Mediante una nota fechada el 28 de enero, dos días antes de la convocatoria, Costa Rica desarmó las intenciones de la Presidencia Pro Témpore (PPT) de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de realizar una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobierno.
La Celac es un mecanismo intergubernamental en cuya conformación, como su nombre lo dice, no participa Estados Unidos. La PPT fue asumida por Honduras desde marzo del año pasado y la cumbre extraordinaria originalmente planeada para este jueves se convocó a instancias del presidente colombiano Gustavo Petro, cuando el domingo 26 se comunicó con la mandataria hondureña Xiomara Castro ante le serio diferendo que tuvo con Donald Trump sobre deportación de migrantes y el avión que unilateralmente el norteamericano envió a Colombia.
Así se explicó en un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación de Honduras del martes 28 de enero y divulgado por la presidenta Castro en la red antes conocida como Twitter y en el que se comunicó la cancelación de la convocatoria para el día 30.
Ese documento relata que el domingo 26 Castro y Petro se comunicaron por teléfono y más tarde el Gobierno de Colombia anunció la “crisis diplomática” provocada por “las acciones presidenciales migratorias de la administración estadounidense y la negativa de Colombia a aceptarlas”.
Así a instancias de Petro se procedió a convocar la reunión extraordinaria de jefes de Estado para el jueves 30, pero en el camino de la unidad latinoamericana frente a los desplantes xenofóbicos de la administración Trump se interpuso Costa Rica.
Fue ese martes 28 que la Dirección General de Política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores envió la nota DGPE-050-2050, en la que contestó a la convocatoria para una “Reunión Extraordinaria de Jefes y Jefas de estados y de Gobierno”.
El gobierno de Costa Rica recordó que los Procedimientos para el funcionamiento orgánico de la Celac establecen específicamente que ese tipo de cumbres podrán darse en forma extraordinaria “cuando la Presidencia pro Témpore en consulta con los Estados Miembros lo determine”.
“Para esta convocatoria la presidencia Pro tempore (sic.) no ha realizado consulta alguna a los demás Estados Miembros, por lo que la misma no es procedente”.
Señala que en el correo electrónico mediante el que también se realizó la convocatoria, se indicó que se hacía a solicitud de un Estado miembro, y que de acuerdo con esos Procedimientos, los Estados miembros pueden solicitar una reunión extraordinaria de ministros y ministras de Relaciones exteriores, no una cumbre de Jefes de Estado y Gobierno.
Costa Rica también encontró problema con los tres puntos de la agenda planteada: migración, medio ambiente y unidad latinoamericana y caribeña, pues “no han sido discutidos, preparados ni consensuados”, lo cual “debe darse antes de que se lleve a cabo una reunión de cancilleres”.
“Por los motivos procedimentales indicados y en aras de que este mecanismo de diálogo pueda continuar siendo punto de encuentro y diálogo de provecho para los intereses comunes de sus miembros, Costa Rica solicita formalmente que se posponga la convocatoria a una reunión extraordinaria hasta después de que se cumpla con lo pasos previos establecidos por los procedimientos de la Celac”, se añadió.
Además, para terminar de bajar el tono a los temas a tratar, la comunicación costarricense señaló que ya se tiene una reunión de coordinadores nacionales pactada para el 6 de febrero, y que propuso que los tres temas mencionados se incluyan en esa agenda.
El comunicado hondureño es más específico sobre los temas que se iban a tratar: “Los migrantes y sus derechos, tanto en el tránsito hacia el país receptor como dentro de las leyes de Estados Unidos, igual los efectos y el impacto social y económico en toda la región que va a ocasionar las deportaciones masivas anunciadas, constituyen una preocupación común que se debe abordar con objetividad y responsabilidad, sin embargo en el ejercicio de la Presidencia Pro Témpore, Honduras lamenta que en el caso de Haití y en esta crisis humanitaria de los migrantes, nuevamente recibimos la oposición sistemática de Países Miembros que han privilegiado otros principios e intereses diferentes a los de la unidad de la región latinoamericana y caribeña como Comunidad”.
