La primera descarga de plasma de alta temperatura en Latinoamérica se llevó a cabo en suelo costarricense, gracias a los esfuerzos de un grupo de ingenieros y científicos del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), quienes durante seis años han estudiado la posibilidad de producir plasma como una fuente alternativa de energía.
La actividad se llevó a cabo este jueves 29 de junio en el Laboratorio de Plasmas para Energía de Fusión y Aplicaciones del ITCR, donde los investigadores a cargo del proyecto inyectaron átomos de hidrógeno al reactor Stellarator, un dispositivo experimental de confinamiento de plasma desarrollado por el mismo laboratorio y que se ha denominado como SCR-1.
Dentro del dispositivo, y a través de un proceso de ionización mediante el uso de microondas, se separan los electrones del núcleo de los átomos de hidrógeno gaseoso para transformarse en plasma a temperaturas superiores a los 300.000 grados Centígrados.
Durante el evento estuvo presente Irene Cañas, ministra en ejercicio del Ministerio de Ambiente y Energía, quien junto al rector del ITCR, César Calvo y la vicerrectora de investigación, Paola Vega, fueron los encargados de presionar el botón que dio paso al disparo de plasma, que se pudo apreciar como un destello de luz con una duración de cuatro segundos y medio.
A nivel mundial sólo cinco países, además de Costa Rica, cuentan con dispositivos como el Stellarator: Estados Unidos, Australia, Japón, España y más recientemente Alemania, que encendió el dispositivo en febrero de este año y cuyo disparo alcanzó un cuarto de segundo.
“Tenemos que tener clarísimo que este es el proyecto de desarrollo tecnológico para investigación en física más complejo que se ha hecho en la historia del país”, apuntó Iván Vargas, coordinador del Laboratorio de Plasmas para Energía de Fusión y Aplicaciones del ITCR, vía streaming desde la Universidad de Princeton.
Laura Barillas, también investigadora del mismo laboratorio, añadió que “este momento es importante no sólo para el Tecnológico, sino para Costa Rica porque estamos demostrando que podemos hacer investigación de primer nivel, la misma investigación que se está haciendo en países de primer mundo. Estamos generando conocimiento que va a aportar a la investigación en fusión a nivel mundial”.
Energía más limpia
La producción de plasma para el desarrollo de energía posee muchas ventajas, entre ellas que es un combustible amigable con el medio ambiente, pues no genera gases de efecto invernadero.
“Utiliza hidrógeno, el elemento que más abunda del universo y por eso no se considera como un recurso natural, lo que también lo hace una fuente de energía ilimitada. Un dispositivo de estos puede producir 200 veces más energía que una planta hidroeléctrica”, explicó Jaime Mora, investigador del Laboratorio de Plasmas y Coordinador de Ingeniería del SCR-1.
De acuerdo con los investigadores, con un gramo de este combustible se pueden producir alrededor de 26.000 kilowatts hora, lo que representa el abastecimiento de 80 hogares durante un mes.
“El plasma tiene más de 42 aplicaciones. Otras que estamos investigando en el TEC es el tratamiento de basura por plasma y a partir de lo que se deriva de eso podemos producir energía y otros recursos útiles para la industria”, añadió el investigador.