Máster en Economía con énfasis en Economía Empresarial y Licenciado en Economía con Énfasis en Administración de Negocios, en ambos casos por la Universidad de Costa Rica, el nuevo ministro de Hacienda, Nogui Acosta Jaén, no es un rostro desconocido en esa cartera.
Durante los primeros 16 meses de la administración de Carlos Alvarado fue el viceministro responsable de los ingresos, cuando la economista Rocío Aguilar —hoy superintendenta de Entidades Financieras y de Pensiones— ocupó la jefatura.
Precisamente, Aguilar acompañó a Acosta durante la conferencia de prensa realizada el 28 de setiembre de 2019, en la cual hizo pública su renuncia al viceministerio, debido a que un negocio de su familia incumplía con el pago de impuestos y de cargas sociales.
Según reportó en su momento este Semanario, la sociedad de los Acosta, llamada HG Bambora, con cédula jurídica 3101095840, registraba deudas por más de ¢10,1 millones con Hacienda; los montos no pagados a la Caja Costarricense del Seguro Social ascendían a ¢15 millones, y al Instituto Mixto de Ayuda Social, ¢86.700. Además, estaba atrasada en los pagos al Fondo General de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares, aunque la magnitud de esta deuda no se detallaba en línea.
“Busco que la combinación de experiencia e ideas frescas nos permitan fortalecer la Hacienda Pública de nuestro país”. Nogui Acosta, ministro de Hacienda.
“A pesar de no ser quien tomaba las decisiones, estoy consciente de que el deber de cuidado es uno de los principales que uno debe tener cuando forma parte de una sociedad, y tal vez ese fue mi error. Si eso representaba algún problema para el Gobierno, mi responsabilidad era hacerme a un lado”, explicó entonces el ahora ministro de Hacienda.
La sociedad morosa era un bar llamado “Nogui’s”, ubicado en playa Tamarindo, Guanacaste, y la denuncia —explicó la nota de UNIVERSIDAD— y la información fue filtrada al Diario Extra por el ahora exdiputado Daniel Ulate, del Partido Liberación Nacional, quien abogaba por la aprobación de un proyecto para que Hacienda adquiriera un sistema de trazabilidad fiscal de las bebidas alcohólicas, el cual fue criticado por Acosta debido al alto costo que implicaría para el erario público.
Según comentó el entonces viceministro, su única conexión con el negocio familiar fue estampar su firma como tesorero en el año 1988. Sin embargo, también reveló que las utilidades del bar pagaban la colegiatura de su hijo, inversión que, según explicó, la hacía su padre.
Por otro lado, según reportó el diario La Nación, en la conferencia de prensa en la que Acosta anunció su renuncia, la entonces ministra Aguilar destacó la labor realizada por su subalterno: “Trabajó hombro con hombro”, para sacar adelante la reforma fiscal en un proceso de días y horas de discusión, afirmó.
“Definitivamente su compromiso, sus horas de trabajo, el 24/7 con que siempre se ha caracterizado y no tengo duda que continuará haciéndolo desde cualquier otra trinchera, es algo con lo que me encuentro muy agradecida”, agregó la entonces ministra.
Según Aguilar, la labor más destacada del funcionario en torno a la reforma tributaria fue para su puesta en marcha. “He aceptado su renuncia. Me ha dado sus explicaciones, que no hacen más que reflejar la calidad de persona que es”, añadió la funcionaria, según ese diario.
Tras su abrupta salida de Hacienda, Acosta regresó temporalmente a la Asamblea Legislativa y después laboró como asesor en la Superintendencia de Pensiones.
Antes de su primer paso por Hacienda, había acumulado experiencia como subgerente BN Seguros, del Banco Nacional, como asesor parlamentario del Partido Unidad Social Cristiana y como gerente general de Improsa Seguros.
UNIVERSIDAD preguntó a Acosta sobre los temas álgidos que afectan hoy a las finanzas públicas y que estarán bajo su cuidado durante la administración de Chaves.
Si bien la búsqueda del equilibrio fiscal y de mejores opciones de financiamiento, que eviten elevar las tasas de interés locales, siguen formando parte del núcleo de los problemas que ha de afrontar Acosta, ahora también debe sumar los efectos de la “guerra” cibernética que el país afronta por parte del grupo terrorista conocido como Conti, según las definiciones que usó el lunes el propio mandatario.
“Nos enfocaremos en facilitar la gestión de los contribuyentes y de los usuarios del sistema aduanero y no solo considerando el punto de vista de la gestión de la Administración”. Nogui Acosta, ministro de Hacienda.
Esta administración también despejó, el lunes, su posición con respecto al plan de endeudamiento en dólares diseñado por la administración Alvarado, pues introdujo en la agenda de Sesiones Extraordinarias de la Asamblea Legislativa el proyecto de ley heredado del gobierno anterior para obtener financiamiento en el exterior mediante una colocación de “eurobonos” por $6.000 millones (¢4,02 billones), durante un periodo de cuatro años.
De aprobarse, esta propuesta también facilitaría al Poder Ejecutivo endeudarse con organismos multilaterales o bancos comerciales hasta por $500 millones anuales (¢336.000 millones), bajo ciertas restricciones, para hacer frente a “situaciones de escasa liquidez local y dificultades temporales en el flujo de caja”.
El gobierno —y con él, Acosta— debe cumplir con el pago de ¢9,6 billones de deuda en los próximos cuatro años, el monto más alto acumulado por el país en los últimos 20 años.
Su nombramiento por la Administración Chaves ¿representa un corte abrupto con lo realizado por Hacienda bajo la Administración Alvarado?
—El compromiso de esta Administración es con la disciplina fiscal. Durante los primeros días como Ministro me enfocaré en hacer una evaluación integral de las acciones y políticas que realizó la anterior Administración. Aquellas intervenciones que mostraron ser efectivas y con resultados positivos, procuraremos darles continuidad. Recordemos que el Estado Costarricense tiene un compromiso con el Fondo Monetario Internacional. Aunque los primeros pasos ya fueron dados, es a la Administración Chaves Robles a la que le corresponde llevarla a buen puerto.
Los ojos de inversionistas y organismos internacionales nos seguirán muy de cerca durante los próximos meses, debemos darles certeza y seguridad de que nuestras políticas nos mantendrán en la ruta hacia la sostenibilidad fiscal.
El compromiso de la Administración es mantener la disciplina fiscal.
¿Cuáles son los temas prioritarios, en orden de importancia, que usted buscará abordar durante su gestión, basado en su experiencia previa?
—De manera inmediata, mis prioridades son tres: el pronto restablecimiento de los sistemas informáticos del Ministerio de Hacienda, el cumplimiento ordenado de la regla fiscal y la materialización de Hacienda Digital.
¿Cuál será su posición ante las solicitudes de distintas entidades públicas para que se las exima de la regla fiscal?
—La regla fiscal es un instrumento crítico para la consolidación fiscal de nuestro país. Es una herramienta que nos exige ser cada vez más eficientes y cautos con las decisiones del gasto público. Las señoras y los señores diputados deben entender que cada institución que sacan, cada rubro que exoneran, debilita nuestra gobernabilidad fiscal. Desde el Ministerio de Hacienda, nos abocaremos a satisfacer las necesidades presupuestarias de las instituciones públicas que así la requieran, dentro del margen de maniobra que permite la legislación, a fin de mantener el contrato social del cual nos sentimos tan orgullosos, sin embargo, también exhortamos a estas mismas instituciones a que realicen mayores esfuerzos para aumentar la eficiencia del gasto que realizan.
En general, ¿continuará con el manejo del endeudamiento realizado por sus antecesores?
—Coincidimos en algunos aspectos. En temas de financiamiento, nuestro objetivo es claro: hacerlo al menor costo posible, a la vez que se mejora el perfil de nuestra deuda. Debemos sacar provecho de las mejores condiciones que el financiamiento externo aún ofrece: los préstamos de apoyo presupuestario y las colocaciones en mercados internacionales serán vitales en nuestra estrategia de financiamiento de largo plazo.
¿Mantendrá la agenda de colocaciones de “eurobonos” heredada de la Administración anterior?
—Sí. Las condiciones financieras que aún ofrecen las fuentes de financiamiento externo son muy atractivas para nuestros fines. También debemos tener presente que, en enero de 2023, tenemos un vencimiento de eurobonos por US$1.000 millones. En caso de no contar con la autorización de colocación, nos veríamos obligados a buscar estos recursos en el mercado local, con lo cual generaríamos importantes presiones sobre la tasa de interés y tipo de cambio, lo que podría tener grandes repercusiones en inflación o las cuotas de préstamos que pagan las y los costarricenses.
¿Le preocupa el calendario de pagos que deberá afrontar a partir del presente año?
—Sí, hay tres temas de carácter internacional a considerar: las tasas de interés crecen a nivel internacional, hay una desaceleración del crecimiento económico, y una incertidumbre generada por la realidad geopolítica, que afectan las condiciones de la economía costarricense.
No obstante, dada la buena dinámica de la recaudación de impuestos y los préstamos de apoyo presupuestario, el flujo de caja del Gobierno tiene un margen de acción. Adicionalmente, las condiciones actuales apuntan a que contaremos con el financiamiento adicional de organismos multilaterales. Lo anterior, lo completaremos con una gestión oportuna de la deuda, para evitar que esta se convierta en un lastre para el desarrollo de la economía costarricense.
¿Cuáles objetivos persigue con los cambios de mando realizados al interior del Ministerio y con los viceministros/as que nombrará?
—Busco que la combinación de experiencia e ideas frescas nos permita fortalecer la Hacienda Pública de nuestro país: por el lado de ingreso, un enfoque más centrado en mejorar el acceso de los contribuyentes al cumplimiento de sus obligaciones tributarias y, por el lado del gasto, una gestión más integral de la deuda y el mantenimiento de una mejor disciplina fiscal
¿Qué hará de un modo diferente para combatir la elusión y la evasión fiscal?
—Desde una perspectiva meramente administrativa, fortaleceremos varios de los mecanismos que se han llevado a cabo para mejorar el cumplimiento tributario, gracias a una administración tributaria más activa y eficiente. Por ejemplo, debemos sacar mucho más provecho a la información que contiene la factura electrónica, esta nos permitirá tener una mayor trazabilidad del impuesto al valor agregado y del impuesto sobre la renta, permitiendo tener un mayor control tributario y de fiscalización.
Acá el uso de herramientas de procesamiento masivo de datos (Big Data) es un paso crítico: esto nos permitirá hacer fiscalización de los contribuyentes casi en tiempo real. Sin embargo, uno de los hitos más importantes para la Hacienda Pública costarricense en materia de gestión, control y fiscalización de impuestos se dará con Hacienda Digital (una iniciativa que impulsó fuertemente el Presidente Chaves cuando fue ministro de Hacienda), un proyecto de primer mundo que en materia de ingresos permitirá unificar los diferentes sistemas informáticos de este Ministerio, permitiendo mejorar el servicio al contribuyente, reducir tiempos de espera, facilitando el pago de impuestos, a la vez que mejoramos la transparencia, los controles fiscales y la recaudación.
¿Cómo hará para simplificar y hacer menos engorroso el pago de impuestos, el embarque y desaduanaje de mercancías, etc.?
—Con Hacienda Digital nos enfocaremos en facilitar la gestión de los contribuyentes y de los usuarios del sistema aduanero y no solo considerando el punto de vista de la gestión de la Administración. Esto vendrá a facilitar la declaración y el pago de impuestos, así como la dinámica del tránsito de mercancías, sin menoscabo de la recaudación de impuestos.
¿De qué modo preparará al Ministerio contra futuros ciberataques?
-Una vez levantados los sistemas, debemos tener los planes de contingencia y la estrategia de ciberseguridad necesarios para garantizar que no se vuelva a presentar una situación como la ocurrida.
