País

Ejecutivo da cuatro razones para vetar la pesca de arrastre

Este viernes por la noche se anunció el veto total a la ley que permitiría la pesca de camarón por medio de la técnica de arrastre, que según el ejecutivo perjudicaría la imagen internacional, el medio ambiente y la situación económica

La falta de certeza científica sobre los impactos de la pesca de arrastre, la amenaza al empleo en el sector turístico y la pesca artesanal, el roce con los objetivos de Desarrollo Sostenible y la incongruencia del proyecto con «la visión sostenible, justa y próspera del Estado de Costa Rica a la cual aspira para su Bicentenario», fundamentaron la decisión del Presidente Carlos Alvarado de vetar la práctica de pesca de camarón con redes arrastre.

Este viernes por la noche Alvarado anunció en sus redes sociales el veto total a la ley “Aprovechamiento sostenible de la pesca de camarón en Costa Rica”, que se aprobó en segundo debate en la Asamblea Legislativa el pasado 24 de octubre. Al mismo tiempo, el mandatario envió una carta a Eduardo Cruickshank, Presidente de la Asamblea Legislativa, con los cuatro argumentos que explican su decisión.

Estas razones, indica la misiva del Ejecutivo, son a las que ha llegado tras analizar la información generada por el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), la academia, cámaras y otras organizaciones de la sociedad civil. Además, afirma, «ha escuchado con atención a los distintos subsectores que conforman el sector pesca, y ha seguido de cerca la tramitación del expediente».

Tras este análisis, la Presidencia esboza estos cuatro criterios que se resumen a continuación:

  • Carencia de certeza científica sobre el impacto de la pesca de arrastre en las comunidades costeras y el ecosistema marino:

El Ejecutivo asegura que hay ausencia de estudios técnicos sólidos y consolidados para demostrar la sostenibilidad de la pesca de camarón, a través de una reducción significativa de la pesca incidental y que este impacto se magnifica cuando se compara con el de otros modelos pesqueros.

Para poder tener esta «certeza científica», indica, se requieren estudios de grandes magnitudes y a lo largo del tiempo, que representan un costo enorme (que no está contemplado).

  • El impacto socioeconómico negativo

La práctica de pesca de camarón usando redes de arrastre representa, según la misiva de Alvarado, es «un peligro real para la estabilidad de otros oficios y de diversos sectores vinculados, toda vez que el número de empleos amenazados por la reinstauración de esta práctica pesquera (tomando en cuenta el sector turismo y la pesca artesanal), supera ampliamente cualquier posible cifra de creación de puestos de trabajo. Aproximadamente 14800 personas se dedican a la pesca artesanal».

Además, se considera la afectación que tendría la práctica, que mermaría significativamente el recurso marino sobre los recursos que generan los cerca de 150 mil turistas que vienen anualmente al país para practicar la pesca turística.

Adicionalmente, se analiza que la pesca de arrastre genera solamente unos 590 empleos directos, según una investigación de la Universidad Nacional, publicada en 2015 y se señala que «lejos de promover empleos acordes con los derechos humanos y la dignidad humana delas personas vinculadas, la actividad de pesca de arrastre potencia condiciones de trabajo contrarias al ordenamiento jurídico y a las obligaciones internacionales del Estado costarricense».

  • La contradicción con las obligaciones internacionales adquiridas por el Estado

De acuerdo con el texto, el país ha adquirido una serie de compromisos a nivel internacional relacionados con temas ambientales, productivos y sociales que violentaría al permitir que se desarrolle la pesca de arrastre.

Entre ellas, cita las metas 1 (fin de la pobreza) y 14 (vida submarina) de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el compromiso con la Organización Mundial del Comercio que realiza esfuerzos «para eliminar las subvenciones a la pesca que contribuyan a la sobrecapacidad y la sobrepesca» y la vinculación con el Comité de Pesca de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que trabajar en pro de que «la política pesquera nacional, entre otros aspectos, se base en la evidencia científica e incorpore un enfoque integrador».

  • La disidencia entre los objetivos de Desarrollo Nacional promovidos por el Gobierno de la República y la reinstauración de la pesca de camarón con red de arrastre

Finalmente, el Ejecutivo concluye que la instauración de la práctica pesquera de arrastre contradice los proyectos que la administración ha impulsado «con enfoque sostenible, desde la perspectiva económica, social y ambiental, que generen calidad de vida con beneficios directos a las comunidades costeras».

El texto asegura que el Gobierno promueve acciones para garantizar un océano productivo, sano y resiliente, proyectos tendientes a dinamizar la economía de las regiones y que generen bienestar para sus habitantes, espacios alternativos para las mujeres dedicadas al procesamiento de camarón, y otras.

«Desde el Poder Ejecutivo se ha trabajado y seguirá trabajando arduamente por la promoción del bienestar común en armonía con el medio ambiente, para ello se ha optado por el desarrollo sustentable de la actividad humana, como parte del derecho y el deber a un entorno ecológicamente equilibrado».

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