País Normativa había entrado en vigencia en junio del año pasado

Diputados corren a remendar ley que dejó hueco de ¢900 millones en Judesur

Legislación restringía uso de los ingresos no tributarios para gastos de operación

La ley 9356 que entró en vigencia apenas en junio del año pasado y con la que el Gobierno prometía dar un nuevo impulso a la Junta de Desarrollo Regional de la zona Sur (Judesur) –administradora del Depósito Libre Comercial de Golfito- más bien agravó las finanzas de esa institución al punto de que esta cerró el año pasado con un hueco deficitario de unos ¢900 millones.

Por eso, los diputados se apuraron para coserle unos remiendos a esa legislación. Las enmiendas están contenidas en un proyecto de ley, promovido por los legisladores Gerardo Vargas (Unidad Social Cristiana) y Olivier Jiménez (Liberación Nacional), bajo el expediente 20.208 y que ya fue aprobado en primer debate.

En términos generales, con esa nueva legislación, se pretende permitirle a Judesur distribuir el presupuesto de manera similar a como lo había hecho por años. Es decir, que para gastos de administración, utilizara un porcentaje (del 8%) de los ingresos por el impuesto a la mercadería más el total de los ingresos no tributarios (alquileres, parqueos y otros).

En la ley de junio, eso se había modificado de forma que se puso “en la misma olla” a los ingresos tributarios y los no tributarios y, de todo ese dinero, Judesur podía tomar el 15% para gastos de administración.

Además, con el fin de incentivar las ventas en el Depósito, se redujo el arancel de los productos de un 18% a un 14% (para llevarlo paulatinamente a 10% en tres años), lo cual ocasionó que las entradas de Judesur por ese rubro disminuyeran considerablemente durante el 2016. En comparación con el año pasado, hubo una caída de 31% que significó ¢1.525 millones menos, según detalló el director ejecutivo, Manuel Chaves Hernández.

P-66-cuadroJUDESUR

En la ejecución presupuestaria hasta setiembre del año pasado, los ingresos corrientes eran de ¢4.767 millones (de esos,¢3.100 millones son del tributo y el resto de otros rubros). Para ese momento, los egresos eran de ¢5.100 millones).

La estimación es que hasta diciembre, el 2016 cerró con el déficit de aproximadamente ¢900 millones, según Chaves. No obstante, Edwin Duarte, presidente de Judesur, explicó que todavía se está a la espera del resultado de una auditoría externa para conocer la cifra exacta de dicho desbalance, lo cual debe ser presentado a la Contraloría General de la República (CGR) el 15 de febrero.

Este hueco que enfrentó la entidad fue vaticinado por la junta interventora que el Gobierno había nombrado en agosto del 2014, para que combatiera irregularidades como el desperdicio de recursos, según publicó UNIVERSIDAD en octubre pasado.

Los miembros de esa junta terminaron su periodo en setiembre, no sin antes advertir que la nueva ley era ruinosa, pues se daría un faltante de recursos que ocasionaría un cierre técnico en Judesur y en el Depósito Libre Comercial de Golfito.

Los interventores incluso demandaron al Estado ante el Tribunal Contencioso Administrativo alegando que los cambios dejarían un déficit de ¢7.000 millones en tres años y presentaron una acción de inconstitucionalidad ante la Sala IV.

Con ese panorama, la nueva junta ingresó para tratar de llevar a buen puerto a la institución encargada de promover el desarrollo en los cantones de la zona Sur: Corredores, Golfito, Osa, Buenos Aires y Coto Brus, región en la que entre el 33% y el 30% de hogares viven en condición de pobreza, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Pero solo en los primeros meses, la situación se complicó al punto de que la CGR desaprobó el presupuesto para el 2017 porque los ingresos eran insuficientes para cubrir los gastos. De acuerdo con Chaves, el dinero alcanzaría hasta mayo.

La junta entonces arrancó el año con el mismo presupuesto que el periodo anterior. Chaves asegura que la migración que se hizo en el sistema informático de un presupuesto a otro ocasionó la falla que impidió pagar a los 48 empleados de Judesur en la primera quincena de enero.

Asimismo, los administradores discutieron con legisladores y representantes del Poder Ejecutivo los remiendos que debían hacerse a la ley. Con esos cambios y otras medidas, como estrategias de publicidad, esperan que Judesur levante nuevamente.

Los cambios

P-66-graficoJUDESURUno de los remiendos que hicieron los diputados a la ley, en procura de la operatividad y la sostenibilidad de Judesur, está en el artículo 3, inciso b. El texto indicaba que la entidad podía usar el dinero de alquileres y “cualquier otro ingreso proveniente del Depósito Libre Comercial de Golfito”.

La modificación eliminó las palabras Depósito Libre Comercial de Golfito y de esa forma avala cualquier ingreso, incluso donaciones.

Otro ajuste se realizó en el artículo 59, en el cual se especifica los fines para los que se usarán los ingresos. En este se separaron los ingresos tributarios de los otros como alquileres y se indica que estos últimos serán destinados “a gastos de administración, operación, funcionamiento, construcción y mantenimiento” de la junta.

Finalmente, se cambió el transitorio IV con el propósito de que Judesur pueda emplear el superávit específico, es decir, dinero que tenía fines determinados pero que por años no se había ejecutado y había quedado ocioso.

Ese dinero- que hasta el año pasado era de ¢17.000 millones- será utilizado para la reconstrucción de 14 locales quemados y la digitalización de los servicios aduanales; pues la norma 9356 establecía que para esos fines se usara el superávit libre (sin destinado fijado), que era apenas de unos ¢500 millones, según lo había señalado la junta interventora al criticar la ley.

Consultado sobre estos cambios, el diputado Gerardo Vargas argumentó que con la junta actual sí se mantiene una buena comunicación –a diferencia de la que se tenía con la junta interventora- y que de esas conversaciones surgió la necesidad de hacer los ajustes.

Vargas descartó que se analice restablecer el impuesto del 18% a los productos con el cual funcionaba anteriormente el Depósito.

Similar posición sostuvo el viceministro de la Presidencia, Luis Paulino Mora, quien consideró que a la institución sureña se le han dado las herramientas legales y reglamentarias para que su administración tome medidas que activen el comercio en el lugar (Vea entrevista aparte).

No obstante, Manuel Herrera Mutis, quien presidió la junta interventora, sostiene que se deben hacer estudios porque aún con estas reformas “no va a dar la cobija”.

“No remedian el desequilibrio financiero que está produciendo la misma ley. Nosotros sumamos los posibles ingresos, hicimos los diferentes escenarios. Imagínese que de alquileres y parqueos pueden ser unos ¢2.000 millones y el impuesto se bajó al 14% sin ningún estudio técnico. Entonces esos cuatro puntos son aproximadamente ¢1.000 millones que están dejando de ingresar a Judesur y ellos ese ejercicio no lo han hecho”, comentó a UNIVERSIDAD.

Siempre optimistas

A pesar de las dudas que se mantienen en el ambiente, la nueva administración de Judesur se muestra optimista.
El director ejecutivo le apuesta a una mejor comunicación con la Asociación de Concesionarios del Depósito Libre Comercial de Golfito (Acodelgo) para plantear estrategias conjuntas de mercadeo y publicidad que den a conocer las promociones y nuevos beneficios, como el aumento en el límite de compra por tarjeta, que ahora es de $3.000, y que aumenten las ventas.
“Yo he venido a escuchar y es lo que ellos me han dicho (los concesionarios), que no quieren tiendas que vendan lo mismo. Estos fines de semana estamos cerrando a las 6 p. m., cuando se cerraba a las 4 p. m. y hay descuentos. ¿Cómo se logró eso? Consensuando”, expresó.



Luis Paulino Mora, Viceministro de Presidencia

‘El futuro de Judesur depende de la inventiva, capacidad y la inteligencia de su junta directiva’

El Gobierno apoyó la ley que entró en vigencia en junio y fue un fracaso. ¿Cómo se asegura  que estos ajustes sean los adecuados y que Judesur no continúe en la misma situación de incertidumbre?

Luis Paulino Mora-Más que apoyar una ley, en su momento se inició un trabajo muy cercano  con todas las partes que tienen que ver con Judesur y habíamos iniciado preliminarmente con el reglamento, porque imagínese que el reglamento está tan obsoleto que permite vender tocacasetes, walkmans y no sé qué otras cosas, pero no tiene celulares, no tiene tabletas, etc. Entonces por ahí se dieron los primeros esfuerzos, pero llegó un momento en que los mismos asociados nos preguntaron que por qué mejor no mejorábamos la estructura de la ley y así iniciamos bajo ciertos parámetros. Uno era  que teníamos que bajar el impuesto porque estábamos perdiendo competitividad y  ahí los estudios que se presentaron fueron estudios de mercado sobre todo.

Entonces, por ese lado,  bajar los precios utilizando el único mecanismo que teníamos que era bajar el impuesto. El segundo era favorecer el enfoque hacia la comunidad, o sea que los dineros que entraran se reflejaran en el desarrollo de la zona. Se subieron los ingresos (para gastos administrativos) de un 8% a un 15% y se creó un 10% exclusivo para temas de infraestructura, para los famosos locales quemados (…)   Y se dejó la posibilidad de que los ingresos que no son del artículo – que habla sobre todo del impuesto más alquiler de locales- quedaran a la libre disposición de Judesur mediante unas cláusulas que le dan a la junta directiva y al presidente la capacidad de disponer de esos bienes para fines que podrían también ser administrativos.

Obviamente la situación de Judesur y de la ley está pensada en darle competitividad  al centro comercial, pero no puede pensarse que está basada en una lógica de mantener la burocracia administrativa tal y como se pensó en los años 80, porque eso ya no es sostenible. Eso es un tema que la misma Judesur tiene que tener la inteligencia de evolucionar, pero sí se tomaron los parámetros de subir las capacidades de gasto administrativo y también el tema de dejar ciertos dineros sin asignación específica para que fuera la misma junta directiva la que determinara dónde poner esos dineros.

Usted se refiere a las reformas que están por aprobarse (la entrevista se realizó el viernes antes de que se votara en segundo debate el proyecto).

-No, no, con eso me refiero al proyecto que está aprobado.

Es decir, el que entró en vigencia en junio. Sin embargo, parte de los problemas que se dieron con ese es que Judesur solo podía tomar 15% de los ingresos tanto tributarios como no tributarios.

-No, ahí hay un error de interpretación, porque si usted revisa el artículo 3, habla de ingresos tributarios y de los relacionados con el Depósito, que son concesiones y demás, pero Judesur tiene otro sinnúmero de ingresos, por ejemplo, cuando hace préstamos reembolsables, ahí le devuelven un dinero que no corresponde a ninguna de esas dos categorías. Incluso podrían darse transferencia de otras instituciones, donaciones,  cuando se le acrecienta el capital por alguna otra razón.

Yo entiendo que hay una serie de interpretaciones legales, la que se tomó en cuenta cuando redactamos era que en el artículo 16, me parece, que es donde se citan las atribuciones de la junta directiva y en el artículo donde se citan las del representante generalísimo sin límite de suma que es el presidente, se deja una cláusula abierta como diciendo: todos los demás bienes que no estén comprendidos en el artículo 3, la junta directiva determinará cómo se utilizarán;  digamos que se le deja un ámbito de acción que ha sido difícil de asimilar por algunas gentes y para hacer más fácil la administración se presentó esta reforma para aclarar eso.

 Entonces la misma junta directiva  lo estaba interpretando mal.

-Nosotros tuvimos una reunión con la junta y yo les expuse esta interpretación  y de hecho el lenguaje corporal que hicieron fue como de sorpresa.

¿En ese tipo de reuniones se ha considerado que la reducción del porcentaje del impuesto sea un problema?

-No, bueno, yo he participado de una junta directiva que se realizó en Casa Presidencial y ellos no plantearon eso, plantearon algunas dudas de interpretación.

¿Se ha evaluado si las medidas que se han tomado van a servir o se han hecho estudios de que sí aumentarán las ventas?

-Definitivamente, el futuro de Judesur depende de la inventiva, la capacidad y la inteligencia de su junta directiva y de su personal. Judesur tiene que volver a enamorar a sus clientes, hay que pensar fuera de la caja, por decirlo así, es un centro comercial pensado para los 80 y definitivamente tiene que hacerse eficiente y traer clientela, no solo a base de precios como en el pasado, sino que tiene que ser en un sentido integral que incluirá a Golfito como destino turístico. Eso recae en el buen hacer de su junta directiva.



 

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