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COVID-19: el Freddy Krueger que está habitando nuestros sueños

Científicos finlandeses recurrieron a la Inteligencia Artificial para analizar los patrones y el contenido de los sueños durante los cierres decretados a causa de COVID-19. Resultados: los despertares y las pesadillas han incrementado, también se identificaron 33 clústeres temáticos.

En el cine de terror, Frederick Charles Krueger es un personaje que esperaba la noche para poblar las pesadillas de los habitantes de Elm Street y sus actos, claro, tenían consecuencias en la realidad.

COVID-19, y las preocupaciones derivadas de la pandemia, viene a funcionar como un Freddy Krueger a la inversa: el estrés diurno trasciende para alcanzar la realidad onírica de las personas.

Los cambios esporádicos en el sueño y la ensoñación ya se habían reportado durante períodos de guerras y ataques terroristas, siendo su mayor manifestación el aumento de las pesadillas.

Interesados por conocer cómo las vivencias alrededor de la pandemia desatada por COVID-19 estaban afectando el descanso nocturno de las personas, científicos finlandeses recurrieron a la Inteligencia Artificial (IA) para analizar los patrones de sueño de más de 4.275 sujetos y el contenido de los mismos reportado por 811 individuos. Esto durante la sexta semana de cierres, los cuales fueron adoptados como medida sanitaria.

En sus resultados, publicados en Frontiers in Psychology, los investigadores reportaron que una mayoría de las personas admitía dormir más, aunque al 10% le costaba conciliar el sueño. Aunado a esto, una tercera parte reportó ritmos de sueño más regulares durante los cierres en comparación a los meses pre-pandemia.

Ahora bien, un tercio de las personas (28,6%) reportaron despertares más frecuentes y más de un cuarto de los participantes del estudio (26%)  admitieron que las pesadillas se incrementaron.

“Como era de esperar, observamos un mayor aumento de la frecuencia de las pesadillas entre los encuestados que también informaron de un elevado estrés durante el encierro, aunque no se puede inferir ninguna causalidad”, se lee en el estudio.

Asimismo, los investigadores notaron que las mujeres eran más propensas que los hombres a reportar una mayor duración del sueño y pesadillas más frecuentes.

Las pesadillas son una condición del sueño asociada a disforia (experimentar emociones desagradables) que usualmente implican amenazas a la supervivencia, seguridad o integridad física. “Si bien las pesadillas ocasionales son comunes e inofensivas, las pesadillas frecuentes se han asociado con otros problemas de sueño, síntomas de depresión e incluso con un mayor riesgo de suicidio”, indicaron los científicos en el estudio.

Por otra parte, en un comunicado, los investigadores adujeron que les sorprendía la “imagen compartida reflejada en los sueños”.

“Observamos una repetición de asociaciones relativa al contenido de los sueños de los individuos que reflejaban el ambiente apocalíptico del cierre por COVID-19. Los resultados nos permitieron especular que soñar en circunstancias extremas revela una visión compartida de imágenes y rastros de la memoria. De esta manera, los sueños indican alguna forma de paisaje mental compartido entre los individuos”, comentó Anu Katriina Pesonen, jefa del Grupo de Investigación del Sueño y la Mente en la Universidad de Helsinki (Finlandia).

Clústeres de sueños

Los investigadores transcribieron el contenido de los sueños del finlandés al inglés y, con esa información, alimentaron al algoritmo de IA. El propósito de este fue escanear las asociaciones de palabras que aparecían con más frecuencia.

Al final de esta labor, la computadora construyó clústeres de sueños, los cuales resultaron ser unidades temáticas más pequeñas que facilitaron el análisis. En total se identificaron 33 clústeres: 20 de ellos se catalogaron como “malos sueños” y el 55% de estos estaban relacionados a contenido sobre la pandemia.

“La analítica basada en la lingüística computacional y asistida por IA que utilizamos es realmente un enfoque novedoso en la investigación de los sueños. Esperamos ver más investigación de sueños asistida por IA en el futuro. Esperamos que nuestro estudio abra el desarrollo hacia esa dirección”. Anu Katriina Pesonen, Universidad de Helsinki.

Por ejemplo: los pares de palabras -en un clúster denominado “descuido en el distanciamiento”- incluían error-abrazo, abrazo-apretón de manos, restricción de apretón de manos, distanciamiento de apretón de manos, desprecio de distanciamiento, distanciamiento de multitudes, restricción de multitudes y fiesta de multitudes.

Entre los temas incluidos en estos clústeres de contenido pandémico estaban fallos en mantener el distanciamiento social, contagiarse con el coronavirus, faltas relativas al equipo de protección personal, distopia (estar en un mal lugar) y apocalipsis.

“La mayoría de estos se confundían con categorías de sueños idiopáticos ya establecidas (por ejemplo: fracaso, muerte, preocupación), pero las imágenes de los sueños eran específicas de la situación actual de la pandemia”, señalaron los investigadores.

Soñar permite procesar los rastros de memorias recientes, ya que mejora los recuerdos recién adquiridos mediante una reactivación fisiológica de las zonas del cerebro relacionadas al aprendizaje.

“Las imágenes de sueños relacionados con el miedo (a menudo experimentadas en malos sueños, pesadillas idiopáticas y pesadillas postraumáticas) asociadas a la excitación emocional pueden servir igualmente para la extinción de los recuerdos de miedo y ayudarían entonces a la adaptación emocional a la presencia de COVID-19, ya que el sueño REM desempeña un papel fundamental en el procesamiento emocional”, destacaron los investigadores.

“Los sueños relacionados con los fracasos en el distanciamiento social, por ejemplo, pueden entonces ayudar a consolidar la memoria episódica para nuevas reglas de comportamiento y rutinas en situaciones sociales”, continuaron.


Ansiedad por pandemia afecta más el sueño de las mujeres

Las desigualdades de género exacerbadas durante la crisis sanitaria causada por COVID-19 pudieran estarse reflejando en los sueños de las mujeres, provocando ansiedad, tristeza e ira. Esto según un reciente estudio realizado por la Universidad de Harvard.

Un nuevo estudio sugiere que los sueños de las mujeres se han visto más afectados por la pandemia causada por COVID-19 que los sueños de los hombres. Una posible explicación estaría relacionada a una mayor carga en las labores de cuido, a la pérdida de trabajo, mayor riesgo de violencia doméstica y otras dificultades.

El estudio, realizado por Deirdre Barrett de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), sistematizó las respuestas brindadas por 2.888 participantes que relataron sus sueños sobre la pandemia y luego las comparó con una base de datos que se tenía previo a crisis sanitaria.

Los resultados, publicados en la revista académica Dreaming de la Asociación Americana de Psicología, mostraron que las mujeres presentaban tasas significativamente más bajas de emociones positivas y niveles más altos de ansiedad, tristeza, ira y referencias a los procesos biológicos, la salud y la muerte en sus sueños pandémicos en comparación con los sueños pre-pandémicos.

Por su parte, los sueños pandémicos de los hombres mostraron niveles ligeramente más altos de emociones negativas, ansiedad y muerte que en los sueños pre-pandémicos, pero los efectos fueron menos pronunciados que en el caso de las mujeres.

“El hecho de que el enojo y la tristeza sean mayores solo en los sueños pandémicos de las mujeres es coherente con su carga de cuidado no remunerado de niños y ancianos así como con las mayores tasas de pérdida de empleo, mientras que los puntajes igualmente más altos de ansiedad reflejan que el miedo a la enfermedad se comparte más equitativamente con los hombres”, se lee en el estudio.

Según Deirdre Barrett, investigadora de la Universidad de Harvard, los sueños ayudan a concretar sentimientos y emociones latentes. (Foto:Vladislav Muslakov on Unsplash)

Desigualdad

Para Barrett, los sueños vienen a reflejar desigualdades de género ya existentes y exacerbadas por la pandemia. En promedio, y según Naciones Unidas, las mujeres realizan tres veces más trabajo de cuido no remunerado que los hombres y es más probable que sean las encargadas de cuidar a los enfermos de la familia, lo que las hace más vulnerables a las infecciones.

A nivel mundial, las mujeres constituyen el 70% de los trabajadores de la salud. En promedio, ocupan los niveles salariales y rangos de autoridad más bajos de estos trabajos y están menos provistas de equipo de protección personal.

Asimismo, las mujeres están subrepresentadas en los ensayos clínicos de vacunas y medicamentos, también en los órganos de decisión sobre la pandemia.

Durante el encierro, ellas corren un mayor riesgo de sufrir violencia doméstica. También se encuentran en desventaja porque, durante la pandemia, los servicios de salud sexual y reproductiva se ven reducidos o cancelados.

Asimismo, se ven más afectadas por la pérdida de empleo debido a que tienen menos horas de trabajo y contratos inseguros. Según ONU Mujeres, fueron ellas quienes perdieron más puestos de trabajo desde el comienzo de la pandemia.

“Los sueños pueden ayudarnos a entender nuestras reacciones emocionales ante la pandemia”. Deirdre Barrett, Universidad de Harvard.

“Las mujeres están sufriendo mayor depresión y ansiedad desde el comienzo de la pandemia que los hombres”, escribió Barrett en su estudio y agregó: “los sueños de las mujeres reflejan tanto este aumento general del estrés como muchos de sus desafíos específicos”.

Una madre, participante del estudio, soñó que la escuela de su hijo se ponía en contacto con ella para decirle que toda la clase estaba siendo enviada a su condominio para ser educada en casa mientras durara la pandemia.

“Los sueños pueden hacerte más consciente de lo que más te molesta de la pandemia, y compartirlos con otras personas de confianza es un buen punto de partida para hablar de estos sentimientos compartidos”, dijo Barrett.

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