Para el cuarto trimestre de este 2017 es probable que la economía crezca entre un 3% y 4%, rango que se mantendría hasta finalizar el año, de acuerdo con el más reciente Pronóstico del Desempeño de la Economía del Instituto de Investigaciones de Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica.
El incremento acumulado de los últimos 12 meses, a junio de este año fue de un 4,2%, esto implica que el crecimiento de la economía tendrá una tendencia menor al cierre del 2017.
Esta situación se explica con una mayor inflación, de hecho, la más alta en los últimos años, lo que podría incidir en el nivel de consumo para fin de año. Esto debido al incremento de los precios de los combustibles que tuvieron un ajuste al alza, cercano al 20%, entre diciembre y setiembre.
“Además se dio un incremento en las materias primas, un elemento relacionado con los efectos climatológicos que afectan los precios de insumos para la producción, así como aumentos en la educación y salud. Estos dos factores no pueden ser sustituidos fácilmente por las familias, así que éstas deben asumir su incremento”, explicó Rudolf Lücke, investigador del IICE.
El bajo crecimiento también se explica por una reducción en el consumo privado, esto implica que el costarricense está comprando menos de lo que compraba hace meses y se prevé que este comportamiento se mantenga para noviembre y diciembre.
Para Lücke, un elemento positivo para la economía es que el tipo de cambio se ha mantenido estable por parte del Banco Central, esto implica que cuando las personas van a comprar productos importados -que son la mitad de lo que se consume en el país-, éstos no aumentan de precio, un alivio para los bolsillos de los consumidores.
“Otro factor positivo es que el gobierno, a pesar de la crisis fiscal, ha contenido el gasto, no ha crecido mucho en planilla ni ha aumentado salarios, lo que ha logrado contener hasta cierto punto la parte fiscal”, añadió el experto.
Al analizar los últimos doce meses, el déficit del gobierno central ronda los ¢142.000 millones mensuales, que son financiados con deuda interna, a tasas que superaron, en las últimas emisiones, el 8% en promedio.
El gasto total del gobierno se incrementó en un 9,34%, pero vinculado a un mayor pago de intereses y no tanto al gasto como tal, lo que genera un incremento del déficit. De no haber contenido el gasto en planilla y salarios, se hubiera disparado aún más.
Indicadores en contra
Cuando se trata de los indicadores de crédito la realidad no es tan positiva para el país, como lo era hace unos años. Los préstamos no están creciendo y la tasa básica pasiva se mantuvo entre un 4,45% y un 4,7%, desde setiembre de 2016 a mayo de 2017.
Los bancos públicos y privados aumentaron su tasa de captación, y quienes habían optado por trasladar sus créditos a dólares, tuvieron que devolverse, por ser una operación inestable y esto genera costos.
“El crecimiento de algunos sectores productivos no ha sido apropiado, como en Construcción, que está muy relacionado con el crédito, porque la gente se financia con la banca para construir. Algunos servicios como los externos, call centers y outsourcing se han mantenido estables, pero servicios financieros ha bajado”, explicó Lücke.
Empresarios prevén estabilidad en empleo
Como parte de la Encuesta Trimestral sobre la opinión de los empresarios del IICE, solo un 0,6% de los encuestados consideran que podría incrementarse la contratación estos meses, pero la mayoría considera que los puestos actuales se mantendrán estables.
En las expectativas de generar empleo en el sector agropecuario, manufactura y construcción se presentó un alto deterioro, sobre todo construcción que se redujo en 39 puntos porcentuales.
Manufactura señaló como elementos en contra el aumento en los costos de producción, insumos y cargas sociales, que podrían incidir en el comportamiento del empleo.
Las empresas que están más positivas son las que se benefician de las actividades de fin de año, como las de transportes, hospedaje y alimentación.
“En comercio y servicios las expectativas de crecimiento son positivas, los empresarios esperan mantener una estabilidad en la planilla, pero no pretenden hacer grandes cambios. De hecho, solo 10 de cada 100 empresas esperan aumentar su planilla”, concluyó Gabriela González, investigadora del IICE.
