La tasa de desempleo mundial en 2024 se situará en el 4,9%, por debajo del 5,0% de 2023 y se espera que para el próximo año también se ubique en el mismo porcentaje, de acuerdo con la actualización del informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pese a que hay una mejor proyección de la baja en el desempleo, con respecto al informe que se había presentado a finales del año pasado, la OIT calcula que habría un faltante de empleos -déficit de empleo- de unos 402 millones de personas en todo el mundo, lo que incluye a unas 183 millones que son contabilizadas como desempleadas.
“El informe revela retos críticos en materia de empleo que aún debemos abordar. A pesar de nuestros esfuerzos para reducir las desigualdades a nivel mundial, el mercado laboral sigue siendo un campo de juego desigual, especialmente para las mujeres”, dijo el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo.
La brecha laboral de las mujeres en los países de renta baja alcanza un 22,8%, frente al 15,3% de los hombres. Esto contrasta con los países de renta alta, donde la tasa es del 9,7% para las mujeres y del 7,3% para los hombres.
Pero la realidad es más escabrosa de lo que presentan los datos, ya que el número de mujeres completamente desvinculadas del mercado laboral es significativamente mayor que el de hombres, y en este caso, las responsabilidades familiares pueden explicar gran parte de la diferencia observada en las tasas de empleo de mujeres y hombres, ya que el 45,6% de las mujeres en edad de trabajar estarán empleadas en 2024, frente al 69,2% de los hombres.
Incluso cuando las mujeres están empleadas, suelen ganar mucho menos que los hombres, especialmente en los países de renta baja, en el caso de las naciones de renta alta, ganan setenta y tres céntimos por cada dólar que reciben los hombres, esta cifra desciende a sólo cuarenta y cuatro céntimos en los países de renta baja.
Recientemente se publicaron en Costa Rica os datos de la Cuenta del Trabajo Doméstico No Remunerado del Banco Central de Costa Rica (BCCR), en los cuales se evidenció que las mujeres dedicaron 12,1 horas al cuido de menores en el 2017 y 13,5 en el de personas dependientes, los hombres reportan 7,4 y 6,5 horas, una cifra que se redujo un poco, pasando a 10,3 horas semanales promedio del cuido de menores en el 2022 y de 8,8 a 10,8 de personas dependientes.
“Para lograr una recuperación sostenible cuyos beneficios sean compartidos por todos, debemos trabajar hacia políticas inclusivas que tengan en cuenta las necesidades de todos los trabajadores. Debemos situar la inclusión y la justicia social en el centro de nuestras políticas e instituciones. De lo contrario, no alcanzaremos nuestro objetivo de garantizar un desarrollo fuerte e integrador”, agregó el director de OIT.
Las condiciones muestran una ralentización del crecimiento productivo, lo que incidiría en las estadísticas laborales, pues tras un breve impulso postpandémico, la productividad laboral ha vuelto al bajo nivel de la década anterior.
“Los problemas de mano de obra que detecta el informe suponen una amenaza tanto para los medios de vida individuales como para las empresas, y es esencial que los abordemos con eficacia y rapidez. El descenso del nivel de vida y la escasa productividad, combinados con una inflación persistente, crean las condiciones para una mayor desigualdad y socavan los esfuerzos por alcanzar la justicia social