La economía costarricense presenta índices que en primera instancia parecen positivos, sin embargo, el crecimiento económico ha sido lento, con una variación interanual del 3,05% -sin incluir la actividad de Zona Franca-, es insuficiente para que los agentes económicos sientan bienestar.
Así lo confirmó el experto y gerente de Banco Cathay, Hairo Rodríguez, quien llevó a cabo un análisis de la situación económica del país en los últimos períodos y que aseguró que estas cifras de crecimiento se han mantenido en los mismos niveles por períodos prolongados.
Por su parte, Rudolf Lücke del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE), explicó que el Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido a ritmo menor al que se venía observando, con un 3% interanual al mes de abril, mientras que para el mismo período del año pasado el incremento era de un 4%.
Con este índice, indicó el experto, es difícil que se reduzca el déficit fiscal o que se disminuya el desempleo o la pobreza, aunque en efecto la economía se mantiene estable.
“Hay sectores que han tenido una fuerte incidencia en este índice, como la caída en la actividad económica de Electricidad, Agua y Servicios de Saneamiento, así como una reducción en el dinamismo del sector de hoteles y restaurantes, entre enero y junio de este año. Eso indica que la gente está saliendo menos y refleja un síntoma negativo de la economía, pues cuando eso sucede implica que las personas tienen menores ingresos o poca confianza”, añadió Lücke.
Hay sectores que sí han mejorado un poco, pero que no jalan la economía lo suficiente, tal es el caso de los servicios profesionales que han tenido un comportamiento favorable, la construcción privada que se recupera poco a poco, pero la construcción pública no avanzó lo suficiente.
En este sentido, cuando el Gobierno le inyecta a este sector y genera proyectos de infraestructura, se acelera fuertemente. En la misma línea, el sector exportador ha tenido índices de recuperación que alcanzan el 8%, lo que implica una mejora en el déficit comercial.
Normalmente uno de los motores que más incentivaron en años anteriores la economía fue la demanda interna, con niveles que oscilaron entre el 4% y el 5%, generando negocios e incentivando a producir, pero para este período interanual bajó a 1,9%, aunado al consumo del gobierno que también bajó a 2,6%.
A pesar de que el país ha mantenido en los últimos tiempos tasas de interés bajas, niveles de inflación bajos y un tipo de cambio estable, parece que no se ha logrado una traducción a mayor expansión económica.
“Tomando en cuenta que nuestro mayor socio comercial, Estados Unidos, ha tenido una efervescencia bursátil que no es coherente con el crecimiento económico y no ha logrado recuperarse, podemos decir que el panorama es conservador”, enfatizó Hairo Rodríguez.
Gasto público contenido
Para el gerente de Cathay, a pesar de que el Gobierno ha venido sosteniendo el gasto se ha dado en el último período interanual un repunte muy marcado, con una deuda del 45% el año pasado, los números siguen creciendo y un riesgo latente frente a un año de campaña electoral en la que posiblemente se incrementen las acciones para mejorar la imagen del Gobierno.
Este es un tema esencial en todos los índices económicos del país, pues se trata de generar confianza para poder entrar a discutir otros temas, como iniciativas tributarias, un asunto que se quedó, probablemente para la próxima administración.
Pero uno de los mayores cuestionamientos de Rodríguez es el mercado cambiario, en el cual se ha dado una intervención constante del Banco Central para mantener lo más estable posible el tipo de cambio, con respecto al dólar.
“En Costa Rica se ha dado un ajuste del 6% en 12 meses de la Reserva de dólares del Banco Central, porque este sostiene e interviene recurrentemente en el comportamiento de la moneda. Para el 2015 la reserva era de $8.500 millones, en 2016 $8.000 millones y para este año ya llevamos $6.812 millones. No hay un mercado financiero libre, sino administrado, pero el uso de la reserva tiene un límite”, señaló el experto.
Aunque Rodríguez aseguró que hace dos años era correcta la intervención del Banco Central para evitar cambios abruptos en el tipo de cambio, pero que debe variar la tendencia.
Para Rudolf Lücke de la UCR, el uso de las reservas del Banco Central es una política normal y aseguró que la entidad aún tiene margen para continuar con esta tendencia, de ser necesario, por lo que no hay que asustarse de que se vayan a acabar las reservas; no obstante, consideró que se debería dejar más libre la moneda.
“Hay presiones del tipo de cambio, pero han sido contenidas, hubo una pérdida manejable de reservas, pero no puede estarse repitiendo. Por otra parte, la inflación creció bastante en el último mes y se espera que alcance el 3%, que es alta para los pronósticos”, señaló Lücke.
El crecimiento económico será cercano al 3%, al igual que la inflación, pero frente a un panorama económico como el actual, acotó el experto, es más positivo mantener el índice en ese nivel, porque una más alta tiende a afectar a los hogares de menores ingresos, golpeando a productos de mayor consumo.
“Frente a una realidad económica en que no mejoran los índices de pobreza y desempleo es mejor tener una baja inflación”, señaló.
Consumo y dolarización
Los créditos de consumo han tomado la batuta en la economía y el sector bancario, con un repunte en créditos, tanto en colones como en dólares, pero con la particularidad de que son los préstamos de consumo (de personas) los que han sostenido el nicho.
El asunto con los créditos de consumo es que generan un impacto positivo de corto plazo, contrario a que si una empresa solicitara un préstamo para desarrollar un edificio, comprar maquinaria o equipo que incide directamente en el incremento del Producto Interno Bruto del país, por un período de unos seis trimestres.
“Los créditos de consumo no tienen impactos sostenibles, pues son utilizados ya sea para vacaciones o gastos, entonces su incidencia en la economía es menor”, aseguró Lücke.
Otro tema que ha mostrado una tendencia interesante es el cambio de moneda de los ahorrantes, pues se ha dado un fenómeno en que las personas están cambiando sus ahorros de colones a dólares.
Esto es un factor interno contundente, porque tiene costos para los ahorrantes, al trasladarse de una moneda a otra, pero da la impresión de que tienen confianza y certeza de que la moneda internacional tenderá al alza.