País Costa Rica actúa para bajar impuestos por fletes marítimos

“Crisis de los contenedores” contribuye al alza de la inflación mundial

La mayor demanda de las empresas y el aumento en los precios de las materias primas son otros factores que generan una aceleración en el alza del nivel de precios.

Aunque en Costa Rica la inflación —es decir, el aumento sostenido de los precios— es ahora solo un poco más alta que a lo largo de la crisis de la pandemia de la COVID-19, países como los Estados Unidos y varios de América Latina se encuentran afectados de manera importante por este fenómeno, que según el Fondo Monetario Internacional (FMI), retornará a sus niveles prepandemia a mediados de 2022.

Para este organismo, la aceleración de la inflación mundial se debe a la mayor demanda de las empresas, a los problemas en las cadenas de suministros —la “crisis de los contenedores”— y el alza en los precios de las materias primas, principalmente del petróleo.

Estos son los valores de referencia planteados en el pr oyecto de ley del Poder Ejecutivo para bajar los costos de los fletes.
Al 15 de no viembre de 2019, el costo por flete de contenedor de 40 pie s era de $1.362, mientras que al 2 9 de octubre
de 2021 había subido ha sta $10.321.

Además, estima que la alta inflación continuará hasta mediados del próximo año, cuando retomará los niveles “normales”, es decir, los existentes antes de la pandemia, “aunque los riesgos de una aceleración continuarán”.

En el caso de Costa Rica, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos reportó que la inflación acumulada de enero a octubre del presente año fue de 1,96% y la interanual —de noviembre de 2020 a octubre de 2021— llegó a 2,50%.

Con esta cifra, la de nuestro país sigue siendo la tasa de inflación más baja de la región de Centroamérica y República Dominicana, pues, los datos de octubre del Consejo Monetario Centroamericano indican que la inflación interanual de República Dominicana alcanzó 7,72%; Nicaragua 6,41%; El Salvador 5,49%; Honduras 4,65%; y Guatemala 2,96%. El dato de Panamá correspondiente a octubre aún no estaba disponible, pero en setiembre había alcanzado 2,5%.

En los Estados Unidos, la inflación interanual fue 6,2% más alta que en octubre de 2020 y se trata “del alza más grande desde 1990”, según dijo la revista Newsweek.

Cinco países de América Latina —Brasil, Chile, Colombia, México y Perú— son tomados como referencia por el FMI para ilustrar lo rápido que está subiendo el nivel de precios, pues, en el 2020, el primer año de la pandemia de la COVID-19, su inflación estaba por debajo del promedio de otras economías emergentes, pero en octubre alcanzó el 8% interanual y en el caso de Brasil superó el 10,5% (ver el gráfico).

El organismo afirma que, en particular, los precios de los alimentos están acelerando el alza en la inflación, pues comenzaron a elevarse incluso antes de la pandemia y desde enero de 2020 se incrementaron en un 18% en esos cinco países.

Además, recuerda que, en la región, los precios de los alimentos representan un cuarto del total de una canasta básica.

Incluso la inflación estructural, que excluye los precios de los alimentos y de la energía, ha excedido este año la tendencia previa a la pandemia, y se sitúa en un 5,9% en términos interanuales.

“Las presiones inflacionarias serían temporales y la de mediano plazo debería volver a ubicarse en los rangos establecidos por los bancos centrales”, dice el organismo. “Pero todavía hay mucha incertidumbre. El shock de la pandemia es único y es difícil detener su impacto en los precios de las materias primas, los cuellos de botella en los suministros y las alzas en los costos del transporte marítimo”, concluye.

La inflación de nuestro país, por el contrario, todavía se encuentra dentro del rango meta establecido en el Programa Macroeconómico del Banco Central de Costa Rica (BCCR) —que es de 3%+-1%— y, más bien, se mantuvo por debajo de ese rango hasta setiembre pasado.

El Informe de Política Monetaria presentando ese mes por el BCCR resalta que, según las simulaciones de escenarios de riesgo extremo realizadas por el FMI, “los precios podrían subir más rápido debido a las continuas alteraciones en la cadena de suministros, fluctuaciones elevadas en los precios de las materias primas y un desanclaje de las expectativas de inflación”.

Por su parte, el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) ilustró lo que llamó  “el dramático incremento de los precios” internacionales con el dato de que, según el Índice Global de Carga de Contenedores (Freights Baltic Index o FBX), al 15 de noviembre de 2019, el costo por flete de contenedor de 40 pies era de $1.362, mientras que al 29 de octubre de 2021 fue de $10.321 (ver en https://fbx.freightos.com/).

“Aumentos de ese calibre en el transporte marítimo —vía por la que se mueve el 80% del comercio mundial— impactan los costos de las empresas importadoras y, a la larga, los precios que se le cobran al consumidor final. La entrada de la temporada navideña es un agravante para la situación”, añadió en un comunicado de prensa.

También el ministro de Comercio Exterior, Andrés Valenciano, dijo a UNIVERSIDAD que, en el caso concreto de nuestro país, se prevé el desabastecimiento de bienes de consumo y de materias primas principalmente importadas de Asia.

“Pero, igual, otros mercados no están exentos de esto”, advirtió (ver el recuadro).

El desencuentro entre el aumento de la demanda global y la cantidad de contenedores disponibles, así como la lentitud en la tramitación de sus cargas en los puertos, produce nudos de saturación que retardan y hasta paralizan la llegada de las mercancías a su destino.

Un ejemplo ocurrió cuando 339 contenedores con productos importados por empresas, como Pequeño Mundo, Bridgestone o Dos Pinos, y destinados a Costa Rica quedaron retenidos en el puerto de Acajutla, El Salvador, desde el 15 de setiembre, según El Financiero. Ese semanario también reportó que algunas de las compañías afectadas ya proyectaban posibles pérdidas, mientras que otras solo tenían inventarios para algunos días.

Ante la situación, el 8 de noviembre, el Poder Ejecutivo presentó el proyecto de ley No. 22.770 “Valor del flete de mercancías contenerizadas que se transporten por vía marítima”, con el fin de reducir los costos de transporte de mercancías, que se encarecían debido a la crisis de contenedores (ver el facsímil).

Facsímil de la carta mediante la cual el Poder Ejecutivo presentó a la Asamblea Legislativa el proyecto de ley para congelar los impuestos al transporte marítimo, con el fin de paliar los posibles efectos de l a “crisis de los contenedores” en los costos de las importaciones y en l os precios al consumo local.

El proyecto elaborado conjuntamente por el Comex, la Dirección General de Aduanas del Ministerio de Hacienda, la Cámara de Comercio de Costa Rica y otros gremios del sector privado, establece valores fijos de referencia para el pago de impuestos por los fletes de mercancías a partir de las declaraciones de importación hechas en 2019, es decir, antes de la pandemia y de la actual crisis de contenedores, con el fin de paliar los efectos de la crisis en los precios (ver el cuadro).

Los nuevos precios tendrán vigencia desde que se publique la ley hasta el 30 de junio de 2022, inclusive y se podrán prorrogar dos veces, por seis meses cada prórroga, “con un debido razonamiento por parte del Ejecutivo y con la correspondiente revisión de montos, regiones y países de procedencia”, dijo el Comex.

Además, este ministerio informó que Costa Rica planteó al Consejo de Ministros de Integración Económica de Centroamérica hacer lo mismo en el plano regional mediante “una norma habilitante, temporal y voluntaria, para que a los fletes, en la parte relativa al cálculo de impuestos de importación, se le cobren tasas calculadas con una base “prepandemia”, lo  cual bajaría las tarifas”.

Andrés Valenciano, ministro del Comex: “Varios de los puertos más importantes en el mundo tuvier on un faltante de personal o estaban clausurados, por la misma crisis de l a COVID-19”. (Foto: cortesía de Casa Presidencial).

Ministro del Comex, Andrés Valenciano:

Hay un potencial desabastecimiento de bienes que provienen de Asia

También es probable que los que sí se consigan tengan “precios mucho más elevados”, dice el funcionario.

¿Cómo describiría la “crisis de los contenedores”?

—La llamada crisis de contenedores se da debido a la disrupción que causó la COVID-19 en la demanda global y las cadenas de abastecimientos.

Cuando se vino la COVID-19 hubo una caída en la demanda de muchos productos que hizo que el transporte marítimo se detuviera o se redujera tanto de Asia hacia el Occidente como viceversa. Luego, una vez que se comenzaron a abrir las restricciones, hubo un incremento en la demanda de bienes que el mercado no tenía previsto que fuera tan abrupto ese crecimiento en la demanda.

Entonces, se dio un momento en el cual varios de los puertos más importantes en el mundo, en el Reino Unido, los Estados Unidos, en el resto de la Unión Europea y en Asia, tuvieron un faltante de personal o estaban clausurados, por la misma crisis de la COVID-19 o bien, que los contenedores estuvieran ubicados en una parte del mundo versus otra, y no se podían devolver vacíos.

¿Qué consecuencias tiene esta crisis mundial de contenedores para las importaciones y exportaciones de Costa Rica?

—Esto, por supuesto, significa que, para Costa Rica, existe un potencial desabastecimiento tanto de bienes de consumo como de materias primas para la producción, particularmente para aquellas que provienen de Asia, pero, igual, otros mercados no están exentos de esto.

Lo anterior lleva a que, por un lado, cierta materia prima y ciertos bienes se consigan, pero a precios mucho más elevados o bien, por otro lado, exista un desabastecimiento a nivel global, porque no hay suficiente para cubrir la demanda de los diferentes mercados.

¿Cómo aborda el país esta crisis?

—Este es un reto que se está abordando en conjunto con el sector privado para entender sus necesidades y buscar cómo, desde las autoridades de gobierno, podemos apoyar, hasta cierto punto, porque reconocemos que muchos de estos factores trascienden la capacidad de cualquier gobierno de poder hacerle frente a una situación tan compleja, que tiene a países alrededor del mundo muy afectados en el abastecimiento de ciertos bienes de consumos y de ciertas materias primas. Particularmente ahora, en la época navideña, que siempre es una época en la que muchas empresas planifican tener bastante inventario y ahora, pues, esta crisis ha limitado la capacidad de abastecer la cantidad de productos que usualmente tienen.


 

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