País

Diputadas critican rebajas en pensiones del IVM, negociaciones a puerta cerrada y reformas en medio de pandemia

Fracción del PUSC dice que “rechaza la propuesta de la CCSS que consiste en reducir la pensión del IVM y alargar la edad de jubilación”

Mientras la Junta Directiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) define el futuro de las pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), diputados de la Asamblea Legislativa critican que la Caja defina reformas radicales durante el COVID-19 y que dichos cambios afecten las condiciones de las personas trabajadoras.

La fracción del PUSC tomó posición con sus nueve diputados, en un comunicado de prensa aseguran que “rechaza la propuesta de la CCSS que consiste en reducir la pensión del IVM y alargar la edad de jubilación”. En su lugar, piden crear “más y mejores empleos, reducir las cargas sociales para que más trabajadores pasen de la informalidad a la formalidad, promover condiciones que favorezcan a los trabajadores independientes y anunciar una estrategia de mejora en la rentabilidad de las inversiones de este fondo”.

“No es de recibo que se propongan aumentos en las cargas sociales que vienen a golpear el bolsillo de los trabajadores”, manifestó la diputada del PUSC, María Inés Solís, en declaraciones a medios.

Consultada sobre el tema, la legisladora oficialista Paola Vega opinó sobre la equiparación en las edades de retiro para hombres y mujeres, la cual sería aumentada hasta los 65 años. Hasta ahora, las mujeres pueden pensionarse a los 60 años y los hombres a los 62.

“Más que un capricho responde a una serie de elementos probados sobre el desgaste mayor que tienen las mujeres al asumir el doble rol no remunerado de su jornada laboral ordinaria y las labores de cuido, además de temas de maternidad. Me preocupa muchísimo que se vote esa equiparación, no es un tema fortuito sino que tiene un asidero técnico y jurídico, se aplica en la mayor parte de países desarrollados”, afirmó Vega.

La diputada Patricia Villegas del Partido Integración Nacional (PIN) afirmó que las propuestas que valora la Junta Directiva son “un atropello más de las garantías y los derechos de los trabajadores para gozar de un bien por el cual se ha cotizado por un largo lapso de su historia”. La fracción del PIN ha presionado para revisar las finanzas de la CCSS y reformar la estructura de la Junta Directiva, de forma que incorpore a ciudadanos y ciudadanas pensionadas.

“No solo perjudica por la edad, sino también por rebajar de tajada el porcentaje de un 60% a un 40%. Los trabajadores y en general, todos los cotizantes, no tenemos la culpa de la ineficiencia de la recaudación y la exoneración a los grandes empresarios. A ellos sí los cobijan y protegen. Lógicamente como los trabajadores somos los mejores trazados por planilla, pasan la aplanadora y violentan sin ningún respeto, lo que por derecho nos corresponde”, aseguró Villegas en consulta con UNIVERSIDAD.

Este semanario también buscó declaraciones de la diputada Floria Segreda, de Restauración Nacional, quien aseguró que “en medio de la crítica situación que estamos viviendo como país no creo que sea conveniente hacer reformas abruptas, es mejor tomar las cosas con calma y que las propuestas sean bien pensadas y estudiadas antes de proceder con las modificaciones que sí creo son necesarias”.

En sus redes sociales, la liberacionista Franggi Nicolás criticó que “a puerta cerrada, 9 personas de la junta directiva de la ccss se encuentran decidiendo si aumentan la edad de jubilación”.

La liberacionista afirmó que presentará un proyecto de ley “para que estas decisiones tan sensibles para el país sean analizadas transparentemente, discutidas públicamente y tomadas por la Asamblea Legislativa y no sólo por 9 personas”.

UNIVERSIDAD  también solicitó criterios a las diputadas María Inés Solís y Carolina Hidalgo (precandidata presidencial del PAC) sobre el cambio en la edad de retiro para las mujeres. A la publicación de este artículo, estas solicitudes continúan en trámite.

Respuesta de la presidenta del congreso, Silvia Hernández

Para este artículo, UNIVERSIDAD solicitó criterio de la diputada presidenta Silvia Hernández (PLN). Hernández envió su respuesta el jueves 20, a las 11 p. m. Tres horas antes de recibir la respuesta, la junta directiva de la CCSS acordó dar dos meses de plazo para comunicar y llevar a consulta pública la propuesta de planes de fortalecimiento del IVM.

A continuación la respuesta completa de la diputada Hernández, en relación con la equiparación de las edades de pensión para hombres y mujeres:

Estoy en contra. Es claro que Costa Rica, al igual que muchos países está teniendo un gran reto para asegurar el futuro de las pensiones. La pirámide demográfica de Costa Rica se viene invirtiendo desde los años 90s; lo que quiere decir que cada vez hay menos jóvenes y cada vez más adultos mayores. Si a esto le sumamos que casi un 50% de las personas trabajadoras están en la informalidad, nos lleva a una situación donde cada vez menos personas contribuyen a la seguridad social costarricense. Ahora bien, esta realidad que se viene dando desde los 90s y agravada con la crisis de la pandemia que desplazó aún más personas a la informalidad; no ha sido discutida con la seriedad que lo amerita.

La CCSS está planteando una discusión basada en una serie de medidas que se pueden tomar, o una combinación de varias de estas. Que pasan por eliminar la pensión anticipada, aumentar las cuotas obreras, aumentar la edad de retiro, reducir el beneficio de la pensión, calcular el monto de la pensión con el promedio total de salarios o una combinación de estas. Todo esto con el fin de evitar que se agoten las reservas del IVM al (año) 2037, según indica el último informe actuarial.

Sin embargo, en cualquier discusión debe tomarse en cuenta el impacto para las personas, especialmente los más vulnerables o los grupos históricamente discriminados como lo son las mujeres.

Las diferencias en las edades de retiro entre los hombres y mujeres han estado fundamentadas en una realidad que viven la mayoría de las mujeres en nuestro país, la cual es el trabajo no remunerado del hogar que realizan casi todas las mujeres de nuestro país. Trabajo no remunerado en actividades de preparación de alimentos, limpieza y mantenimiento de bienes, así como el cuidado, formación e instrucción de la niñez o adultos mayores.

En el 2017 el BCCR calculó ese trabajo no remunerado de las mujeres en casi 6 billones de colones, eso fue un 18% del PIB de ese año.

El hecho de que las mujeres se puedan pensionar antes que los hombres, compensa, a mi criterio de manera insuficiente, ese trabajo no remunerado de las mujeres. Igualar la edad de retiro entre hombres y mujeres implicaría desconocer nuevamente esas desigualdades históricas, que merecen acciones afirmativas para reducir esas discriminaciones. En 2005 se logró establecer una diferenciación en la edad de jubilarse y en el sistema de cuotas femeninas, debido a esas brechas, así como la recarga del hogar y el cuido que enfrentan las mujeres trabajadoras.

Por lo que estas son las valoraciones, centradas en las personas más vulnerables, que se deben tener en la necesaria discusión sobre el futuro del régimen de pensiones del IVM.

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