40 diputados aprobaron este martes el Presupuesto Ordinario de la República para el 2022, tras dos semanas de discusión en plenario, para su primer debate. Votaron en contra del expediente seis diputados: Jorge Fonseca de Liberación Nacional; Walter Muñoz del Partido Integración Nacional; José María Villalta del Frente Amplio; y los independientes Paola Vega, Erick Rodríguez y Harllan Hoepelman (del bloque Nueva República). Estuvo ausente la liberacionista Franggi Nicolás.
La diputada Shirley Díaz, proponente de abrir el plenario a Comisión durante tres ocasiones, manifestó que lo votó afirmativamente “porque era peor la medicina que la enfermedad, o sea, si lo votaba en contra se pedían los ¢15.500 millones que se habían aprobado (para el Banco Hipotecario de la Vivienda, Banvhi)”. El Banvhi acusó, en semanas pasadas, un faltante de ¢26.677 millones para este 2022, además de arrastrar recortes de años pasados.
“Pero es importante hacer valer nuestra voz de protesta ante la confección original que tuvo el presupuesto y decirle al Poder Ejecutivo, tanto al que está terminando ahora como a los posibles gobiernos que vengan, que por favor no pierdan el rostro social en la visión de desarrollo de un país”, aseguró Díaz.
“Yo no puedo ser partícipe de los tremendos recortes que tiene este presupuesto, que van a afectar a personas, seres humanos que tienen rostro y familias. Sobre todo, lo quiero decir aquí: yo como mujer ambientalista no puedo ser partícipe de la muerte del programa de pagos ambientales (del Fondo de Financiamiento Forestal) como está haciendo este presupuesto de la República”, acusó la diputada Paola Vega, quien pidió abrir el plenario a Comisión en otras dos ocasiones.
“Es una hipocresía que, desde el Poder Ejecutivo, se avale y se dé el visto bueno a un presupuesto que lo que va a hacer es mandar al olvido y a la tumba, el programa ambiental de conservación más exitoso de Costa Rica. Es lamentable, en materia ambiental, este Gobierno”, afirmó Vega.
“El recorte presupuestario afecta las intervenciones inmediatas en el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) (…) No se podrá prestar la totalidad de servicios requeridos a nivel de campo por el sector productivo y hacer las inspecciones sanitarias requeridas de la salud animal y de la salud pública”, acusó Jorge Fonseca del PLN, antes de la votación.
Junto con el Partido Acción Ciudadana (PAC), los liberacionistas mantuvieron férrea oposición a revisar los recortes del presupuesto.
Esto pese a que el mismo PAC reportó sobre el presupuesto que se rechazó aumentar en ¢52 mil millones el presupuesto del Patronato Nacional de la Infancia (PANI); así como también el rechazo a incorporar un monto de ₡27.000 millones para la becas de Avancemos del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Recortes de ¢300 mil millones propuestos en educación afectarán servicios esenciales
La aplicación de la regla fiscal pone el pago de la deuda por encima del funcionamiento de comedores escolares, el otorgamiento de becas y del salario del personal del MEP.
La jefa liberacionista, María José Corrales, fue la última diputada en defender su posición ante el plenario, antes de la votación.
“Este presupuesto, desde sus orígenes viene mal estructurado y con un desequilibrio bastante notorio en cuanto al gasto social se refiere. El Gobierno de la República vino a la Comisión de Hacendarios con una presupuesta de autorización de gasto que contempla una reducción relativa del servicio de la deuda respecto al año pasado. Mediante una reducción de la inversión y de una inversión social, que ha sido constante durante los gobiernos del PAC. El fenómeno se repitió durante toda la administración Solís Rivera”, acusó Corrales, quien, finalmente votó afirmativamente por el presupuesto 2022.
