País Polémica por cátedra sobre Medio Oriente

Defensa de autonomía se alineó con rechazo a islamofobia

Lo que inició como una “solicitud de investigación” dio pie a un amplio resguardo de la libertad de cátedra.

Lo que en primera instancia fue denunciado como una incitativa para que una cátedra de la Universidad de Costa Rica fuera investigada, por la fracción legislativa del Partido Liberación Nacional (PLN), generó una fuerte reacción de la comunidad universitaria y a la vez una toma de conciencia ante el asecho de la islamofobia.

Bernal Herrera, vicerrector de Docencia de la UCR, se refirió a las reacciones que se han dado a raíz de esa iniciativa y apuntó que en lo que tiene que ver propiamente con la libertad de cátedra, “afortunadamente fueron favorables y en contra de la investigación”.

Pero lamentó que se presentaron reacciones de algunas personas “demostrando una clara islamofobia, haciendo la equiparación del islam con terrorismo, que muchos medios no la hacen explícitamente pero publican noticias en que se equipara con Al-Qaeda o el Estado Islámico”.

Ello según explicó genera discursos como el del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien entre otras cosas durante campaña manejó propuestas como crear una identificación especial para quienes profesen esa religión.

“Ese sentimiento ha sido fomentado”, sentenció Herrera.

El funcionario también llamó la atención a que el tema generó “muchas reacciones antijudaicas; una buena parte de los comentarios en contra de la solicitud reaccionan no desde un  tema de libertad de cátedra o de defensa del islam, sino reclamando que se trató de una mujer judía” quien planteó la iniciativa ante la fracción del PLN.

“Creo que la solicitud y la respuesta inicial que se le da hacen aflorar sentimientos y prejuicios que están en el colectivo y que se manifiestan a raíz de esto”, apuntó Herrera.

El Vicerrector así sintetizó que “en general el episodio es desafortunado”, al tiempo que enfatizó que la libertad de cátedra realmente cubre tanto a la persona docente que emite opiniones, como a la población estudiantil para estar de acuerdo o en desacuerdo.

“Una investigación legislativa se hace cuando se sospecha que se han cometidos actos de una u otra forma ilícitos. Nadie está obligado a compartir las opiniones de quienes actúan en actividades de la cátedra, lo que no se puede es decir que hacen algo ilegal o que su labor es de adoctrinamiento. Hay una gran diferencia”, apuntó.

“MALA INTERPRETACIÓN”

Gran incredulidad, desconcierto y en última instancia indignación generó una noticia publicada por el diario La Nación el pasado 6 de noviembre, según la cual la jefa de fracción liberacionista Maureen Clarke habría reconocido que un equipo de asesores investigaría a la Cátedra de Estudios del Medio Oriente y el Norte de África Ibn Khaldun.

Esa iniciativa surgió a partir de una reunión y subsecuente misiva en que tal acción habría sido sugerida por Clara Liebermann, exvicepresidenta del PLN.

La carta, fechada el 6 de octubre y firmada por Liebermann y por Laura Chaves, apunta su “preocupación con respecto a la situación que se viene teniendo en la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (sic), en las cuales se ha instituido una Cátedra exclusiva del Medio Oriente, del Mundo Árabe, del Mundo Islámico y el problema Palestino”.

El documento, facilitado a UNIVERSIDAD por la oficina de la jefatura de fracción del PLN, señala: “Yo todavía NO me explico cómo lograron abrir una cátedra de este tipo en nuestras instituciones más importantes de Costa Rica? EXCLUSIVAMENTE DE LA RELIGIÓN MUSULMANA?. Ya que debería de haberse instaurado el análisis de las diferentes religiones del mundo como un proceso educativo para los estudiantes; el manejo operativo se está llevando a cabo dando seminarios de dos y tres días para análisis exclusivamente de este contenido islámico a jóvenes, lo que en términos educativos se llama adoctrinamiento”.

El texto añade que la solicitud de “investigar más a fondo sobre este tipo de Cátedras que se están impartiendo en estas instituciones públicas, con el fin de no parcializar el análisis a una sola religión, esto para no sufrir los impactos que están viviendo otros países, por fundamentalismos que son ajenos a una cultura y población”.

Luego de lo cual invoca la oficialidad que la Constitución Política otorga a la iglesia Católica, “bajo esa consigna es que hemos involucrado a los representantes Católicos, Evangélicos y al Centro Israelita”.

Tras la denuncia inicial, la jefa de fracción del PLN, Maureen Carke, emitió dos comunicados a través de redes sociales, en los que afirmó que “celebramos la libertad de pensamiento y el aporte que llevan a cabo, tanto la Universidad de Costa Rica como el resto de las universidades públicas, en la formación de nuevos conocimientos, que son precisamente los que nos ayudan a combatir las barreras del prejuicio y a conocer la pluralidad cultural que conforma el mundo entero”.

También afirmó que luego de analizar la solicitud de Libermann, la fracción decidió “no darle trámite, por cuanto consideramos que tal acción violentaba la autonomía universitaria, la libertad de pensamiento y el derecho de libertad de cátedra”.

Liebermann, por su parte, expresó a UNIVERSIDAD que “nunca he dicho a nadie ni he pedido que se investigue la Cátedra, mi pensamiento era totalmente diferente. Hubo una mala interpretación de las cosas, soy la primera que lucharía por la autonomía de la Universidad”. Expresó además que “mi relación con los palestinos ha sido excelente desde mi infancia”.

Añadió que su preocupación nació de ver en las noticias internacionales de canales europeos cómo las personas jóvenes son reclutadas por el autoproclamado Estado Islámico: “la mayor parte de los reclutados vienen de universidades de esa parte del mundo en las que se dan cátedras”.

Liebermann negó que enviar copia de la carta a autoridades religiosas podía dar tono de persecución religiosa contra las personas musulmanas. Añadió que “el desconocimiento es lo que hace que la gente elucubre y piense cosas que no existen”,  y enfatizó que lo que quiere es la diversidad de la educación.

CÁTEDRA SECULAR

La Cátedra Ibn Khaldun fue fundada hace nueve años por el historiador Roberto Marín. Jorge Barrientos, profesor de la Cátedra, afirmó que la carta de Liebermann presenta “varias falacias, exhibe desconocimiento, desinformación e ignorancia sobre la cátedra”.

Insistió en que no se trata de una cátedra de estudios religiosos o del islam, sino de estudios históricos, filosóficos, políticos y sociales. De igual manera subrayó que no es cierto que adoctrine sino que “hacemos difusión de un tema y una religión que es importante en el mundo”.

“La excusa para un eventual conflicto mundial va a estar en Medio Oriente. En ese contexto, cómo será posible en Costa Rica entender esa realidad si no conocemos Medio Oriente. Si no fuera por Roberto Marín y la Cátedra no tendríamos una base para hacer un análisis más profundo”.

“Se dice que la cátedra constituye una amenaza a la idiosincrasia costarricense y se hace alusión a tradiciones religiosas específicas. Es una falacia pretender que por ser una sociedad cristiana, no se pueden estudiar otras religiones. Eso exhibe una evidente limitación cultural”, sentenció.



“Perseguir y atacar”

“Me sentí insultada como universitaria y por ser árabe y musulmana, aún más porque es otro escenario en el que se evidencia la necesidad de perseguir y atacar a la cultura árabe y al islam como una religión, justificado ello en grupos radicales”, expresó Wajiha Sasa, sobre el momento en que conoció de la iniciativa de Liebermann.

Subrayó con gravedad el hecho de que su padre fuera identificado en la misiva de la exvicepresidenta liberacionista. Detalló que “la familia Sasa ha sido reconocida por su lucha por la causa palestina, entonces esto me parece un intento por callarnos. Estemos donde estemos llevamos este tema, no tenemos muchos espacios y la Universidad ha permitido abrir espacios de discusión sobre la temática palestina”.

Sasa, quien labora en la UCR, contextualizó esta polémica en “el shock en el que estamos tras el triunfo de Trump, una cosa es lo que él pueda hacer y otra lo que genera”. Informó que la UCR tiene personas becarias que “están siendo testigos de manifestaciones de violencia contra gente negra y los musulmanes”.

Tras recordar las vejaciones que vive la población palestina en los sitios donde se establecen los colonos israelitas, sumado a la realidad descrita en Estados Unidos, afirmó que la islamofobia se presenta como “el buly colegial pero llevado a la vida cotidiana”.



 

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