Una negociación preliminar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) permitiría que Costa Rica reciba $506 millones, es decir, un poco más de ¢286.000 millones para atender los efectos económicos que ha provocado el COVID-19.
La tasa de interés será del 1,58% anual, según un comunicado de prensa de la Presidencia de la República y el Banco Central (BCCR). El crédito tendrá tres años y cuatro meses de gracia pero, después, deberá ser saldado en cinco años.
Ayer jueves, el presidente Carlos Alvarado pidió en sus redes sociales que la ayuda de organismos internacionales vinieran con con tasa de intereses “cero y fijas así como de largo plazo”.
Sin embargo, el FMI negoció con las autoridades costarricenses un Instrumento de Financiamiento Rápido (llamado RFI, por sus siglas en inglés) que brinda liquidez rápida pero a muy corto plazo de cumplimiento.
Tanto el FMI, el Banco Mundial como el Banco Central, califican la crisis económica del COVID-19 como recesión. En ese marco, los organismos prestarán dinero rápido para poder inyectarle dinero a los gobiernos que estén invirtiendo en salvar vidas y salvaguardar subsistencia económica.
Esta semana, el RFI fue autorizado por el FMI para El Salvador ($389 millones) y para Panamá ($515 millones).
¿Qué podría pedir el FMI a cambio según caso de El Salvador?
Con El Salvador, FMI aconsejó aplicar las siguientes medidas para pagar su deuda: subir impuestos al consumo de gasolinas para aprovechar la caída de precios del petróleo (una medida similar a la que están estudiando los diputados de Costa Rica para financiar un seguro de desempleo); colocar un impuesto a la propiedad o subir el impuesto IVA; y disminuir el gasto público (el informe del FMI menciona congelar contratación del sector público y dar jubilación temprana a esos trabajadores).
UNIVERSIDAD consultó este viernes al Banco Central sobre las garantías que ofreció Costa Rica para que el FMI apruebe la entrega de este dinero. La consulta continúa en trámite.
Por otro lado, el presidente Alvarado sí abordó el tema de la negociación preliminar en la conferencia de prensa de este viernes. Calificó su petición de “tasa cero y fija” una medida “mundial extraordinaria”.
“Nosotros estamos acudiendo por un monto de $508 millones (sic), en una modalidad rápida. El llamado que yo he hecho es un llamado internacional que ya fue atendido, por ejemplo, por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, porque va a ser necesaria la ayuda para muchos países”, explicó Alvarado.
Fernández, de hecho, ha sido el único otro líder mundial que ha respaldado la petición de Alvarado, por medio de un retuit durante este viernes.
Comparto e impulso la propuesta del presidente @CarlosAlvQ. Latinoamérica debe enfrentar unida esta crisis. La deuda no debe ser un lastre para la recuperación. Los organismos multilaterales deben asistir a los países con programas sustentables y el sector privado debe acompañar. https://t.co/2p9fOguAxT
— Alberto Fernández (@alferdez) April 17, 2020
“Mi petitoria es generalizada de que si esos préstamos a futuro para los países, como Costa Rica, pero en general latinoamericanos, tienen tasas muy altas, todos nos vamos a empobrecer. Toda la región se va a empobrecer”, afirmó el presidente Alvarado durante la conferencia de prensa.
El RFI es una línea de crédito para “países miembros que enfrentan una necesidad urgente de balanza de pagos” como “shocks de precios de las materias primas, catástrofes naturales, situaciones de conflicto y posconflicto, y emergencias debidas a situaciones de fragilidad”.
Esta semana, el FMI anunció que creó un tipo de crédito aparte del RFI “a corto plazo para los países miembros con políticas y fundamentos muy sólidos”, dentro de los cuales ningún país latinoamericano tendría capacidad de calificar.
Fuera de América Central, los otros países que tienen aprobadas sus líneas de crédito RFI son los países europeos de Albania ($190,5 millones); Kosovo ($56,5 millones); Macedonia del Norte (176,52 millones de euros); Kirguistán ($120,9 millones); Pakistán ($1.138 millones); y Tunisia ($745 millones). Los países africanos Gabón ($147 millones) y Senegal ($442 millones).
Es decir, todos ellos países que tienen en común altos porcentajes de su población en pobreza, con porcentajes entre el 30% y 50% viviendo debajo de la línea de pobreza por una distribución desigual de los ingresos per cápita.
El FMI mantiene actualizado un mapa con los créditos otorgados por la emergencia del Covid-19. Otros 90 países habrían solicitado fondos por medio de créditos RFI.
Según dijo el Ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, en la Asamblea Legislativa, se está negociando también un crédito tipo stand-by, también de aplicación rápida pero quien recibiría el dinero sería el Banco Central. En el 2010, la última vez que Costa Rica acudió al FMI para una línea de crédito, se firmó un acuerdo de este último tipo.