Costa Rica impulsa una reforma interna dentro del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para que dicha institución pueda girar créditos de apoyo presupuestario, como lo hace la mayoría de entidades multilaterales de su tipo a nivel internacional.
Los créditos de apoyo presupuestario son mecanismos de financiamiento que los países miembros solicitan a las entidades bancarias —como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF)—, la cuales imponen condiciones de gasto a cambio, con el objetivo de mejorar la sanidad de las finanzas de esas naciones y garantizar así que tengan la capacidad de subsanar sus obligaciones.
La propuesta de reforma la realizó el país con la intención de aspirar a este tipo de recursos en un mediano plazo, pues actualmente el estatuto del BCIE no contempla la posibilidad de girar este tipo de empréstitos.
Lo créditos de apoyo presupuestario, por su parte, son de interés para el Ministerio de Hacienda en la actualidad, pues la cartera busca mejorar el perfil de su deuda, reemplazando créditos que actualmente mantiene en el mercado local con financiamientos internacionales (los cuales suelen ofrecer mejores condiciones de plazos y tasas de interés).
La propuesta la explicó a UNIVERSIDAD la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, el viernes de la semana pasada; justo después de que firmó un crédito por $500 millones con la CAF.
Según la ministra, el BCIE ofrece “otras figuras” de préstamos importantes; sin embargo, la idea es “intentar que la Asamblea del banco apruebe la modalidad de los créditos de apoyo presupuestario para intentarlo por esa vía”.
Las gestiones también fueron confirmadas por el director de Costa Rica ante el BCIE, Ottón Solís, quien agregó que el problema en la actualidad es que el banco solo brinda apoyos a proyectos de inversión específicos. Estos empréstitos sirven para necesidades muy concretas pero no permiten atender implicaciones económicas más amplias, como apoyar la sostenibilidad económica de los países.
Por ejemplo, dijo Solís, la entidad atiende inversiones en infraestructura y otras iniciativas igual de focalizadas; sin embargo, se ve imposibilitado para brindar recursos a países en situaciones de crisis o similares. “Por eso planteamos una reforma para que se modifiquen las normas y el país pueda optar por estos recursos”, apuntó.
Sobre la reforma, eso sí, Solís indicó que tardará meses en tramitarse, aunque ya se conformó una comisión que estudiará la posibilidad hasta dar un veredicto al respecto. Así lo acordó la Asamblea de Gobernadores del organismo, que —en caso de recibir el aval de la comisión— debería discutir si acepta o no el cambio.
Solís estimó que este trámite podría estar listo a finales de este año o inicios del próximo, pero aseguró que los tiempos son impredecibles. Según el directivo, la idea ya contaría con el respaldo del presidente ejecutivo del banco, Dante Mossi; aunque aún el resto de los países y sus respectivos directores no se han manifestado en relación con el tema.
Se buscan recursos
La propuesta de reforma la planteó el país en el marco de sus gestiones para mejorar el perfil de su deuda, algo que busca realizar sustituyendo deuda interna por créditos internacionales, a mejores tasas de interés y plazos de pago más amplios.
Para ello, el Gobierno ya solicitó al Congreso un permiso para emitir eurobonos (títulos de deuda en el mercado internacional); al tiempo que firmó un acuerdo de financiamiento por $500 millones con la CAF y confirmó que está pronto a concretar negociaciones similares, por $350 millones, con el BID.
En esa línea, el Gobierno manifestó también su interés de acceder a recursos del BCIE; sin embargo, se encontró con la limitante que ahora intenta reformar en el estatuto de esa entidad.
Los créditos de apoyo presupuestario suelen ofrecer mejores condiciones que las que se negocian en el mercado interno, cuyas tasas rondan el 10% actualmente para créditos de 10 o más años plazo. Esto ocurre debido al alto endeudamiento del Estado con los fondos y los bancos nacionales, lo cual implica tasas más altas en contra del Estado y el mercado interno en general.
En cambio, los mercados internacionales ofrecen tasas menores y mejores plazos, especialmente a través de los organismos multilaterales, cuyo financiamiento depende de los países miembros.
Solo en su crédito con la CAF, Costa Rica pactó una tasa libor a seis meses (actualmente del 2,5%); con un margen del 1,85%.
