El Centro de Producción Artístico Cultural (CPAC), junto con jerarcas de Cultura, condujo el FIA a un descalabro que provocó la pérdida de alrededor ¢650 millones; una programación parcialmente cancelada y una causa abierta en el Ministerio Público.
Apenas un mes después de haber asumido la máxima jerarquía del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) para el periodo 2014-2018, Elizabeth Fonseca denunció ante los medios de comunicación las sospechas de anomalías administrativas y financieras de varios programas, entre ellos los programas Festival de las Artes y Enamorate de tu ciudad, durante el periodo presidencial de Laura Chinchilla (2010-2014).
Según esta acusación ante el Ministerio Público y la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción, desde el 2008 el MCJ habría invertido ¢3.000 millones en contrataciones irregulares para la ejecución de dichos programas.
Los jerarcas de Cultura y varios productores contratados de forma externa para producir los programas no fueron imputados, pero, en cambio, sí fueron involucrados mediáticamente en el caso sin pruebas.
En perspectiva, la lectura política de una parte del sector es que el gobierno de Solís Rivera, en su afán de rastrear y castigar la corrupción, desató una “cacería de brujas” en contra del gobierno del Partido Liberación Nacional (PLN) y sus colaboradores en cultura.
Quizás el hilo se reventó por lo más delgado, al ser una de las carteras con menor presupuesto y ser considerada la cenicienta del gabinete. Sin embargo, el tejido social e, incluso, económico y simbólico que hilan los gestores y creadores del sector fue subestimado, y el impacto causó un cisma de proporciones significativas y dolorosas.
En los meses siguientes, el MCJ inició la producción del FIA de 2015 que, a pesar de que le correspondiese llevar a cabo la versión nacional, fue programado con invitados internacionales.
La ruta hacia uno de los eventos más esperados y queridos por el público costarricense se convirtió en una tragedia financiera y administrativa, que provocó la fractura institucional más relevante y sin precedentes del ministerio.
Inti Picado, director del Centro de Producción Artístico Cultural (CPAC), junto a los jerarcas de Cultura, condujo al FIA a un descalabro que provocó la pérdida de alrededor ¢650 millones; una programación parcialmente cancelada; una causa abierta en el Ministerio Público y la intervención de la Contraloría General de la República que llevó a cabo una auditoría.
La crisis generó el descabezamiento del ministerio, con la destitución de la ministra Fonseca; el viceministro de Cultura, José Alfredo Chavarría; el viceministro Administrativo, Luis Carlos Amador, y de Picado.
Ante este lamentable panorama, para asumir la rectoría del MCJ fue llamada la gestora cultural, Sylvie Durán Salvatierra, quien tuvo el mandato expreso de resucitar al FIA y restituir la confianza política, presupuestaria, administrativa y artística de distintos sectores, como el mismo Estado, los artistas y los diputados, los medios de comunicación y, sobre todo, del público seguidor del programa.
A lo largo de estos tres años de gestión, Durán ha dedicado una parte de su labor a levantar de sus cenizas al FIA, logrando ejecutar uno nacional (2016) y dos internacionales (2017-2018), con una curaduría cerrada de la programación internacional a cargo del empresario artístico colombiano, Octavio Arbeláez.
Asimismo, en la agenda de la ministra se destacan cuatro ámbitos de acción estratégica. De acuerdo con el documento “Informe anual de seguimiento y cumplimiento de metas 2017 PND 2015-2018” entregado al Ministerio de Planificación, de las metas sectoriales, un 25% de los objetivos no se cumplió y un 10% de las metas de los programas incluidos tampoco se logró ejecutar.
Basado en la Política Nacional de Derechos Culturales que se aprobó en 2013 en el Gobierno de Chinchilla, el principal objetivo del Plan Nacional de Desarrollo fue garantizar el ejercicio pleno de los derechos culturales en cuatro ámbitos fundamentales: el patrimonio tangible e intangible; las artes escénicas vivas; las industrias culturales y las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s), y la descentralización y el territorio, según indicó Durán (ver entrevista).
De manera selectiva y resumida, la ministra mencionó en el ámbito de la participación y goce efectivo de los derechos culturales a los fondos Puntos de Cultura, la desconcentración artística, los programas de inclusión social, los centros cívicos para paz y el programa Érase una vez del Teatro Nacional. En patrimonio, destacó la compra y recepción de colecciones del Museo de Arte Costarricense y Museo Nacional, entre otros. En patrimonio arquitectónico, recalcó la buena salvaguarda de los inmuebles, como el caso icónico del Teatro Nacional.
En el área de la dinamización de la cultura, Durán destacó el programa de emprendimientos, a partir de un encuadre territorial, y en el de fortalecimiento institucional sopesó la urgencia de hacer gestión por datos y resultados con la Cuenta Satélite de Cultura, la Encuesta Nacional de Cultura, los mapeos e inventarios.
Entrevista
Ministra de Cultura y Juventud, Sylvie Durán Salvatierra:
“A lo que aspiro es a una gestión de cuido de la institucionalidad”
Luego del llamado “FIAsco”, la actriz y gestora cultural Sylvie Durán Salvatierra asumió la rectoría del MCJ (primero como viceministra y ministra a.í.) el 12 de mayo del 2015, para, en principio,, volver a poner a flote al FIA, uno de los eventos más visibles y queridos de la cartera.
En el despacho ministerial, UNIVERSIDAD conversó con Durán con la presión por la falta de tiempo, pues uno de los periodistas del departamento de Prensa del MCJ con celular en mano, recordó, en tres implacables ocasiones, los 20 minutos exactos que debía durar la entrevista.
El intercambio –que desde la primera pregunta se relacionó con el tema inevitable del FIA– se alargó 10 minutos más. A continuación un extracto.
¿Cuáles son los aspectos más sobresalientes de estos tres años?
—Cuando entramos teníamos la tarea de asegurar la plataforma de gestión del Festival, que se reconfiguró y se cumplió con hacer los festivales. Ahora tiene personal propio, procedimientos definidos y una práctica.
¿El informe de Mideplan (Ministerio de Planificación) sobre su gestión en concordancia con la Política Nacional de Derechos Culturales (PNDC) y el Plan Nacional de Desarrollo (PND) abarca lo que hizo el ministerio en estos cuatro años?
—No, porque tiene que ver con cómo pueda aterrizarse la PNDC. Para eso, dejamos una estructura programática “mártir” para que la próxima autoridad la operacionalice en el PND, donde el ministerio quepa en cuatro cajones divididos en no más de tres o cuatro subcomponentes.
¿Cómo se hace para interrelacionar toda esa institucionalidad y generar espacios comunes?
—Vernos en ámbitos de trabajo para poder trabajar en red. Los ámbitos son patrimonio, artes escénicas vivas, industrias culturales y TIC’s , y descentralización y territorio.
¿Cómo va golpear el recorte del 3,31% en el presupuesto?
—En este año hay que recortar y ajustarnos el cinturón. Cuando vean los números del FIA van a ver todos los esfuerzos que estamos haciendo de ser más austeros.
Y en relación con el presupuesto histórico del ministerio, que no ha crecido desde el 2014, ¿nos están castigando?
—Históricamente, no siempre ejecutamos tan bien. Ahora se hizo una aplicación del superávit del ministerio que tenía 10 años de jalar ¢14.000 millones. Ha habido una debilidad sistemática en los procesos de construcción (de infraestructura), para lo cual dejamos una unidad de gestión de proyectos de infraestructura (ver gráfico).
¿Aspira a quedarse en el ministerio?
—A lo que aspiro es a una gestión de cuido de la institucionalidad. Ese fue el encargo con el que entré porque había una crisis y hemos trabajado mucho para dejar la estructura cuidada.
Presupuesto para Cultura no avanzó en la administración Solís
Inversión 2014-2018
cifras en colones reales (descartan el efecto de la inflación)
2014: 45,320,500,000
2015: 44.942.000.000
2016: 42.917.400.000
2017: 49.325.883.904
2018: 50.400.747.000