Edmundo González, reconocido como Presidente de Venezuela por el gobierno de Costa Rica y respaldado por una moción casi unánime por la Asamblea Legislativa de nuestro país hace una semana, fue recibido por los diputados, ante los cuales realizó un discurso en el que advirtió sobre el socavamiento de las democracias, a partir de sus mecanismos formales.
González visitó una Asamblea Legislativa que no pudo sesionar hoy por falta de quórum: al iniciar la sesión solo había 36 diputados, ante las ausencias de 8 diputados del Partido Liberación Nacional (PLN), 4 del oficialismo, 3 del Frente Amplio (FA), 2 de Nueva República (NR) y del Partido Liberal Progresista (PLP), y uno del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y de los independientes.
A pesar de ello, los diputados mantuvieron el acto para recibir a González, quien previamente fue recibido por el presidente Rodrigo Chaves en Casa Presidencial.
González asumió el liderazgo de la oposición, luego de que en enero del 2024 las autoridades electorales de Venezuela inhabilitaron a María Conchita Machado, quien había ganado las elecciones primarias. El 28 de julio se enfrentó al presidente Nicolás Maduro, y aunque el oficialismo proclamó una victoria de Maduro con un 51% frente a un 44% de Gonzáles, los opositores denunciaron un fraude, y mostraron actas que, aseguraban, era una victoria de más de 40 puntos porcentuales para la oposición.
Ante los legisladores, González externó el agradecimiento por el apoyo del pueblo costarricense, y recordó que ambos países compartieron hasta hace poco condiciones similares de ser referentes democráticos, que incluso recibieron a miles de refugiados de la región que eran expulsados por «feroces dictaduras militares».
«El destino ha querido que en el presente siglo, la hermosa Venezuela se haya desviado de esa senda virtuosa, y cuando las corrientes de la historia apuntaban en otra dirección, los peores elementos de nuestra tradición volvieron a emerger, primero a través de las armas y luego de las urnas», dijo.
González también advirtió que su país enfrenta en la actualidad uno de los males más característicos de nuestro tiempo, que amenaza a toda la región: el socavamiento de las democracias, a través de sus mecanismos formales, que se desvían para debilitar el Estado de Derecho, limitar las libertades e impedir la alternabilidad en el poder.
«En nuestro caso, una coalición heterogénea y populista, preñada de ideas nefastas y reñida con las democracias liberales, logró hacerse con el poder para enquistar en el Estado una camarilla autoritaria», dijo, y que provocó que alrededor de 8 millones de venezolanos, una cuarta parte de la población, saliera del país.
Por su parte, el presidente legislativo Rodrigo Arias realizó también un discurso, en el que resaltó que para el Congreso «era un honor» recibir al «Presidente de la República Bolivariana de Venezuela», y manifestó que Costa Rica «no podía permanecer indiferente ante el sufrimiento del pueblo venezolano, que vive bajo la opresión de una dictadura que despoja a sus ciudadanos de sus derechos».
Posteriormente, González fue saludado por las fracciones legislativas, para finalizar el acto.
