Un total de 40 diputados votaron unánimemente a favor del proyecto que regula un modelo eléctrico donde quien genera la energía es también quien la consume, mediante fuentes de energía renovables.
El debate antes de la votación contribuyó a la confusión de cuál es la dimensión de estos generadores distribuidos. El proyecto de ley define que la generación es “a pequeña escala” pero también deja en manos del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) “Definir la potencia máxima del sistema de generación distribuida a pequeña escala”.
El proyecto fue arreglado el pasado 21 de octubre, de manera que se estableciera la generación de esa energía para “autoconsumo”. En palabras de la diputada Paola Vega, así están “evitando que se pudieran colar ahí otros temas de generación distribuida, comercial o industrial”.
Vega es la presidenta de la Comisión de Ambiente que tramitó el proyecto de Ley para la promoción y regulación de recursos energéticos distribuidos a partir de fuentes renovables (22.009). La diputada fue parte de una triada que negoció política el proyecto, junto a una de las proponentes, Paola Valladares; y el frenteamplista José María Villalta.
Diputados arreglan plan de generación distribuida aclarando que la energía será de “autoconsumo”
Excedentes de energía no podrían inyectarse fuera del lugar donde se produce la energía de los generadores distribuidos
Vega y Villalta han defendido el modelo eléctrico encabezado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) que ofrece tarifas diferenciadas para residencias que tienen bajo consumo eléctrico y que, previamente, advirtieron encarecimientos en la tarifa eléctrica por si debe pagar por los excedentes eléctricos de estos generadores privados (se consideran excedentes la energía generada pero no consumida por el generador, la energía no se puede almacenar para su posterior uso).
Este lunes, la diputada Vega mencionó que se reconocerá “en términos económicos” la inyección de “excedentes” de energía en la red eléctrica nacional. Anteriormente, se realizaba con “bloques de energía” a su favor, es decir, se les devolvía electricidad y no dinero.
También reiteró que el plan que se aprobó en primer debate “de ninguna manera esta norma habilita una comercialización abierta de energía (…) habilita una norma para generación distribuida de autoconsumo”.
La diputada aseguró que “no estamos hablando de comercialización de excedentes o energía, sino de un reconocimiento de excedentes a los generadores”.
Pese a las declaraciones de Vega sobre que no tendrá un uso industrial o comercial, la proponente Paola Valladares indicó en el plenario que las empresas van a poder usar la ley.
“Una empresa que rebaje su factura eléctrica va a bajar sus costos de operación”, afirmó la liberacionista Valladares.
Un comunicado de prensa enviado desde el despacho de la diputada asegura que “El proyecto estipula la seguridad jurídica y la gobernanza necesarias para que las personas y empresas puedan generar su propia electricidad mediante energías limpias”.
El tercer negociador del proyecto, José María Villalta, habló en favor del proyecto argumentan que crea “la posibilidad de que las personas, las empresas instalen sus paneles solares u otros mecanismos de generación de energía, que produzcan y consuman su propia energía”.
En la misma discusión, el segundo proponente del proyecto de ley, Erwen Masís —quien previamente se quejó de la negociación política entre Vega, Valladares y Villalta—, defendió también el proyecto de ley porque busca “establecer que la electricidad baje”.