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Directora del Teatro Nacional: “Hay temas que son nacionales y deben aislarse del entorno político”

Tras el rechazo legislativo del crédito para la remodelación integral del Teatro Nacional, Salguero asegura que continuarán trabajando técnicamente: “tenemos que volver prácticamente al día uno, pero con mayor urgencia”.

Hace poco menos de un mes, Karina Salguero, directora del Teatro Nacional, aseguraba que la institución ya contaba con los votos y que ya tenían los suficientes para aprobar el crédito por $31,3 millones, ofrecidos por el Banco Centroamericano de Integración Económica, para la remodelación integral del inmueble.

No obstante, este lunes, tanto Salguero como el resto de la administración del Teatro y del Ministerio de Cultura recibieron una lección política de las más básicas: los votos no se cuentan como tales hasta que se concretan.

Es cierto que todo apuntaba a una aprobación del empréstito. De hecho, antes de entrar a conocer el proyecto, se realizó un breve conteo interno para chequear que estuvieran los 38 diputados necesarios. Sin embargo, el panorama cambió.

Nadie se lo esperaba, pero un viraje de último momento en la posición de los siete diputados del bloque independiente Nueva República dio al traste con la iniciativa que habría permitido al Teatro realizar varias obras de gran importancia para la institución, que ejecutadas en conjunto habrían permitido aminorar los costos y los riesgos, según indicaban las autoridades.

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Ahora no podrá ser así. La noticia cayó como una cachetada en el sector cultura, donde decenas de actores y músicos incluso ya habían firmado y entregado una carta a los diputados, en la que solicitaban la aprobación del crédito. No fue suficiente.

Ahora, Salguero asegura que la realidad ya no puede cambiarse, que solo queda continuar, que habrá que buscar otro camino.

El crédito se rechaza. ¿Qué sensación les deja el resultado?

— No salimos del asombro. Nosotros hemos dedicado muchísimo tiempo. Yo, en los cuatro meses que he estado en la Dirección General y mis antecesores por más de 15 años. Hemos generado una serie de proyectos para ir resguardando el Teatro Nacional, pero, coyunturalmente, en este momento, en el que había una oportunidad importante de acceder a un empréstito con unas condiciones muy favorables para la institución y para el Estado, pensamos, como nos habían expresado, que teníamos muchísimo apoyo, que teníamos los votos; sin embargo, ayer la decisión se decantó por otro lugar. Hoy ya estamos replanteando, planeando y pensando, como parte de nuestra responsabilidad con el Teatro.

Y es que esa es la pregunta que queda después del rechazo ¿Y ahora qué sigue?

— En realidad, lo que sigue es hacernos responsables por todas las recomendaciones que nos han hecho los expertos. Nosotros tenemos que intervenir el Teatro. Podemos funcionar, pero no podemos funcionar durante muchísimo tiempo en las condiciones que estamos porque tarde o temprano hay que hacer la intervención integral, entonces nuestra responsabilidad es la seguridad humana, porque somos un espacio vivo. Aquí se recibe una visitación muy alta al año, pasan más de 100.000 personas entre estudiantes y turistas, entonces no es un sitio que se pueda paralizar, porque se paraliza el corazón de la ciudad.

Lo que corresponde ahora es buscar otras fuentes de financiamiento y reconstruir lo que se pueda reconstruir, porque los estudios que se hicieron de prefactibilidad y los procesos que se siguieron no precisamente van a ser vinculantes para otras instituciones que quieran dar el apoyo, lo que quiere decir que tenemos que volver prácticamente al día uno, con mayor urgencia, porque ya se nos pasaron tres años en este proceso.

Muchos diputados lo decían, pero ¿verdaderamente existe la posibilidad real de renegociar el crédito o la solución deberá llegar de otra parte?

—Yo creo que nosotros, parte de nuestra cualidad como democracia, es la libre expresión. Creo que todos tenemos un amplio margen de opinar, de decir y todo, pero lo cierto es que en este proceso lo que vale son las opiniones especializadas y técnicas, que se reducen a menos de lo que hablamos por todas partes. Ahora entonces tenemos que sentarnos de nuevo con las diferentes instituciones que nos apoyan y replantear el camino.

¿Pero el crédito entonces queda en un punto muerto?

— Tal como estaba concebido, que era la primera vez que el BCIE iba a apoyar un proyecto en un Teatro en la región, sí. Tal cual está, queda por fuera.

Ustedes han insistido en la necesidad de realizar todas las obras como un programa conjunto, para evitar riesgos y posibles daños en el inmueble, ¿sostienen esa postura?

— Si fuera una decisión nuestra, de la institución o de la Dirección, sería mucho más sencillo, pero estas son decisiones que se ponen en las manos de expertos, de patrimonialistas, de ingenieros. Cómo se intervenga no sale de la voluntad del Teatro Nacional, depende de la definición de los expertos. Entonces, volveremos a sentarnos con ellos y ellos van a replantear o a decirnos si esta es la única forma en que se puede intervenir, porque esta es una intervención delicada, y si es así tendremos que buscar de nuevo los fondos para hacerlo de la mejor manera posible, que es la manera técnica y profesional.

Hace unas semanas, usted me decía que tenían el apoyo necesario para aprobar el empréstito, que habían hecho el recuento y que los votos estaban. ¿Qué falló al final?

— Yo, sobre eso, no tengo mayor conocimiento. Nosotros siempre tuvimos un gran apoyo informado, siempre constatamos el apoyo de los diputados y las diputadas que aprobaban el plan, el programa, siempre era algo informado. No tenemos todavía claridad de qué pudo haber cambiado los criterios. Yo tendería a pensar que pudo ser un tema coyuntural; sin embargo, el de nosotros tiene que ser un tema que esté por encima de lo concreto y del presente y que mire hacia el futuro.

¿Faltaron a su palabra los diputados independientes de Nueva República? Lo digo porque, antes de la votación, se hizo un recuento para chequear que estuvieran los 38 votos necesarios y se contaba con el apoyo de los fabricistas.

— Yo creo que lo que pasó ayer tiene que ver con una definición de último momento. Yo no he visto diputados o diputadas que estén en contra de que hay que resguardar el patrimonio, entonces por eso tiene que ser una cuestión coyuntural que haya cambiado un apoyo que venía siendo tan consistente de tantas fracciones.

¿Qué le dice el Teatro Nacional a los diputados que aseguraron querer al inmueble, pero que la inversión era demasiada?

— Yo quisiera que los diputados y las diputadas vean esto como un proyecto nacional. Que es Teatro Nacional, donde nos venimos a formar todos y todas. No es una institución temporal y no debería ser efímera. Es una institución que nos acompaña a lo largo de todas las administraciones y cada una da un aporte para mantener todo nuestro patrimonio. Creo que hay temas que son nacionales y que tienen que aislarse del entorno político y coyuntural. Esto es de todos.

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