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Distinto a lo que creíamos, la pobreza no se estancó en las últimas dos décadas, según nuevo estudio

Investigación concluye que más bien hubo una reducción de la pobreza, al pasar de 26,9% a 18,9% en últimos 23 años

Probablemente -más de una vez- usted haya escuchado que la incidencia de la pobreza en Costa Rica está estancada en torno al 20% desde 1994. Es una afirmación que se oye con frecuencia entre académicos, políticos y medios de comunicación.

Sin embargo, un nuevo estudio, -elaborado por la Academia de Centroamérica-, asegura que esa afirmación es incorrecta y que, más bien, la pobreza se redujo entre 1994 y el 2017, al pasar del 26,9% al 18,9%.

Esas estimaciones se realizaron  con base en las mediciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples hasta el año 2009 y de la Encuesta Nacional de Hogares desde el año 2010.

Pero entonces, ¿por qué los resultados son distintos a los que se han dado históricamente y que han mostrado el estancamiento del índice de pobreza?

Porque el INEC ha variado sus metodologías de medición de ingreso de los hogares en distintos momentos, lo cual hace que algunas series estadísticas no se puedan comparar con otras, según lo ha dado a conocer esa institución siempre que ha realizado alguna variación metodológica.

Además, en algunos años, en el país han cambiado los criterios que se emplean para medir la canasta básica, la cual es utilizada como referencia para determinar la línea de pobreza.

Los investigadores Andrés Fernández Aráuz y Ronulfo Jiménez Rodríguez ajustaron la metodología empleada por el INEC para construir una serie comparable en todo ese periodo, por medio del método de la Línea de Pobreza (se utiliza la canasta básica como parámetro).

 

Andrés Fernández y Ronulfo Jiménez son los autores de la investigación.

Eso les permitió detectar una tendencia general a la baja en todos los 23 años, pero también determinaron que en ese lapso existieron dos subperiodos:

“Uno que va de 1994 a 2006 en el cual sí es cierta la existencia de un estancamiento de la incidencia de la pobreza, definida como porcentaje de hogares pobres con respecto al total de hogares del país. Pero hay un segundo subperiodo que va de 2006 a 2017 en el cual sí hay una disminución de la pobreza. En este segundo subperiodo no solo ha disminuido la incidencia de la pobreza, sino que también ha disminuido la pobreza extrema y la proporción de hogares vulnerables”, dice el estudio presentado este jueves, en un evento en el que participaron académicos y funcionarios del INEC.

Según el informe, en 1987, la incidencia de la pobreza era 36,7%. Mientras que los datos oficiales dicen que ese año la pobreza incidía en 29% de los hogares.

“Esto no significa que el INEC ha calculado mal la pobreza, sino que el INEC no puede cambiar las cifras que oficializa cada año y que nosotros, para un estudio de corte académico, sí podemos, pero que esto no cambia la serie oficial, porque el dato oficial sigue siendo del INEC”, explicó Fernández.

Los ajustes

Para arribar a sus conclusiones, los investigadores consideraron tres modificaciones metodológicas que realizó el INEC en los 23 años de estudio.

La primera se relaciona con la medición del ingreso, que se hace con base en las encuestas de hogares. Sobre esto, los investigadores resaltaron que, desde 1987, el INEC realizó varios cambios con respecto a la muestra, los conceptos y las variables de medición e incluso, en el 2010, pasó de realizar la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) a hacer la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho).

Los creadores del nuevo estudio recopilaron las variables coincidentes en las distintas encuestas para obtener una serie de ingresos comparable historicamente.

Con su nueva estimación, los niveles de pobreza que hemos tenido a lo largo del tiempo son más elevados que el registro oficial, como se muestra en el siguiente gráfico.

Fuente: Elaboración de Andrés Fernández ry Ronulfo Jiménez con datos de la Enaho.

 

El segundo aspecto tiene que ver con el tratamiento de los ingresos llamados “faltantes o no reportados”, es decir, cuando por alguna razón no se obtenga toda la información sobre los ingresos del hogar.

En la EHPM (1987-2009), el INEC excluía a estos hogares de los cuales no se obtenían los datos completos, pero en la Enaho (2010-107), sí se toman en consideración mediante un método de “imputación” que les asigna un nivel de ingresos.

En este caso, los investigadores aplicaron el método de imputación de ingresos al periodo de 1987-2000 para poder compararlo con los años siguientes.

El tercer ajuste metodológico se relaciona con la tendencia de los informantes de cada hogar (miembros de la familia) de subdeclarar el monto real de los ingresos.

Para subsanarlo, el INEC ha aplicado el uso de un coeficiente, no obstante, este ha sido distinto en las dos encuestas que han existido.

Sobre esto, Fernández y Jiménez emplearon dos alternativas de series: en una de ellas unificaron el criterio en cuanto a subdeclaración y en la otra mantuvieron los montos tal cual fueron reportados por las familias.

¿Y cómo medimos la pobreza?

Otro aspecto considerado por los investigadores es que los criterios por medio de los cuales se mide el costo de la canasta básica (empleado como referencia para medir la línea de pobreza), también han tenido variaciones en el tiempo, que se han aplicado para adecuarlos a las condiciones socioeconómicas del país.

La canasta básica es “un conjunto de alimentos expresados en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades de calorías de un hogar promedio”, según el INEC.

Con respecto a esto, Aráuz y Jiménez crearon dos series de canasta básica y línea de pobreza, empleando los valores oficiales de los distintos periodos y haciendo estimaciones sobre su crecimiento.

Otra cifra

Al realizar los nuevos cálculos, los investigadores elaboraron ocho series de pobreza y al compararlas con los datos oficiales determinaron que “sí se logra apreciar una reducción de la pobreza en los últimos treinta años, incluido el periodo que ha generado la mayor cantidad de críticas, que comenzó en 1994”.

“La conclusión principal es que, antes del año 1994, existió un primer periodo de estancamiento de la pobreza (1987-1992) seguido de una fuerte disminución de la misma ocurrida en tan solo dos años (1992-1994).

A partir del año 1994 comienza nuevamente un estancamiento que se prolongó por doce años, hasta el año 2006, y a partir de este año comienza un periodo de reducción sostenida de la pobreza hasta el día de hoy (2006-2017)”, dice el informe.

Para profundizar en su análisis, Aráuz y Jiménez eligieron una serie de pobreza que más se asemeja a las prácticas estadísticas del INEC en la actualidad.

 

Fuente: Andrés Fernández y Ronulfo Jiménez.

 

“(…) mientras que la serie oficial de pobreza alcanza el 20% desde el año 1994 (con ligeras desviaciones posteriores) la serie re-estimada de pobreza llega al nivel del 20% hasta el año 2010), señala el estudio.

Así llegan a la conclusión de que, a pesar de que la tendencia general de la pobreza fue a la baja, existieron dos subperiodos: “uno que va de 1994 a 2006 en el cual hay una tendencia a la estabilidad o estancamiento de la incidencia de la pobreza y otro que va de 2007 a 2017 en el cual hay una tendencia a la reducción de la pobreza”.

El estudio señala que con otros métodos de medición (distintos al de ingresos), como el de Necesidades Básicas Insatisfechas o el Índice de Pobreza Multidimensional, también se encontró que hubo reducción de la pobreza.
Esta investigación no ahonda en las causas o correlaciones que pueden haber incidido en esta reducción, sin embargo, el investigador Jiménez sí mencionó la incidencia positiva de los programas sociales y mantener una inflación estable.

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