País

“El partido de Fabricio”: un experimento veloz en la competencia por el poder

La agrupación “Nueva República”, hija rebelde de Restauración Nacional, intenta consolidarse como un bloque opositor duro sin marcar aún diferencias.

La agrupación política “Nueva República”, liderada por el excandidato presidencial Fabricio Alvarado junto a ocho diputados disidentes de Restauración Nacional (PRN), corre para acabar este 2018 convertida en un nuevo partido que dispute el poder político en las elecciones municipales del 2020.

Esta sería la noticia directa, pero hay hechos paralelos al veloz cumplimiento de asambleas en los 82 cantones del país. “Nueva República” cierra el 2018 convertido en un bloque duro de oposición que mantiene su natural ideología cristiana conservadora, pero parece dispuesto a pelear por el espacio político con menos disimulos que su padre PRN o que el “abuelo” Renovación Costarricense.

Con ocho diputados, entre quienes destacan Jonathan Prendas y la excandidata a la vicepresidencia Ivonne Núñez, el bloque disidente del PRN se revela como un grupo con vida propia en el Congreso, donde mostró su oposición tajante a la reforma fiscal y al proyecto de Presupuesto de la República 2019; además de sostener un conflicto con el oficialismo por cuestionamientos sobre dineros en la campaña electoral.

Al frente se encuentra el periodista y predicador Fabricio Alvarado, un político que se postuló en 2017 más por casualidad que por ambición política y que ahora sí da pasos propios de alguien con propósitos de hacer carrera por el poder.

Es el rostro de la gran mayoría de costarricenses conoció en la campaña donde tuvo un protagonismo sorprendente al triunfar en primera vuelta y después obtener el voto de 839.092 ciudadanos. Con esos credenciales encabezó este 20 de noviembre la visita del nuevo bloque a la Casa Presidencial, para una reunión con el presidente Carlos Alvarado.

La cita, programada con el propósito de encontrar puntos de coincidencia, culminó con una rueda de prensa en la que Prendas reiteró la oposición total a la reforma fiscal (sin que se conociera todavía el fallo de la Sala Constitucional (que luego dejó el proyecto listo para la ratificación legislativa).

Aunque era esperable la persistencia del grupo en este tema, resultaba relevante que se dijera tan claro ahí mismo en Casa Presidencial.

No es no, parecía decir Prendas junto a Fabricio Alvarado, candidato que durante la campaña clamaba por la reforma fiscal, como lo muestra una cita publicada en varios medios después de haber ganado la primera ronda electoral, en febrero.

“(El proyecto de reforma fiscal) va muy en la línea de lo que nosotros hemos dicho. De alguna manera, podría esto patear un poco la situación y ayudarnos en los primeros meses (…) Nos satisface que, de parte de esta Asamblea Legislativa (2014-2018), haya la disposición de aprobar por lo menos ese plan”, decía entonces. Ahora, sin embargo, todo ha cambiado.

Alvarado no triunfó en la segunda ronda, pero se convirtió en un ocupado conferencista internacional sobre acción política para grupos cristianos. Apenas pasa por Costa Rica, o eso dicen sus encargados de prensa al contestar las solicitudes de entrevistas hechas por este semanario. Sin embargo, el excandidato sí ha asistido a otros espacios para hablar de su proyecto e intentar explicar por qué se alejó del PRN con el que estuvo cerca de ganar la Presidencia.

El conflicto de Alvarado y su grupo con Carlos Avendaño, fundador del PRN, era insostenible y fue público incluso antes de la segunda ronda, pero no fue posible hablar con el candidato sobre esto, sobre las acusaciones cruzadas en torno al manejo de millones de colones en campaña ni sobre el proyecto de “Nueva República”.

Tampoco se logró una entrevista con Jonathan Prendas, como lo ha sido desde hace al menos dos meses. Ni con su hermano Francisco, presidente del nuevo grupo político para este proceso de inscribirse como partido. “Están ocupados preparando las asambleas provinciales”, dijo el periodista que trabaja para ellos.

Además se pidió la lista de participantes de las 82 asambleas cantonales y la respuesta fue negativa, pues argumentan que aún no han sido validadas por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).

Otros políticos que estuvieron cercanos a PRN y a Fabricio Alvarado también prefirieron no hablar sobre ellos, o al menos no de manera pública. Igual no les sorprende la facilidad de la nueva agrupación para celebrar las cantonales en tiempo récord, pues reformas legales facilitan esos procesos y la agrupación es afín a algunas iglesias cristianas que pueden aportar personas en casi todo el territorio del país.

Nadie se atreve aún a hacer una clasificación entre las dos partes en que quedó convertida la fracción de 14 diputados electos en febrero bajo la bandera del PRN. Son tan conservadores unos como otros, dice uno de los políticos que trabajó con ellos en campaña, pero advierte alguna diferencia en los bríos con que nace “Nueva República”.

Puede tener razón y podría explicarse en la edad de los rostros más visibles: Fabricio Alvarado, los hermanos Prendas e Ivonne Núñez no sobrepasan los 45 años. Además, parecen comprender bien el valor de la imagen en política para trascender más allá de su población base.

No tienen, sin embargo, un negociador del “habitat” político, como sí lo es Avendaño, ahora convertido en rival después de la unión de conveniencia que mostraron él y Fabricio Alvarado en la campaña, con sus respectivos grupos de confianza.

El PRN ha dejado de ser la segunda fracción en tamaño en el Congreso y ahora son dos de tamaño mediano y dispuestas a sacarse trapos sucios mutuamente, sin que nadie se atreva a predecir si esto será mejor o peor para el movimiento de base cristiana que intenta crecer en poder político.

Ya no buscan incidir en el poder, ahora quieren tenerlo y las elecciones municipales parecen una buena tarima para probar si el éxito de este 2018 fue solo un buen accidente o si pueden capitalizar el apoyo que tuvo en zonas costeras y de menor desarrollo el PRN con la cara de Fabricio.

Avendaño se queda con una estructura ya formada. Fabricio Alvarado ha arrastrado a muchos dirigentes en el terreno, dijo una diputada que sí decidió mantenerse en el PRN. Dijo que “bastante gente se fue con ellos”, en referencia a “Nueva República” y sus postulados.

El acta constitutiva, presentada por Francisco Prendas ante el TSE, señala que la agrupación se rige por principios “republicanos”, definidos como aquellos que se rigen por “el imperio de la ley, la división y delimitación del poder político y el principio de igualdad”.

No obstante, siete líneas después dice que la agrupación se inspira en “los valores y principios más arraigados de la tradición judeocristiana”, ligada al “nacionalismo cívico”, al “respeto por la vida desde la concepción” y de la familia definida por el judeocristianismo, en coincidencia con la reivindicación política de grupos religiosos en contra del aborto y otras prácticas que consideran contrarias a su moral.

Además, dice que “Nueva República” combatirá las visiones que pretendan “mutilar la espiritualidad del ser humano” y coartar la expresión de la fe, aunque también proclama la igualdad total de los seres humanos, sin distingos de edad, raza o sexo.

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