“En lugar de crear un Estado laico, crea un Estado ateo, y nosotros no queremos que tampoco se cercene la posibilidad de la gente que cree en hacer algún tipo de oración o manifestación religiosa personal o grupal en las instituciones públicas”.
Esa es la razón que ofreció esta mañana a Noticias Universidad el diputado Gonzalo Ramírez -del partido Renovación Costarricense-, para justificar su intención de presentar “otro proyecto de ley que tiene que ver con Estado laico pero conforme a los tratados internacionales”.
Por su parte Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, declaró a ese medio que “de una manera informal” Ramírez le ha planteado el tema.
Aunque reconoció que “no conocemos cuál será la propuesta específica”, anunció que “sí estaremos viéndola y estaremos revisándola y de ser necesario nosotros presentaremos la nuestra también, por supuesto”.
Alvarado llamó la atención a que “de alguna manera se ha rehuido la discusión” sobre el tema y tras recordar que “el mismo Papa Francisco ha hablado del tema” apuntó que “en mi caso particular” prefiere hablar de un Estado “aconfesional” que “no tiene una confesión oficial, como actualmente ocurre a través del artículo 75 de la Constitución, pero que respeta a todas las confesiones en particular (sic)”.
PROPUESTA
La reforma que actualmente se tramita en la Asamblea Legislativa bajo el número de expediente 18.496 busca la modificación de los artículos 75 y 194 de la Constitución Política.
El primero de ellos es el que establece que “la Religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento”. La reforma busca que ese artículo 75 quede así: “El Estado será neutral en materia religiosa, y garantizará la libertad de conciencia y la de profesar cualquier religión dentro del marco de la ley”.
La reforma al artículo 194 establece el juramento que deben prestar las personas designadas a cargos públicos de la siguiente manera:
“- ¿Jura por Dios, o por sus convicciones personales y promete a la Patria observar y defender la Constitución, las leyes de la República, y cumplir fielmente los deberes de su cargo?’ ‘- Sí, juro.’ ‘- Si así lo hiciere, que la Patria se lo reconozca; y si no, que ella se lo demande”.
De manera que la propuesta no crea un Estado ateo, pues no saca la palabra “Dios” de la Constitución.
