País

Dos campañas de mundos diferentes alistan la carrera hacia la segunda ronda

Figueres y Chaves transitan por caminos distintos y con obstáculos particulares en busca de una parte de los 2,7 millones de electores que el 6 de febrero no votaron por ninguno de ellos dos. 

Uno representa a la política más tradicional y otro se presenta como el disruptor. Uno se recogió en los primeros 10 días tras confirmar su pase a la segunda ronda y el otro se aceleró más al consolidarse como el factor sorpresa. Uno apenas ha aparecido en alguna foto con su principal diputado electo, Rodrigo Arias, y el otro ha hecho de ella, Pilar Cisneros, su máquina de popularidad.

José María Figueres Olsen se juega el trabajo de diez años para volver al poder, y Rodrigo Chaves hasta hace un año ni había mencionado su plan de llegar a la silla presidencial. El primero optó por replegar velas para redefinir el camino hacia la segunda ronda, y el segundo va montado sobre una ola de euforia que también salpica a sus simpatizantes. El primero no parece enorgullecer demasiado a sus seguidores, y el segundo puede verlos celebrar su imprevisto y triunfante segundo lugar.

Alicia Fournier, jefa de campaña del PLN. (Foto: archivo)

Figueres enarbola la bandera del Partido Liberación Nacional (el PLN fundado por su padre hace más de 70 años) y Chaves es el candidato que estrenó en esta campaña al Partido Progreso Social Democrático (PPSD) fundado por gente que ni siquiera conocía. El hijo del caudillo se ufana de los 18 o 19 diputados liberacionistas electos para 2022-2026, y el hijo del chofer del caudillo apenas tiene la mitad. El primero recibió el voto de medio millón de costarricenses, y el segundo tuvo el de 300.000.

Todo esto condiciona a las dos candidaturas presidenciales en la segunda parte de la campaña electoral después de saberse clasificados para la elección definitiva del 3 de abril, a pesar de algunas similitudes como su perfil personal y haber hecho un movimiento significativo para el contexto: el nombramiento de una mujer como jefa de campaña para las semanas siguientes.

Joselyn Chacón Madrigal, novata en la política nacional, se presenta como cara de la campaña de Chaves, y en la acera del frente lo hace Alicia Fournier, exdiputada, exviceministra de la Presidencia y exdirectora del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart). Ambas fueron confirmadas apenas en la primera semana, conscientes del peso de la mujer en una votación y de la discusión sobre el acoso sexual por el que fue denunciado Chaves cuando fue funcionario en el Banco Mundial.

El protagonismo en entrevistas y actos públicos, sin embargo, lo mantienen Chaves con su socia Cisneros, por un lado, mientras en el otro bando Figueres intenta presentarse como el líder acompañado de equipos de gente experimentada, aunque siguen siendo su rostro y su voz los elementos dominantes en la publicidad o en entrevistas en medios.

Así, los candidatos dan sus primeros pasos durante un período de ocho semanas, uno de los más largos que existen en un país de América Latina entre primera y segunda vuelta. También se han movido con la estructura territorial, sabiendo que el PPSD apenas tiene bases y que el PLN se jacta de poseer a más de 40.000 partidarios trabajando en la movilización en los terrenos.

Chaves se ha enrollado las mangas para visitar zonas fuera de San José, como en la gira del fin de semana pasado, que lo llevó por el Pacífico Central y hasta Pérez Zeledón, acompañado desde luego por Cisneros y aferrados ambos a un mensaje crítico contra el sistema político tradicional, incluida la pureza del proceso electoral. Chaves y Cisneros advirtieron de un supuesto riesgo de “chorreo de votos” el 3 de abril, dando un paso más en el camino retórico que empezó con los calificativos directos contra la prensa, a las alusiones a “sectores poderosos” y el mensaje de la anticorrupción que dicen encarnar.

“Chaves ha presentado un estilo similar al que traía, sin que se evidencie un  replanteamiento de su narrativa, quizás sí con una mayor intensidad”, comentó Eugenia Aguirre, politóloga del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica (UCR). La lógica parece sencilla:  la fórmula de palabras altisonantes y confrontativas (“yo me como la bronca”, “soy un valiente”…) le resultó para salir del anonimato y para superar a los candidatos que lo superaban en intención de voto, por lo que debería ser útil también para ganar en una segunda ronda. Entonces, doble dosis, incluidas las referencias a gobernar por referendo para sortear las probables oposiciones legislativas, en manos de las cuales estaría el 85% de las curules de la Asamblea Legislativa.

En el PLN parece comprobarse que no esperaban tener como rival a Rodrigo Chaves, señala Aguirre. El candidato Fabricio Alvarado y la aspirante Lineth Saborío parecían más probables y se plantearon escenarios para ello, pero el ascenso de Chaves obligó a pensar dos veces la campaña. Es el candidato que mejor calza con los sectores que cuestionan a Figueres por su pasado, sus interrogantes y las del partido en general. Los verdiblancos tampoco tienen a mano las banderas del progresismo ni del feminismo, esas que mantienen el dedo colocado sobre las conductas sexuales que se le achacaron a Chaves.

La reacción ha sido entonces conservadora. El PLN se presenta como defensor de la institucionalidad y del sistema democrático, como una opción conciliatoria que contrasta con la confrontación de Chaves y Cisneros, además de insistir en ser el partido que tiene los equipos indispensables para gobernar y que no tiene adversario.

Figueres y Chaves intentan así atraer a los más de 2,7 millones de electores que no votaron por ellos, sino por otros candidatos o por ninguno. Ahí entra en juego el apoyo que desearían tener de alguno de los partidos que obtuvieron al menos representación legislativa, sin que en estas dos semanas se han manifestado respaldos en una u otra dirección.

Todo lo contrario, Figueres y Chaves pueden olvidarse ya de alguna voz de apoyo de parte de la excandidata Lineth Saborío, quien el martes avisó en conferencia de prensa que no tomará bando alguno. Es decir, que no hará lo que cuatro años atrás hizo el excandidato Rodolfo Piza, al apoyar a Carlos Alvarado para la segunda ronda. Sin embargo, grupos aislados del socialcristianismo sí han manifestado inclinación por Chaves, al igual que algunos dirigentes aislados de algunos partidos que quedaron fuera el 6 de febrero.

Jefa de campaña del PLN: “vamos a una campaña de soluciones y optimismo”

La campaña del candidato José María Figueres para la segunda ronda electoral se centrará en las soluciones que el país necesita y la capacidad de gobierno, pero con un tono de optimismo que intente elevar el desánimo propio de la pandemia, dijo la nueva jefa de campaña del Partido Liberación Nacional (PLN), la exdiputada Alicia Fournier.

“Hablamos de una campaña de profundidad con soluciones para los problemas complejos que tiene el país, pero apostando por la forma costarricense de paz y de confianza en lo que tenemos”, dijo Fournier a este semanario, de acuerdo con la línea de dos cortos publicitarios que han circulado en las últimas dos semanas.

Fournier también aseguró que en adelante habrá esfuerzos por mostrar al equipo que rodea a Figueres, más allá de las meras alusiones que el candidato ha señalado como una ventaja suya en relación con Rodrigo Chaves, su rival para el 3 de abril.

“Queremos mostrar una propuesta abierta a toda la población costarricense, conscientes de que necesitamos a todos los sectores de la sociedad para responder a los problemas diversos; queremos mostrar que sabemos dialogar”, agregó Fournier.

Al ser consultada por el adversario, Fournier dijo que tratarán de centrarse en lo propio. Aunque reconoció que en el PPSD puede haber gente preparada, criticó el tono de los mensajes hasta ahora: “han mostrado un discurso duro, que maltrata y que muestra un ansia de poder terrible, de desconocimiento de cómo es gobernar este país”.

UNIVERSIDAD intentó conversar también con la jefa de campaña del PPSD, Joselyn Chacón, pero no contestó a las gestiones realizadas para tener sus declaraciones.

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