Cuando el equipo de UNIVERSIDAD llegó a la Asamblea Legislativa el 21 de junio para consultar a los diputados que aparecen en juntas directivas de sociedades morosas con el Estado, la preocupación se extendió como pólvora en los pasillos y el plenario del Congreso.
Los reporteros tuvieron que esperar mientras los legisladores y sus equipos corrían a buscar los datos y las certificaciones sobre el estado de las sociedades en las que aparecen.
En medio de esa ansiedad colectiva, el diputado Eduardo Cruickshank, de Restauración Nacional, puso la nota jocosa al salir corriendo a pagar el pendiente de una de sus sociedades, sin que ningún reportero le hubiese hecho la consulta.
Cuando UNIVERSIDAD realizó el corte de las sociedades el día 13 de junio, ninguna sociedad relacionada directamente con Cruickshank aparecía con pendientes.
Sin embargo, el 21 de junio el propio diputado fue quien se percató de una deuda por ¢82.000, de la que de inmediato se hizo cargo por medio de transferencia bancaria y corrió hasta donde estaba el equipo de este semanario a mostrar el pago.
“Era un atraso de dos días, pero ya pagué”, dijo el diputado ante la sorpresa de estos periodistas que no lo tenían en su lista de pendientes.
Satisfecho y tranquilo, el legislador limonense volvió al Plenario Legislativo.