El Plenario legislativo realizó un debate reglado para recordar la celebración del Día Internacional de Pueblos Indígenas, en el que se enfatizaron las deudas milenarias con los pueblos originarios, que permanecen sin saldar.
Esto a pesar de la participación de los oficialistas Ada Acuña y Alexander Barrantes, quienes insistieron en que la actual administración de Rodrigo Chaves es la que más ha atendido a los pueblos indígenas en el país.
Otra fue la visión del resto de las fracciones legislativas, quienes enfatizaron las deudas del Estado costarricense con los alrededor de 104 mil personas indígenas, distribuidos en 24 territorios indígenas e incluso más, al resaltar que alrededor de un 65% de estas personas viven fuera de los territorios.
En ese sentido, tanto la diputada Sonia Rojas del Partido Liberación Nacional (PLN), como María Marta Carballo del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y Cinthya Córdoba, del Partido Liberal Progresista (PLP), instaron a las autoridades a informar sobre las acciones para estos alrededor de 68 mil indígenas que no viven en los territorios indígenas.
Pero el debate implicó recordar desafíos como la pobreza y la exclusión de los servicios básicos. La diputada Dinorah Barquero, del PLN, recordó que un 70% de los hogares en las poblaciones indígenas no logran satisfacer sus necesidades básicas en aspectos como salud, educación, empleo y vivienda; y solo un 40% tiene acceso a servicios de agua potable y 67% a la electricidad, en contraste con los datos de 90% y 99% para el promedio de hogares del país.
Sin embargo, el desafío más recordado fue la incapacidad del Estado para frenar la invasión a los territorios indígenas y garantizarles su protección y seguridad. En este punto, la diputada Rocío Alfaro, del Frente Amplio (FA), recordó los asesinatos de Jerry Rivera, ultimado por un usurpador de tierras cuyo juicio se repetirá, o el caso de Sergio Rojas, que quedó en la impunidad.
Pero en medio de estos discursos, el diputado José Pablo Sibaja, de Nueva República, puso la nota de tratar de recordar que el ejercicio puede resultar infructuoso, al recordar que a pesar de estos temas pendientes de exclusión y vulnerabilidad, es necesario pasar de los discursos a las acciones. «Temas como el acceso al crédito se les complica a los indígenas, porque viven en territorios que no son de ellos. Por ello debemos preguntarnos, ¿después del debate, qué? ¿Qué va a pasar con esto, que vamos a hacer, por ejemplo, con los maleku, que cada cuatro años reciben visitas, se les entusiasma y al final, el Gobierno no acciona, ante las necesidades que tienen?».
