El Estudio Económico para América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) destaca en el caso de Costa Rica que el crecimiento económico entre 2021 y 2022 se desaceleró dramáticamente, mientras que para este 2023 la proyección es inferior a lo que había planteado el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Ese análisis fue presentado esta mañana en Santiago, Chile, y señala que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) esperado para 2023 es de 3,8%, lo cual cae como balde de agua fría pues en julio el BCCR revisó su proyección y la elevó de 3,3% a 4,2%.
Por otra parte, desde su párrafo inicial en el capítulo de Costa Rica el informe destaca que en 2022 el PIB real de Costa Rica creció un 4,3%, en comparación con el 7,8% de 2021.
Sin embargo, el Estudio de la Cepal consigna logros como que “las medidas tomadas por el Gobierno de Costa Rica para fortalecer las finanzas públicas, tanto por el lado de los gastos como de los ingresos, permitieron una mejora notable de los indicadores fiscales en 2022. No obstante, persisten retos significativos en la materia, en particular la reducción del pago de intereses”.
Otro aspecto destacable es que los ingresos por concepto de impuestos sobre la renta aumentaron 8,8% en términos reales, “impulsados por una mayor actividad económica”.
Por concepto del impuesto al valor agregado (IVA), los ingresos crecieron 4,5% en términos reales, “producto del aumento de la demanda agregada” y los efectos de la draconiana Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
“Estos resultados se vieron favorecidos también por los esfuerzos continuos para combatir la evasión y la elusión fiscal y mejorar la gestión del cobro. Los ingresos tributarios representaron el 14,3% del PIB”, se añade.
En lo que se refiere a América Latina, la proyección de Cepal es que 2023 cierre con un crecimiento de 1,7%, lo cual significa un aumento de 0,5% en la proyección hecha en abril, debido al mejor desempeño económico de las mayores economías de la región, Brasil y México, en los primeros meses del año.
«Muchas economías eran mucho más resilientes de lo que se esperaba, particularmente las más grandes, Brasil y México. Al ser las economías más grandes, pesan más en el promedio ponderado», señaló Daniel Titelman, director de la división de Desarrollo Económico de la Cepal, en rueda de prensa, según informó AFP.
Sin embargo, la mayor parte de las economías latinoamericanas seguirá afectada por el bajo crecimiento de la economía mundial y el comercio global. En ese sentido, se anticipa “un menor dinamismo en la creación de empleo, junto con caídas en la inversión”, todo lo cual se sumará al impacto en las economías latinoamericanas del cambio climático.
“El bajo crecimiento de América Latina y el Caribe se puede ver agravado por los efectos negativos de una agudización de los choques climáticos, si no se realizan las inversiones (necesarias) en adaptación y mitigación», señaló el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.
Así, para este 2023 Panamá, con una expansión del 5,1%, Paraguay, con un 4,2%, y Costa Rica, con un 3,8%, liderarán la proyección de crecimiento regional. Como se dijo, Brasil crecerá un 2,5% y México 2,9%.
Argentina, con una contracción del 3%, y Chile, con una caída del 0,3% del PIB, son los únicos países con previsiones negativas según la Cepal.
