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Costa Rica se aleja de tendencia europea de jornadas menores a 40 horas semanales

Un estudio de la Universidad de Cambridge y el Boston College en Reino Unido evidenció grandes beneficios de reducir la jornada laboral a 32 horas semanales en una modalidad de 4x3.

Mientras en Costa Rica se discute un proyecto de ley que pretende modificar la legislación laboral para implantar la jornada 4×3, que plantea una jornada ampliada de 12 horas por día por 4 días semanales, con 3 días libres seguidos, en muchos países del mundo se ha venido cambiando la semana laboral de 48 horas. Incluso hay naciones que han implementado 36, 35 y hasta 32 horas de trabajo por semana con mucho éxito productivo.

Costa Rica discute actualmente una propuesta de ley para implementar las jornadas de trabajo 4×3, pero la evidencia internacional demuestra que debería hacerse manteniendo las horas diarias actuales. (Foto: Katya Alvarado)

El proyecto costarricense establecería que las 12 horas diarias se pagarían de forma ordinaria, no se permitiría que la persona trabaje horas extra sobrepasando las 12 horas diarias, sino únicamente en días libres, que serían acordados entre el patrono y el empleado.

Quienes están a favor, sobre todo cámaras empresariales, aseguran que esto favorecía la productividad y los opositores cuestionan la inexistencia de estudios que demuestren un beneficio en este sentido. En contraste, muchos países están optando por establecer la jornada 4×3, pero de 32 o 36 horas semanales.

Precisamente, en Reino Unido se ha desarrollado en los últimos seis meses un ensayo para determinar el éxito de establecer una jornada de cuatro días de trabajo y tres de descanso. Pero no se trata de una propuesta como la que se impulsa en Costa Rica donde se pretende que las personas trabajen 12 horas al día, sino que en el país europeo se redujeron las horas laborales a 32 por semana.

Diversos medios internacionales revelaron que la mayoría de las 61 empresas que participaron de este ensayo —56 en total— decidieron ampliar el período de prueba y 18 lo adoptaron definitivamente, manteniendo el salario intacto a sus trabajadores.

El ensayo se realizó en conjunto con la Universidad de Cambridge y el Boston College y ha dado resultados sorprendentes.

La RFI publicó sobre los resultados de esta prueba y destacó que los empleados manifestaron obtener gran variedad de beneficios en la calidad del sueño, los niveles de estrés, la vida personal y la salud mental. Los ingresos de las empresas se mantuvieron, no afectó su productividad; disminuyeron las bajas laborales y también las renuncias. (ver nota Estudio de Cambridge: jornadas laborales reducidas bajan el estrés y aumentan la productividad)

Otros ejemplos de éxito

En España, actualmente se discute un cambio en la legislación para incorporar la jornada 4×3, apuntando a una reducción de las horas de trabajo a 32 semanales, y de arranque se hará una prueba con 200 empresas, a las que el Gobierno español aportará 10 millones de euros y se estima que alcanzará a unos 3.000 a 6.000 trabajadores.

Según estudios de la OCDE, en los que hacen un rastreo de las horas efectivas de trabajo, muestran que, por ejemplo, la semana laboral media en Noruega es de 38 horas, en Bélgica los empleados a tiempo completo efectúan un promedio de 38,8 horas, y en Finlandia la media es de 39,3 horas, mientras que el promedio en Italia es de 39,5 horas.

En Francia desde hace más de dos décadas se cambió la jornada laboral de 40 a 35 horas semanales, aunque en el camino se ha flexibilizado para que algunas empresas superen el techo establecido por ley.

Angela Martí es una costarricense que vive en Francia y contó a UNIVERSIDAD que las opiniones sobre el éxito de esta jornada están divididas, sobre todo porque no se crearon los empleos que se prometieron y muchos cuestionan el impacto en las finanzas públicas.

“Antes se trabajaba 39 horas semanales, se bajó a 35 con el mismo sueldo, no todas las empresas lo han aplicado. A mí me parece bien, porque no son jornadas tan exhaustivas y, si se acumulan horas extra, se pueden juntar a las vacaciones, considero que es mejor calidad de vida”, detalló Martí.

No obstante, sí alertó que la medida fue más difícil para las pequeñas y medianas empresas, ya que no tenían condiciones para emplear más personas al tiempo que reducían las jornadas de sus empleados.

En este sentido, recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) emitió un informe denominado El tiempo de trabajo y el equilibrio entre el trabajo y la vida privada en el mundo en el cual señaló que las jornadas de trabajo más largas, por lo general, están asociadas con una productividad inferior, mientras que un horario más reducido está relacionado con una mayor productividad.

El eco para Costa Rica

La diputada del Frente Amplio Sofía Guillén llamó la atención de que los países desarrollados están aspirando a la reducción de jornadas, no solo porque aumenta la calidad de vida de las personas trabajadoras, sino porque implica mayor productividad, algo que demuestra el estudio de Cambridge en Reino Unido y otros planes piloto que se han implementado en otros países.

La legisladora sostuvo que hay evidencia de que existe una curva productiva diaria que va de las 6 a 8 horas, más allá de eso se reduce la productividad porque “no somos máquinas”, y para muchas ramas tener a una persona 12 o 14 horas trabajando significa agotamiento.

“Con estas investigaciones en Reino Unido, Finlandia e incluso en Norteamérica se ha podido determinar que no tiene sentido aumentar la jornada diaria, como se pretende en Costa Rica con la jornada 4×3, porque aumenta la probabilidad de riesgos e ineficiencias en la producción. En estos países sí apostaron por una jornada de 4 días laborales y 3 días libres, pero manteniendo las horas de trabajo e incluso reduciéndola”, añadió Guillén.

 

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