País Pesar al menor crecimiento del empleo en los EE.UU.

Costa Rica espera un mejor desempeño económico nacional este año

El Banco Central no ha variado el ajuste al alza de su proyección realizada al finalizar abril.

Si bien en abril recién pasado la economía estadounidense creó menos empleos de los que proyectaban sus autoridades —solo 266,000 nuevos puestos de trabajo, cuando se esperaba hasta un millón—, la presidenta de la Reserva Federal de ese país, Janet Yellen, reiteró que la cifra

“representa un progreso continuo de la expansión del empleo” y dijo seguir “confiada de una recuperación fuerte en este año y el otro”.

Además, Yellen reconoció que pueden producirse altibajos en los datos debido a la volatilidad de la situación de la pandemia de COVID-19, que hoy experimenta una nueva ola de casos en varios países. Pero aseguró que, a pesar de esto, la tendencia del crecimiento de la actividad económica de su país, que las cifras indican, es más fuerte de lo que dicen los recientes datos sobre el empleo.

Por su parte, el Banco Central de Costa Rica (BCCR), no varió la corrección al alza que hizo de sus proyecciones de crecimiento de la economía costarricense el 30 de abril pasado, luego de conocerse la información estadounidense.

En su Informe de Política Monetaria para el bienio 2021-2022, la entidad elevó la proyección de crecimiento de la economía nacional para el presente año de 2,6% a 2,9% y mantuvo en 3,6% el aumento estimado para el año 2022.

Además, el banco informó que el Producto Interno Bruto (PIB) del 2020 se contrajo menos de lo inicialmente calculado debido a los efectos de la pandemia de COVID-19: un 4,1% y no un 4,5% como había previsto.

El BCCR explicó que esta corrección refleja “el fuerte desempeño de las empresas en regímenes especiales y sus mayores inversiones en maquinaria y equipo y en nuevas construcciones, comparadas con las inicialmente estimadas”.

Por otro lado, añadió que “el principal factor para la revisión al alza de la proyección para el 2021 son las mejores perspectivas para el crecimiento económico mundial, que se reflejarían en una restitución de inventarios y una mayor demanda externa para nuestros bienes”.

Yanet Yellen, presidenta de la FED estadounidense, reaccionó a las bajas cifras de nuevos empleos del mes de abril en ese país y aseguró que, a pesar de los “bachead”, la tendencia positiva sigue siendo fuerte. (Foto: conferencia de prensa de la FED).

Según informó la agencia Reuters, el pasado 5 de mayo, la gobernadora de la FED, Michelle Bowman, adelantó que, en particular, la economía de los Estados Unidos crece a un ritmo superior al calculado.

“Los datos entrantes indican que la actividad económica está en alza y los riesgos de resultados más negativos, especialmente aquellos derivados del COVID-19, parecen estar disminuyendo. Ahora parece que el PBI real puede aumentar cerca o incluso por sobre el límite superior” del rango de 5,8%-6,6% que las autoridades de la Fed esperaban cuando se emitieron sus últimas proyecciones al final de la reunión en marzo, dijo.

Consultado por UNIVERSIDAD, el economista Ronulfo Jiménez coincidió con que se registra una expansión más vigorosa de la economía mundial y particularmente de la de los EE.UU., la cual es el primer destino de las exportaciones de nuestro país.

Pero, también se refirió a los riesgos que un “recalentamiento” de la economía internacional podría tener para Costa Rica, dada su vulnerabilidad en la parte fiscal.

“Un riesgo externo es que la economía mundial se está expandiendo —especialmente la economía de los Estados Unidos— con vigor y esa es la proyección, esa es es una buena noticia para nuestro sector exportador. Sin embargo, también en los Estados Unidos y en el mundo han estado aumentando las tasas de interés de largo plazo, en particular, y eso tiene complicaciones porque hace más caro el financiamiento costarricense en el exterior y puede también mover capitales hacia la salida”, afirmó.

Además, coincidió en que el BCCR todavía tiene espacio para mantener una política monetaria expansiva, pero consideró que la entidad monitorea “muy de cerca” el mercado cambiario, para evitar que riesgos internos y externos lo impacten (ver el recuadro).

UNIVERSIDAD también solicitó la opinión de dos mujeres economistas, pero al cierre de edición, no habían llegado sus respuestas.

En su Informe de Política Monetaria correspondiente a abril, el BCCR reiteró que mantendrá la política monetaria seguida hasta el momento.

“Hacia adelante, el Banco mantendrá la postura de política monetaria expansiva en el tanto las condiciones macroeconómicas y los modelos de pronóstico indiquen que la inflación se mantendría por debajo del valor meta de 3% en el horizonte de proyección de 24 meses”, dijo su presidente, Rodrigo Cubero, según el comunicado de prensa.

Esta postura expansiva y contracíclica de la política monetaria fue adoptada desde marzo del 2019 y ha consistido en mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en el mínimo histórico de 0,75%.

Lo anterior “se ha apoyado con una posición de holgada liquidez agregada y con inyecciones de liquidez en mercados específicos cuando resulten necesarias para asegurar la estabilidad financiera y el normal funcionamiento de esos mercados”, explicó.

El BCCR también creó una facilidad especial de crédito en setiembre pasado para canalizar recursos en condiciones financieras favorables a los hogares y las empresas afectadas por la pandemia, por medio de los intermediarios del sistema financiero nacional.

Entre diciembre del 2020 y hasta el 30 de abril pasado, se desembolsaron ¢538.853 millones por medio de esta facilidad especial.

“En conjunto, estas medidas de política del Banco Central han contribuido a mantener las tasas de interés del sistema financiero nacional en niveles relativamente bajos”, agregó la entidad.

Sin embargo, la revisión al alza de las expectativas de crecimiento económico en el país parten de dos supuestos: primero, que se contenga la pandemia de COVID-19 y se progrese en la vacunación de la población y, segundo, que la Asamblea Legislativa apruebe los proyectos de ley para estabilizar las finanzas públicas ofrecidos al Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un préstamo por $1.750 millones, así como este crédito mismo.

En cuanto al comportamiento de la economía nacional, hasta el mes de abril del 2021, el BCCR encuentra que continúa el proceso gradual de recuperación iniciado desde mediados del año pasado, gracias a la flexibilización de las medidas de confinamiento y de política contracíclica tomadas para promover menores tasas de interés y mejores condiciones crediticias.

También los principales indicadores del mercado laboral reflejan una mejora en comparación con el año anterior, dijo el banco, pues entre agosto del 2020 y febrero del 2021 la ocupación se mantuvo al alza con una activación de 38.000 puestos de trabajo por mes en promedio y una reducción en la cantidad la desocupación de poco más de 15.000 personas por mes en promedio.

“En este periodo, se recuperaron cerca de 269.000 empleos de los 504.000 que se habían perdido entre marzo y julio del año pasado. Además, la cantidad de personas trabajadoras desempleadas disminuyó en poco más de 105.000 y la fuerza laboral aumentó en 164.000 personas”, anotó.

A febrero pasado, la tasa de desempleo bajó a 18,5%, una reducción de 5,9 puntos porcentuales (p.p.) en los últimos siete meses. El subempleo cayó de 26,2% en agosto del 2020 —la cifra más alta de ese año— a 17,1% en febrero del presente.

Otro hecho mencionado por la entidad por el cual ahora se espera un mayor crecimiento económico es el mayor dinamismo de las exportaciones, que ha llevado a una reducción de la brecha en la cuenta de bienes de la balanza de pagos en el primer trimestre del 2021.

“Sin embargo, la caída en los ingresos netos de divisas por turismo (88,7%) redujo el superávit de la cuenta de servicios. Ello propició que el déficit de cuenta corriente, como proporción del PIB, aumentara de un resultado igual a cero en el primer trimestre del 2020 a 0,7% en igual periodo del presente año”, advirtió.

En cuanto a las cifras fiscales preliminares para el Gobierno Central en el primer trimestre del 2021, resaltó el hecho positivo de que aquellas registraron, por primera vez en una década, un superávit primario de 0,6% del PIB, superando el déficit de 0,1% del 2020.

Atribuyó lo anterior a que el “fuerte aumento en los ingresos y la contención del gasto corriente sin intereses, compensaron un aumento en el gasto de capital”.

Sin embargo, también alertó del “aumento del gasto en intereses como consecuencia del alto saldo de la deuda pública, que erosionó parcialmente la mejora en el balance primario” y debido a ello, el déficit financiero del Gobierno Central ascendió a 1,0% del PIB, inferior en 0,5 p.p. a lo observado en el primer trimestre del 2020.

Los mejores resultados fiscales, sin embargo, reflejan los efectos de los cambios introducidos por la Ley 9635, relativa al ajuste en el periodo de declaración del impuesto sobre la renta y la Ley 9524, por la cual ahora se incluye a los órganos desconcentrados en los registros del Gobierno Central.

El BCCR también registra la persistencia de las presiones desinflacionarias en la economía costarricense presentes desde el 2019 y que se agudizaron con la pandemia de COVID-19.

Por eso, a pesar de la continua, aunque lenta recuperación económica, la inflación general continúa ubicándose por debajo del rango establecido, que es de 3%± 1 pp.

Por otro lado, el crédito en colones al sector privado muestra una aceleración desde setiembre del 2020, mientras que el crédito en dólares se sigue contrayendo, lo cual es interpretado como un reflejo de la mejor internalización del riesgo cambiario por parte de los agentes económicos, un hecho que reduce la vulnerabilidad del sistema financiero.

En cuanto al mercado cambiario privado, el BCCR indica que fue superavitario en el primer cuatrimestre del presente año.

“Sin embargo, las mayores necesidades de divisas del sector público no bancario, explicadas en parte por los precios más altos de los hidrocarburos y la atención de obligaciones internas en moneda extranjera por parte del Gobierno Central, han llevado a una reducción de las reservas internacionales netas del BCCR y a un comportamiento relativamente estable del tipo de cambio en este periodo”, informa.

La reducción de la cantidad de dólares en el país también es consecuencia de una baja en el ingreso esperado de turistas en el 2021, en relación con lo estimado en enero.

En contraste, el mayor gasto esperado en salud pública, debido a la compra de vacunas y de insumos para la atención de la pandemia de COVID-19, influye en la corrección al alza de la perspectiva sobre la actividad económica.


Economista Ronulfo Jiménez: “En los Estados Unidos y en el mundo han estado aumentando las tasas de interés de largo plazo en particular y eso tiene complicaciones”. (Foto: Katya Alvarado).

Economista Ronulfo Jiménez

 “Los riesgos en la parte fiscal podrían llegar al mercado cambiario”

Afirma que por eso el Banco Central monitorea “muy de cerca” este mercado.

La economía de los EE.UU. crece con más fuerza de lo estimado. Esto ya lleva a economistas de ese país a considerar una paulatina alza en la inflación. Sin embargo, en Costa Rica, el BCCR nota que las presiones desinflacionarias continúan y por eso reiteró que mantendrá su política contracíclica. ¿Cuánto más espacio para ello hay en nuestro país que en los EE.UU?

—La economía costarricense muestra una tendencia muy lenta a la recuperación y más bien parece que los primeros meses de este año la economía no continúa con la recuperación que se vio en el segundo semestre del año pasado. Tenemos una tasa de desempleo alta y precios con una pequeña tendencia, incluso, a la disminución. Algunos podrían hablar de deflación.

Este panorama le da espacio al Banco Central para tener una política monetaria expansiva, mantener la que ha tenido, que ha implicado incremento en los agregados monetarios y reducción de tasas de interés.

Esta reducción a su vez ha llegado al mercado en la forma de tasas de interés más bajas por los depósitos y por el crédito. A pesar de esto, el crédito no se está reactivando, los agentes económicos, llámese personas, empresas, no están demandando activamente crédito. Parece que la incertidumbre de la economía hace que esto no ocurra. El único que está demandando crédito es el Gobierno.

¿Hasta dónde el Banco Central puede mantener esto? Yo creo que se puede mantener, sin embargo, hay dos riesgos. Un riesgo externo es que la economía mundial se está expandiendo -especialmente la economía de los Estados Unidos- con vigor y esa es la proyección, esa es es una buena noticia para nuestro sector exportador.

Sin embargo, también en los Estados Unidos y en el mundo han estado aumentando las tasas de interés de largo plazo en particular y eso tiene complicaciones porque hace más caro el financiamiento costarricense en el exterior y puede también mover capitales hacia la salida.

Otro factor de las expectativas de recuperación es que los precios internacionales de ciertos bienes, principalmente el petróleo, ya han tomado los niveles que tenían previo a la pandemia. Entonces, esto pone una nota de prudencia en la parte de la política monetaria expansiva.

El otro elemento es interno, tenemos una fragilidad fiscal y aquí hay noticias mixtas. Por un lado, los primeros meses del año las cifras fiscales han sido buenas, la recaudación ha sido mayor a la esperada, el gasto sigue contenido, aunque alguna de estas cosas del incremento de ingresos del gobierno han ocurrido por una sola vez, por ejemplo, el impuesto de renta, que se cobraba por 12 meses se cobró por 15 meses por una  única vez, que venció ahora, en mayo de este año y también hay una transferencia del INS, que son cosas que no se van a repetir el resto del año y que son cosas buenas en relación con las expectativas.

También el Ministerio de Hacienda ha venido financiándose en el mercado local, donde hay bastante liquidez y la demanda privada de crédito no está fuerte. El gobierno ha podido financiarse, ha logrado las cantidades que ha querido, ha logrado tasas de interés más bajas, ha logrado hacer canjes de deuda de corto plazo por deudas de plazo más largo y a tasas convenientes y eso es positivo.

Allí, la parte de riesgo es qué tanto se va a avanzar en la agenda para cumplir con el Fondo Monetario Internacional. Esa parte, introduce riesgo en la situación fiscal del país.

Debido a la reactivación de la economía mundial, el requerimiento de dólares por parte del sector público, particularmente para la compra de combustible, contribuyó a reducir las reservas de esta divisa. ¿Ve en esto un factor de riesgo y cuál sería el mejor modo de abordarlo?

—Estas cosas de riesgo externo e interno sí pueden llegar al mercado cambiario; entonces, yo estoy seguro de que el Banco Central está mirando muy de cerca este mercado. Tenemos cosas mixtas que pueden atenuar riesgos y en otros casos pueden incrementarlos.


 

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