País COVID-19

El decreto de emergencia nacional permitirá a la CNE recurrir a ayuda internacional

L declaratoria de emergencia nacional contempla la solicitud de ayuda económica y técnica a organismos internacionales, como el BCIE y Naciones Unidas.

El presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alexander Solís, aseguró que el decreto de emergencia, firmado ayer por el presidente de la República Carlos Alvarado, permitirá adoptar una serie de medidas extraordinarias para atender la situación en el país por el coronavirus (Covid-19).

Como parte de estas medidas Costa Rica podrá solicitar recursos económicos y técnicos a diferentes organismos internacionales, así como hacer compras sin necesidad de recurrir al “procedimiento ordinario” y actuar de forma más expedita, se indicó.

“Este decreto nos permite obtener recursos de la colaboración internacional; por ejemplo, ya solicitamos un millón de dólares al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por concepto de emergencias. Hemos pedido a Naciones Unidas que nos facilite un consultor de amplia experiencia internacional en el manejo de desastres y ya estamos articulando el comité asesor técnico de asistencia internacional,  bajo el liderazgo de la Cancillería y la CNE”, explicó Solís.

CNE establece tres fases de acción

A partir de este momento, la Comisión se abocará a tomar medidas administrativas, operativas y económicas en tres fases, según informó su presidente.

En la primera etapa el trabajo se orientará a la asistencia directa para la contención y mitigación de la emergencia, mediante medidas para fortalecer las acciones institucionales, de soporte y de asistencia cuando así se requiera para atender a la población.

En la segunda fase se procederá a la rehabilitación o habilitación de servicios. De este modo, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) tendrá la potestad, bajo la figura de “extrema urgencia”, de tomar decisiones en la prestación de servicios, ampliar la capacidad hospitalaria, comprar equipos o usar instalaciones diseñadas para otro fin en la atención de la emergencia.

La tercera fase contempla la recuperación social y económica, de forma que se pueda reestablecer el país a la condición que tenía previo a la ocurrencia de la emergencia y, a la vez, que sea fortalecida para no enfrentar una situación similar en el futuro.

“Las etapas se establecen a partir de la necesidad que tenemos de prepararnos mejor, optimizar los recursos institucionales y poder utilizar la capacidad instalada para enfrentar más eficientemente las consecuencias que podríamos tener en adelante”, concluyó Solís.

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