País Empresarios critican pasividad de organismo

Efectos de la reforma fiscal y altas tarifas de APM dividen a la Uccaep

Exlíder empresarial considera un error gremial plantear pelea entre empresarios y empleados públicos.

Una serie de cámaras empresariales le achacan a la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) un papel pasivo ante la reforma fiscal y sus efectos en la economía costarricense, así como los altos costos impuestos por la terminal portuaria APM Terminals.

Estos dos son los detonantes que tienen resquebrajada a la instancia que reúne a los empresarios y los cuestionamientos recaen sobre su presidente Gonzalo Delgado, quien a pesar de la insistencia de los medios de comunicación -incluido UNIVERSIDAD- ha delegado la vocería sobre este tema al vicepresidente, Álvaro Sáenz.

Y es que a pesar de que un amplio grupo de cámaras empresariales presionaron al Gobierno y apoyaron con vehemencia la reforma fiscal, pareciera que hoy consideran que los efectos que provocó no pueden ser asumidos por el sector empresarial.

Una lectura de los índices económicos del país y que tiene crispados a los empresarios revela, primero, una baja en las proyecciones de crecimiento de la economía, segundo, un desempleo de casi el 12%, tercero, una contracción de 8,1 puntos porcentuales en la inversión privada y cuarto, un índice de confianza que alcanzó uno de los niveles más bajos de la historia, con un 28,5%, según datos suministrados por la Cámara de Comercio.

Pero lo que más los hace comerse las uñas es la profunda contracción del consumo de los costarricenses, ya sea por problemas de desempleo, subempleo o desconfianza en gastar.

Solo para citar, uno de los sectores más dolidos por la parálisis económica producto de los problemas externos es el agrícola, pero también por los internos, con una caída en abril del -10% de crecimiento, el comercio igual tiene una reducción profunda.

Los empresarios quieren que la Uccaep impulse, con urgencia, una reforma en su estructura y en su forma de hacer las cosas. Esta instancia se ha transformado en un organismo con alta representatividad en diversos escenarios nacionales, pero con poco efecto.

Estas críticas se dan en un ambiente hostil entre los diferentes grupos gremiales y el retiro de tres cámaras de la Uccaep en las últimas semanas, que amenaza con sumar más.

Las cámaras que dejaron de ser parte del conglomerado empresarial fueron la Cámara de Industrias, la Cámara de Comercio y la Cámara de Bananeros, pero también analizan salirse, de no darse un cambio de rumbo en la Uccaep, la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio de Costa Rica (AmCham) y la Cámara de la Construcción.

Cada sector tiene sus demandas; sin embargo, la mayoría coincide en que la Uccaep requiere de una modernización para tener mayor participación y representatividad de sus miembros en diversas instancias nacionales e incidir en la mejora de las condiciones socioeconómicas y estabilidad para las empresas.

Juan Francisco Montealegre, expresidente de la Cámara de Exportadores, lo resume en que los sectores empresariales han venido a menos en su intervención en la política y la economía nacional, básicamente se han quedado sentados, esperando que alguien les resuelva los problemas.

“Pienso que cayeron en una trampa bien planeada, entablando una lucha de clases entre empresarios y empleados de Gobierno, nacida con la reforma fiscal; pensando que con bajar el gasto y reducir la burocracia el problema estaba resuelto. Los gremios se quedaron tranquilos, sin hacer mayores propuestas, sin proponer, dialogar o negociar, dejando en manos de terceros la solución a sus problemas; en este caso, los entes gubernamentales”, señaló Montealegre.

Montealegre dijo a UNIVERSIDAD que la pelea entre empresarios y funcionarios públicos rompió con el entorno amigable que se requiere para hacer negocios; las soluciones para paliar la crisis fiscal crearon desocupación, lo que genera inmediatamente una contracción de la economía y una baja en el consumo, que afecta a las empresas.

Sobre estos temas, Yolanda Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio, aseguró que ellos no le hacen reclamos a la Uccaep, pero que se van a enfocar en su propio gremio que sufre con fuerza la crisis económica.

“Junto con agricultura somos uno de los sectores más afectados, hemos tenido una pérdida de 30.000 puestos de trabajo en los últimos dos años y se han cerrado muchas empresas. Por ello, necesitamos un mayor liderazgo para impulsar con mayor fuerza las iniciativas de reactivación económica, y si eso implica hacerlo fuera de la Uccaep, pues así lo haremos, ya que necesitamos resolver”, señaló Fernández.

La empresaria indicó que van a exigir al Gobierno que los sienten en las mesas para tomar las decisiones pertinentes y apoyar en la búsqueda de alternativas que permitan una mejora de la economía costarricense.

“Nosotros presentamos la propuesta de rebajar las tasas y mejorar las condiciones crediticias de los consumidores, que es vital para el sector comercial, y estamos buscando fórmulas que permitan que la reactivación sea sostenible en el tiempo y no un paliativo. Por ejemplo, que las compras del Estado tengan una sola vía, que el gasto público sea contundente, que haya acceso a crédito del sector comercio, remozamiento de la banca para el desarrollo y se concluya con la ley de datáfonos”, añadió Fernández.

Recuperar la competitividad

Según el presidente de la Cámara de Industrias, otra de las que abandonó a la Uccaep, Enrique Egloff, se trata de un tema de competitividad, una que el país ha perdido en los últimos años y que demanda de un acompañamiento del sector empresarial.

Es necesario, dijo Egloff, que la cúpula aporte, ayude y sea un actor proactivo y no pasivo como lo ha sido en los últimos tiempos; además, que la Uccaep requiere con urgencia una gestión que le permita modernizarse para competir, transformarse y ser mejor, de lo contrario corre el riesgo de desaparecer.

“El sector empresarial requiere de una organización más firme y yo aspiro a que se está dando. La Cámara de Industrias es una organización que actúa y ayuda a la transformación el sector productivo en las diferentes áreas de capacitación, innovación, aportamos representación. La cúpula empresarial (entiéndase la Uccaep) debe jugar un papel sombrilla para ayudar a los gobiernos y a los costarricenses en los problemas que transversalmente tienen que ser atendidos, está urgida de una mejora de su gobernanza, su visión estratégica debe cambiar”, indicó el empresario.

Terminal portuaria: una piedra en el zapato

Aparte de la paralización del consumo, Juan Francisco Montealegre del sector exportador, ve a la puesta en operación de APM Terminals como la segunda piedra en el zapato en esta crisis, en particular para los exportadores

“Entró a funcionar con un personal que es incompetente para administrar un puerto, tuvo atrasos en la colocación de transformadores y plantas eléctricas, y aquí los empresarios se dejaron embarcar con cero negociaciones. Se supone que deben hacerse fiscalizaciones mensuales, pero a la fecha no se han hecho; ahí la Uccaep tuvo una intervención nula”, añadió.

Abel Chaves de la Cámara de Piñeros, quien, pese a no ser asociado directo de la Uccaep, sino a través de la Cámara de Agricultura, sí está valorando la situación del sector y la inactividad de la organización gremial, dijo que: “En el caso de la piña hemos afrontado una situación de bajos precios en el mercado, sobre todo en los de mayor incidencia de Costa Rica, que son Estados Unidos y Europa, y aunque sí hemos tenido condiciones adversas, las tarifas impuestas por APM Terminals nos ha afectado fuertemente”, indicó Chaves.

Desde su perspectiva los costos en la terminal portuaria afectan mucho al exportador y productor nacional, pues tras de que están con condiciones de mercado negativas les aumentan los costos en más de un 200 por ciento, según han denunciado los exportadores.

“Si revisamos el contrato con la empresa concesionaria, hay cláusulas que indican que las tarifas portuarias deben ser similares a las que hay en otros puertos con características parecidas, pero en este caso es lo contrario, tenemos un costo promedio de $515, mientras que en Sudamérica, Centroamérica y Estados Unidos el valor está en un 50% o 60% de ese precio”.

Adicionalmente, indicó que APM Terminals establece un precio máximo del servicio de carga y descarga de $261,62 por contenedor, pero hay navieras (sobre todo las relacionadas a la empresa concesionaria) que están cobrando hasta $570.

Uccaep se defiende

Álvaro Sáenz, de la Uccaep, aclaró a UNIVERSIDAD que son la cámara de cúpula del sector privado y que velan por principios generales de las empresas; por lo tanto, atienden temas relacionados con la libertad, la inversión, la tramitología, estabilidad macroeconómica, los impuestos y gastos del Estado.

“No es cierto que hemos sido pasivos, pero frente al precipicio fiscal al que casi nos enfrentamos como país tuvimos que abocarnos a ayudar a los diputados y al Poder ejecutivo a buscar una salida, apoyando un plan fiscal que redujera los gastos. Ahí tuvimos un papel significativo, así como en el tema de eurobonos, educación dual, teletrabajo y el proyecto de huelga. Además, han impulsado una reforma de la organización para funcionar mejor”, manifestó Sáenz.

Según el empresario, algunas cámaras se incomodaron porque el proceso de reconversión de la Uccaep estaba lento y decidieron retirarse como protesta, pero recordó que sin la participación de las cámaras ellos no existen.

Fue enfático en culpar del problema fiscal y de la desaceleración económica a los gobiernos de turno de los últimos doce años, señalando que el país vive la resaca de una fiesta de gastos del Estado. También, acusó a los empleados públicos de no ser cautos en sus gastos, con tarjetas de crédito topadas, a pesar de tener salarios superiores a los que perciben los trabajadores del sector privado.

“Estamos en una economía de la cual se abusó por años, pero esperar una recuperación inmediata es difícil y este es un reclamo de las cámaras. Nosotros lanzamos en junio un manifiesto con ocho estrategias para la reactivación económica y muchas se están cumpliendo, como la ley de huelgas, educación dual y teletrabajo. Sin embargo, es claro que hay sectores que están muy afectados, sobre todo en la parte industrial y comercial, además del golpe que significó la huelga”, dijo Sáenz.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido