La deuda de los patronos con el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) continúa abultándose y llegó a ¢182.000 millones en el 2015, según se desprende de un informe de la Contraloría General de la República (CGR).
Ese dinero, destinado a alimentar 25 programas sociales en una veintena de instituciones públicas y privadas que atienden a la población más necesitada del país, podría servir para entregar 28.000 bonos de vivienda o para el pago de 635.437 salarios mínimos de trabajadores no calificados.
La inflación de la deuda, que en el 2013 alcanzaba ¢158.608 millones (creció 14,7% desde entonces), se dio a pesar de mejoras en los registros de información de patronos morosos y notificaciones de cobro, y un aumento de la recaudación por año, según los datos de Fodesaf.
La embajada de Estados Unidos lidera el club de los 127.000 patronos morosos con Fodesaf; la sede diplomática acumula atrasos por ¢3.357,9 millones, unos ¢500.000 millones más que lo registrado año y medio atrás.
La Embajada alega que no está de acuerdo con la “supuesta obligación con Fodesaf”, pues la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas la exime de la jurisdicción civil y administrativa del país.
El grupo de deudores creció 2%, al pasar de 124.408 en el 2013 a 127.480 en el 2014, según los datos oficiales de la Dirección de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Desaf), dependencia del Ministerio de Trabajo que administra el Fondo.
La mitad de la deuda (48%) corresponde a una mínima fracción 1.292 patronos (1% del total) que deben más ¢20 millones cada uno.
Por ley, todo patrono debe pagar a Fodesaf el 5% del salario de cada trabajador, dinero que se reparte en 20 instituciones públicas y se destina a 25 programas de ayuda social para familias pobres.
La recaudación de ese dinero le corresponde a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), junto con los aportes en planillas para la seguridad social. Desde hace un año, febrero del 2015, la Caja también se encarga del cobro judicial a los morosos con Fodesaf.
En el informe (FFOE-SOC-IF-23-2015) la CGR le dio un tirón de orejas a la Dirección de Asignaciones Familiares (Desaf), ya que en un análisis de los estados financieros, para el periodo del 1 de enero al 31 de diciembre del 2014, el órgano contralor halló deficiencias, incluida ausencia de los registros de cuentas por cobrar a patronos morosos.
“Los estados financieros examinados no representan razonablemente, en todos los aspectos importantes, la situación financiera, los resultados de sus operaciones y el flujo de fondos del Fodesaf” en el período examinado, de conformidad con los principios de Contabilidad, disposiciones legales y reglamentarias de la contabilidad nacional, indicó.
Se determinó la ausencia de los registros contables correspondientes a cuentas por cobrar a patronos morosos, en el orden de ¢182.032 millones; así como una subvaluación de las cuentas de Ingresos por Planillas y Gastos Ordinarios por ¢80.996 millones.
Lo anterior, como consecuencia de que en esas cuentas no se registra el monto que se transfiere a los programas Régimen No Contributivo de Pensiones (que maneja la Caja Costarricense de Seguro Social) y al Fondo de Subsidios para la Vivienda (Fusovi) administrado por el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi), a los cuales les corresponde respectivamente un 12,19% y 18,07% del 5% de los recursos que percibe Fodesaf, por concepto de la recaudación que efectúa la CCSS sobre el cobro de planillas, señaló la CGR.
Con el fin de corregir las “debilidades” encontradas, el órgano contralor instruyó a la directora de Desaf, Amparo Pacheco, y a la jefatura de Contabilidad Operativa y Tesorería General de la CCSS, para que al cierre de cada ejercicio contable se registre en los estados financieros del Fodesaf los saldos recaudados de parte de los patrones morosos y los saldos adeudados por estos, entre otras disposiciones.
La directora de Desaf afirmó que la entidad está atendiendo cada una de las disposiciones de la CGR. Expresó preocupación de que se vaya a interpretar que la Contraloría encontró un mal uso de los recursos, pues no es así, sino que señaló aspectos técnicos de los registros contables que se deben observar, y mucho tiene que ver con la búsqueda de una mayor coordinación con la CCSS (ver recuadro).
Complicado
Amparo Pacheco, directora de Desaf, afirmó que están “en el proceso de implementar las medidas que nos permitan cumplir con las disposiciones que nos dio la CGR, como que no existan saldos de efectivo sin registrar en la cuenta contable. Es un tema técnico, no es que esa plata no aparece, sino que se le dé visibilidad. La Contraloría también manda realizar coordinación con la Caja, para registrar los saldos de las cuentas bancarias transitorias en los estados financieros; entonces también estamos coordinando un mecanismo mensual para enviar a la Caja los saldos netos de las cuentas transitorias y que eso quede reflejado”.
Para Pacheco, el total de la deuda patronal no es un “dato duro”, en el sentido de que oculta a empresas desaparecidas o inactivas, y no significa que todo sea recuperable.
En el crecimiento de la deuda hay varios componentes; uno es el acumulado de multas e intereses que están inclusive en empresas inactivas, y otra parte son deudas nuevas.
Precisó que a multas e intereses corresponde aproximadamente el 40% de la deuda acumulada, y se calcula que el 43% es de empresas desaparecidas o inactivas.
“Hay una realidad y es que el total de estas deudas no es un dato duro, en el sentido de que sean recuperables en su totalidad, sino que en algún momento han existido, pero en algún momento dejan de existir”, consideró.
En torno a si tienen idea a cuánto llega la deuda incobrable, dijo que “en realidad nunca se sabe, porque una empresa inactiva puede convertirse en una empresa activa en cualquier momento”.
Afirmó que se ha mejorado la recuperación desde que la Caja asumió el cobro judicial de los casos nuevos, hace un año, y Desaf pudo centrar sus esfuerzos en el cobro de la deuda anterior, la localización y notificación con énfasis “de arriba para abajo” con los mayores deudores.
La Directora de Desaf mencionó también un aspecto polémico de la ley, que fija intereses muy altos a esta deuda, lo cual fue hecho con la mejor intención del legislador, para propiciar que no se acumule deuda; pero, en el fondo puede ser un freno, porque una deuda pequeña crece tanto en el tiempo, que después el patrono no puede hacerle frente.
En cuanto a la renuencia de la embajada de Estados Unidos a pagar, Pacheco lo describió un tema complicado, porque “la interpretación de ellos es que no deberían pagar eso, porque consideran que por ser una delegación diplomática están exentos del pago conforme a la legislación internacional. Nuestra interpretación es otra, pero tratándose de dos Estados soberanos que tienen interpretaciones diferentes sobre una ley nacional, estamos un poco complicados. Cada cierto tiempo tenemos encuentros y enviamos nota a la Cancillería con un recordatorio, pero no ha habido mayor avance”, puntualizó Pacheco.
La posición de la sede diplomática norteamericana es que “los gobiernos no gravan a otros gobiernos”.
“Bajo la Convención de Viena (artículos 31 y 34), las misiones diplomáticas están exentas del pago de cuotas o impuestos a un país anfitrión. Esto se aplica a la embajada de Estados Unidos en Costa Rica, al igual que a la embajada de Costa Rica en Washington”, respondió la legación norteamericana ante consulta de UNIVERSIDAD.
Agregó que “debido a que la Convención de Viena −sobre relaciones diplomáticas− exime a las misiones diplomáticas de la jurisdicción civil y administrativa, la Embajada de Estados Unidos no está de acuerdo con la supuesta obligación con Fodesaf”.
De manera consistente, la legación estadounidense ha mantenido esta posición frente al Ministerio de Relaciones Exteriores, cada vez que una institución costarricense ha afirmado tener autoridad para gravar sus actividades, indicó la sede diplomática.
Para los más necesitados
El presupuesto de Fodesaf cobija ¢559.000 millones, y financia 25 programas específicos de 20 instituciones, tendientes a ayudar a las personas y familias en pobreza.
Los recursos presupuestados se originan en dos principales fuentes: en el 5% de recargo a las planillas de los patronos privados y públicos, que se estima en ¢319.922,3 millones (57,21%); y, los recursos que traslada el Ministerio de Hacienda, provenientes de 593.000 salarios base utilizados por el Poder Judicial para fijar multas y penas por la comisión de diferentes infracciones, por un monto de ¢239.216,2 millones (42,79%).
Fuente: Desaf
Recuperación difícil
-Total de patronos morosos con Fodesaf: 127.480, de los cuales 34.419 están inactivos (27%).
-El 43% de la deuda es de patronos inactivos.
-Prácticamente la mitad de la deuda (48%) corresponde a patronos que adeudan por encima de ¢20 millones y constituyen el 1% del total de morosos.
Fuente: Desaf, datos al 2014.
