generacional porque el candidato a presidente los elige. En Liberación Nacional está el mismo modelo, creo que son menos los que escoge, pero realmente es parecido. Algunos otros sí se ganan el espacio, pero en el caso de la Unidad el relevo sí fue real, en función de que la mitad de los candidatos que se ganaron el pulso codo a codo obteniendo votos, hablando con la gente. Ese relevo nos permite poder hablarlo y sentirnos orgullosos de que en algún momento los aportes deberían ser en la misma sintomatología. Tenemos cuatro años para poder demostrarlo, ojalá que nos vaya bien.

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