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El BCCR mantendrá su estrategia frente al tipo de cambio

Su presidente afirma que una posible recesión económica en los Estados Unidos no es “inminente”.

Dado el régimen de flotación administrada del tipo de cambio del dólar que tiene el país, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) continuará utilizando “una mezcla” de instrumentos con el doble fin de permitir que las fuerzas reales del mercado se expresen, al tiempo que seguirá buscando incrementar las reservas internacionales en esa moneda.

Así lo afirmó a UNIVERSIDAD, Roger Madrigal, presidente de la entidad, al ser consultado sobre declaraciones de autoridades económicas tanto europeas como estadounidenses sobre la probable prolongación de la guerra en Ucrania y la posibilidad de que los Estados Unidos entre en una recesión.

Roger Madrigal, presidente del BCCR: “La existencia de interacción entre muchos agentes favorece el proceso de formación de precios en el mercado cambiario”. (Foto: Archivo).

“Con un régimen cambiario de flotación administrada, como el utilizado en Costa Rica, se busca que las fuerzas del mercado se manifiesten en el tipo de cambio”, dijo.

Y agregó que “existe incertidumbre por la duración del conflicto entre Rusia y Ucrania, por lo que el país ha de continuar con una mezcla de instrumentos, por una parte, permitir el ajuste en el tipo de cambio como ha ocurrido en los últimos años y, por otra, buscar formas para mejorar la posición de reservas internacionales. Asimismo, el BCCR tratará de reducir presiones cambiarias mediante el retiro de los excesos monetarios en el sistema financiero”.

En cuanto a una posible recesión económica en los Estados Unidos, respondió que “se reconoce que su probabilidad de ocurrencia ha aumentado, pero no es un hecho `inminente`”.

El 16 de junio, el BCCR, acordó aumentar la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 150 puntos base (p.b.), para ubicarla en 5,50% anual. Fue la quinta alza consecutiva desde diciembre de 2021.

Un día antes, la Reserva Federal de Estados Unidos elevó su propia TPM en 0,75 puntos porcentuales y la ubicó entre 1,5% y 1,75%. En su caso, se trató del mayor incremento desde 1994.

Como parte de las medidas para retirar el exceso de colones del mercado, el banco también acordó elevar gradualmente el encaje mínimo legal (EML) para los depósitos y obligaciones en moneda nacional, del 12,0% vigente a 13,5% en la primera quincena de julio próximo y a 15,0% a partir de la segunda quincena de ese mismo mes.

Además, aumentó del 12,0% a 15,0% el porcentaje de reserva de liquidez en moneda nacional que deben mantener las cooperativas de ahorro y crédito y las asociaciones solidaristas —exentas del encaje mínimo legal—.

Este aumento también será gradual, pues subirá a 13,5% en julio de 2022 y a 15,0% a partir de agosto del presente año.

Las medidas buscan controlar la tendencia al alza de la inflación causada por factores externos como el impacto de la invasión rusa de Ucrania en los precios de los combustibles y de los alimentos, así como la falta de fluidez en las cadenas de suministro de mercancías que se arrastra desde que inició la pandemia por COVID-19.

En lo que respecta a la inflación interanual local, el BCCR recordó que el Índice de Precios al Consumidor, alcanzó 8,7% en mayo pasado, el nivel más alto de los últimos 13 años, mientras que la inflación subyacente de ese período registró 5,7%.

Adicionalmente, el BCCR anunció que recurrirá a un nuevo préstamo con el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), por US $1.000 millones, a la emisión de US $6.000 millones en moneda extranjera —conocidos como “eurobonos”— y redujo a solo dos horas —de las 12 m. A la 1 p.m.— el funcionamiento de su Mercado de Moneda Extranjera (Monex), con el fin de contribuir a estabilizar el tipo de cambio.

Si bien el anuncio de esta estrategia contribuyó de inmediato a bajar el precio del dólar, que también estaba afectado por las expectativas de las personas, una semana después incluso superó levemente los 700.

Mientras que comprar un dólar el 23 de junio costaba ¢698,44 en el Monex, en la mayoría de los bancos, mutuales y puestos de bolsa se vendía en ¢701.

El economista Gerardo Corrales resaltó, entonces, que en la presión alcista del dólar también estaba influyendo la lentitud para que los préstamos externos de apoyo presupuestario sean autorizados por la Asamblea Legislativa.

“El tipo de cambio sigue una tendencia alcista porque hay demasiados colones detrás de pocos dólares. O sea, porque la oferta de dólares se ha visto reducida por la pandemia, que afectó el turismo y la inversión extranjera directa, y porque los préstamos de apoyo presupuestario que estaban supuestos de ser aprobados en la Asamblea Legislativa no han ingresado”, dijo Corrales.

“Se esperaría que, en las próximas semanas, con las medidas anunciadas por el BCCR, de ajustar el encaje mínimo legal y las reservas de liquidez y acudir al FLAR, la captación de dólares locales, junto con los préstamos de apoyo presupuestario y los eurobonos, se pueda estabilizar ese precio tan importante”, agregó.

Sin embargo, para el martes 28 de junio, al cierre de esta nota, el precio del dólar había vuelto a bajar. Su valor de compra más bajo en ventanilla era de ¢672 y el más alto de ¢684, mientras que su valor de venta más bajo era de ¢695 y el más alto era de ¢699, sin contar las casas de cambio.

En el Monex, el día previo, el menor precio negociado fue de ¢688,10 y el mayor de ¢695,00.

Este es un mercado electrónico de intercambio de dólares estadounidenses por colones, que el BCCR estableció desde el año 2006, el cual pueden usar tanto los bancos, y demás interesados, como el público general.

“La idea es que cada persona valore cuál servicio se ajusta mejor a sus requerimientos, el provisto por el intermediario cambiario o por el Monex”, dijo Madrigal.

“Perfectamente puede ser el caso que algunos agentes económicos encuentren que sus necesidades de intercambio de moneda son satisfechas por los intermediarios cambiarios, en tanto que otros agentes prefieran atender las tareas que involucran el aprendizaje e inscripción en el Monex y utilizar dicha plataforma para la compra y venta de dólares. Si bien, en principio, tanto el vendedor como el comprador obtienen mejores precios en el Monex, ello tiene que ser contrastado con los costos antes indicados”, agregó.

Pero resaltó que “la existencia de interacción entre muchos agentes favorece el proceso de formación de precios en el mercado cambiario, por lo que lo deseable es que los costarricenses evaluemos los costos y beneficios de usar tanto al intermediario cambiario como utilizar el Monex”.

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