País Caja Costarricense del Seguro Social

Cooperación entre hospitales: herramienta de ataque a listas de espera

Hospitales San Juan de Dios y Monseñor Sanabria se apoyan en áreas de salud de la periferia para agilizar cirugías de sus pacientes.

Las listas de espera han sido el mayor dolor de cabeza de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) desde hace 20 años. Cinco administraciones han pasado sin que ninguna medida, ni nadie haya logrado derrotarlas, y los números lejos de disminuir, aumentan.

A finales de agosto, el gerente médico de la CCSS, Roberto Cervantes, anunció que a partir de setiembre los pacientes podrían ser operados en diferentes centros médicos gracias a la implementación del Expediente Digital Único (EDUS) en todo el sistema hospitalario nacional.

“Con EDUS se ve ocupación de camas y quirófanos. Eso le va a permitir al doctor ver si hay campo para cirugía en otros hospitales (…). Los pacientes no pueden ser castigados, los pacientes van a ser operados en aquellos centros que tengan mayor eficiencia”, señaló Cervantes.

Esta implementación de EDUS en los 29 centros médicos del país permite ver la información del paciente en tiempo real y agilizar su atención.

El gerente espera que las listas de espera no sean vistas solo por hospital, sino por región, pues realmente son un “problema país”. Además, asegura que durante su gestión se enfocará en el tiempo de respuesta hacia los pacientes y no en la cantidad de citas pendientes.

La coordinadora de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE) de la CCSS, Marny Ramos, explicó que esta alternativa permite que se aproveche el recurso humano y de espacio.

Entre el 2011 y 2017 el Hospital San Juan de Dios operó a 20.873 pacientes gracias a sus enlaces con otros centros médicos.

“La idea es que el paciente sea atendido, ojalá, con la misma oportunidad en todo lado. En algún momento siento que se puede impactar la lista de espera por lo menos en cirugía. Esta opción vale la pena porque se aprovecha el recurso. Hay otros hospitales regionales que también tienen disponibilidad de esos recursos porque el área metropolitana  generalmente pasa llena. Entonces los hospitales regionales o periféricos tienen más disponibilidad”, indicó Ramos.

En cuanto al costo de esas operaciones, la coordinadora de la UTLE, indicó que esta medida lejos de ser costosa, más bien beneficia a la institución.

“Los recursos se aprovechan mejor. Si ellos no los hubieran aprovechado se subutilizarían. Tenemos centros con salas nuevas y a veces uno necesita reparar la sala. Es mejor poder hacer este tipo de cosas para que el hospital arregle su sala de operaciones tranquilo sabiendo que el paciente no se queda sin atender. El costo del que ha hablado el doctor Cervantes es que el paciente se quede sin atender. Si esa persona no recibe la atención puede luego sufrir otro tipo de complicaciones. La idea de nosotros es disminuir esos tiempos para la persona”, externó Ramos.

San Juan de Dios

En el 2011, una crisis de quirófanos golpeó al Hospital San Juan de Dios, el cual pasó de tener 15 quirófanos a disponer solo de cinco. En ese momento, una orden sanitaria del Ministerio de Salud obligó al centro médico a buscar salas de operación en otros hospitales.

“Esto nace por una necesidad. La necesidad fue que nuestros quirófanos se encontraban en mal estado y después de una orden sanitaria nos vimos forzados a cerrarlos. Eso fue el 9 de setiembre del 2011, que Salud ordenó cerrar los quirófanos. Nos quedamos solo con los quirófanos para atender emergencias. El plan de contingencia consistió en hacer tres quirófanos, dos externos. Pasamos de 15 quirófanos a cinco. Entonces empezamos a tocar puertas para poder operar”, señaló el jefe de la unidad de Cirugía del Hospital San Juan de Dios, Guido Siverio.

Al verse con los quirófanos cerrados, el San Juan de Dios se vio en la tarea de buscar centros médicos para realizar sus cirugías y no paralizar la atención de sus pacientes. De acuerdo con la directora de Enfermería de ese centro médico, Virian Mejías, la primera opción fue el Hospital viejo de Heredia. Sin embargo, su pésima estructura tampoco permitió que se instalaran en el lugar.

“En un inicio la CCSS nos dijo que habilitaramos el hospital viejo de Heredia, hicimos limpieza y todo y allá alguien avisó al Ministerio de Salud que había gente limpiando porque se iban a pasar al hospital. En eso llegó gente del Ministerio de Salud y nos dijo ‘si este hospital se cerró es porque no sirve para ninguna de las funciones de un hospital”, explicó Mejías.

Esto hizo que se iniciara un diálogo con el Hospital de Heredia (el nuevo); sin embargo, algunos problemas de logística afectaron la coordinación entre los centros. “Nos cobraban tiempo extraordinario”, expresó Siverio.

Ante tal panorama, la administración del centro médico buscó ayuda en la Clínica Bíblica, donde gratuitamente operaron por tres meses.

“Nosotros llevábamos los cirujanos, los insumos y los pacientes pero para el cuarto mes había que pagar y ya la CCSS no tenía el dinero”, indicó el cirujano.

Durante esos tres meses, el San Juan de Dios logró operar a un total de 219 pacientes de Cirugía General.

Nuevamente en el desahucio, el hospital inició la búsqueda de otras salas de operación para hacerle frente a su crisis de quirófanos. Fue en ese momento cuando el recién inaugurado Centro de Atención Integral de Salud (CAIS) de Puriscal le abrió las puertas a ese centro médico.

“Nos dijeron que podíamos operar allá. Hicimos todo un programa y comenzamos a ir a Puriscal. Todo el personal médico, de enfermería y anestesia no puso peros. Dijeron ‘si es por el bien de nuestros pacientes, nosotros vamos a Puriscal”, mencionó la directora de Enfermería.

El CAIS de Puriscal ofreció al Hospital San Juan de Dios, solamente la infraestructura de sus dos salas de operación pues no contaba –en ese momento– con personal de cirugía ni enfermería.

De acuerdo con Mejías, desde el 2011 a la actualidad, el personal médico enviado a Puriscal “nunca ha cobrado ni un centavo de viáticos”.

Asimismo, aseguró que pese a que antes se enviaban pacientes, anestesiólogos y enfermeros al CAIS de Puriscal, ahora este centro es casi que autosuficiente. Actualmente, el Hospital San Juan de Dios solo manda cirujanos a ese hospital.

En cuanto a la logística, la administración del hospital señala que en los primeros años, ellos enviaron todo el material quirúrgico al CAIS de Puriscal e incluso se encargaron de llevar la ropa de hospital todos los días.

“No era fácil porque estamos trasladando un tercer nivel altamente especializado a un primer nivel que tiene los servicios básicos. Nosotros llevábamos la ropa todos los días y la traíamos. Les dimos oxígeno, gases médicos e hicimos un convenio con Farmacia porque un primer nivel no tiene los medicamentos que tiene un tercer nivel. Los viernes de cada semana, cada especialidad alistaba todo lo que requería el CAIS para iniciar el lunes el proceso de cirugía de la semana siguiente”, explicó Mejías.

El CAIS de Puriscal no cuenta con internamiento, por lo que solo puede atender cirugías ambulatorias como general, plástica, ortopedia y urología.

Antes de ser operados en Puriscal, los pacientes son preparados en el Hospital San Juan de Dios, donde les realizan exámenes físicos y de laboratorio, placas y electrocardiogramas. Además, firman un consentimiento para ser operados en el centro médico periférico.

“Ellos firmaron un consentimiento en el que aceptaban llegar allá con familiares y estos los recogían y llevaban”, explicó el jefe de Cirugía.

Las autoridades médicas aseveraron que pese a que se puede brindar servicio de ambulancia y pago de viáticos a quienes los soliciten, la mayoría de gente no cobra nada y se traslada por sus propios medios.

“Son procedimientos que duran una hora, máximo hora y media y el paciente una vez que se despierta se puede ir para la casa, desde el punto de vista de la cirugía que se le realizó y su patología, que no tiene ninguna complicación. Se realizan también cirugías de hombro, rodilla, meniscos, ligamentos y vasectomías”, explicó Siverio.

Según la directora de Enfermería, los pacientes están satisfechos con esta coordinación entre hospitales pues les permite salir más rápido de la lista de espera.

“Llegó un señor de Guápiles diciendo que puso dirección de Hatillo porque ahí era muy bueno. Así encontramos a gente de Nicoya, Santa Cruz y de toda parte del país. No les podíamos decir que no, al final era la CCSS operando allá”, mencionó Mejías.

CAIS de Desamparados

Con el fin de agilizar la atención a sus pacientes, en el año 2012, el Hospital San Juan de Dios decidió acudir también al CAIS de Desamparados, donde actualmente realiza operaciones ambulatorias en una sala de operación. Sin embargo, en ese centro médico las aguas no fluyeron tan ligero como en Puriscal, que rápidamente se hizo “autosuficiente”.

De acuerdo con las autoridades del centro médico, en Desamparados tuvieron que llevar equipo médico, material quirúrgico y personal de enfermería, pues solo se contaba básicamente con “el cascarón”.

“Ese CAIS solo tenía el cascarón nuevo. Tuvimos que empezar de cero a llevar todo. Hasta la escoba y el palo de piso para limpiar las salas de operación tuvimos que llevarlos. El personal de ellos llegó como hasta el año. Yo me los traje aquí para capacitarlos, lo que pasa es que para decir que un equipo quirúrgico está totalmente capacitado y que puede atender cualquier tipo de cirugía, se lleva mínimo dos años de formación”, mencionó Mejías.

Asimismo, aseguraron que la gestión de solicitud de recursos humanos fue más lenta que en el CAIS de Puriscal.

“En Desamparados ni compraron los insumos ni pidieron el recurso humano que sí hizo el doctor Cervantes (exdirector del CAIS de Puriscal) en Puriscal. Entonces nos ha costado más, y capacitar ese personal llevó su tiempo. Entonces, el San Juan de Dios estuvo coadministrando los quirófanos del CAIS de Desamparados por dos años y medio”, externó Mejías.

El doctor Siverio incluso expresó que actualmente –a la hora de presupuestar material quirúrgico– incluyen al CAIS de Desamparados, pues sino no alcanzarían los recursos para el San Juan de Dios.

Hace un año, el San Juan de Dios utilizaba dos salas de operación del CAIS de Desamparados; sin embargo, ahora, una de los quirófanos es utilizado por los hospitales Calderón Guardia y Max Peralta.

En cuanto al proceso de logística, la directora de Enfermería aseguró que todos los días  personal del San Juan de Dios lleva la ropa y los expedientes de los pacientes al CAIS de Desamparados.

“Todos los viernes, se envía todo lo que requiere la sala de operación del CAIS de Desamparados. Todos los días yo mando a Desamparados un asistente de pacientes que va a las 6 a.m. y lleva la ropa y los expedientes que requieren pacientes que van a ser operados allá. A las 2 p.m. yo mando a otro asistente de pacientes que se trae la ropa sucia, expedientes y las muestras de las biopsias de los pacientes que se operaron para ser tamizadas aquí”, externó Mejías.

Todo lo contrario ocurre con Puriscal, donde un funcionario de ese hospital llega a las tres de la tarde del día anterior a la cirugía y se lleva los expedientes de los pacientes que serán operados. En ese caso, el San Juan de Dios también se encarga de la preparación de esos usuarios.

Siverio aseguró también que se utilizan menos recursos haciendo estas operaciones en coordinación con otros centros médicos, que dejando al paciente en lista de espera.

Del 2011 al 2017, el Hospital San Juan de Dios realizó 20.873 cirugías en los CAIS de Puriscal y Desamparados, Cenare, Hospital de Heredia, Clínica Oftalmológica y Clínica Bíblica.

Actualmente este centro médico tiene una lista de espera de 15.700 pacientes.

Puntarenas y Cañas

En setiembre de este año, el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas inició también un proceso de coordinación con el CAIS de Cañas, para así operar a sus pacientes en otros hospitales.

El coordinador de la Unidad de Atención Oportuna a los Pacientes del Hospital Monseñor Sanabria, Mauricio Madrigal, destacó que este programa intenta disminuir la lista de espera en la especialidad de urología.

“Básicamente con el CAIS de Cañas estamos manejando un proyecto de urología para solucionar vasectomías, hidroceles, varicoceles y fimosis. Nosotros en lista de espera tenemos muchos pacientes con esos padecimientos”, expresó Madrigal.

Actualmente, este centro tiene una lista de 274 personas a la espera de una cirugía en urología.

De acuerdo con Madrigal, el mayor problema de este establecimiento médico no radica en una crisis de quirófanos, sino en la falta de recurso humano.

“El gran problema es el recurso humano porque tenemos apenas cinco anestesiólogos. Aunque tenemos más salas no las podemos abrir porque nos hace falta recurso humano.

Además, siempre hay anestesiólogos en vacaciones, pasantías o incapacitados, entonces los lapsos donde coinciden los cinco son durante seis meses al año. Hay seis meses al año donde hay cinco quirófanos funcionando”, aseveró Madrigal.

El Hospital Monseñor Sanabria es el encargado de preparar a los pacientes antes de ser operados en el CAIS de Cañas. Así lo señaló la médico operativo de la Unidad de Atención Oportuna a los Pacientes, Casdamia Joubert.

“Un día a la semana, hacemos llamadas a los pacientes, los citamos para un día específico (por lo general martes). Ellos llegan a las 6 a.m., un grupo entre 30 y 40 pacientes. Laboratorio nos envía un técnico para sangrar a esos pacientes. Nosotros, el día previo, dejamos las boletas listas con nombres de cada uno y ya después recogemos de documentos de cada uno. Los guardamos y yo me encargo después de ir a buscar los exámenes de laboratorio. Todo eso se envía en un sobre al CAIS. Ellos se encargan de hacer el llamado de pacientes”, externó la doctora.

En cuanto a la logística, los pacientes llegan hasta Cañas por sus propios medios pues se trata de cirugías ambulatorias; sin embargo, si el paciente solicita el servicio de ambulancia, el hospital lo debe brindar.

Desde setiembre hasta mediados de octubre, el CAIS de Cañas operó a 16 pacientes del Hospital Monseñor Sanabria, quienes requerían de una vasectomía.

Para operar a los usuarios, el Centro de Atención Integral utiliza material quirúrgico y equipo médico propio.

Actualmente, el Hospital Monseñor Sanabria se encuentra en conversaciones con el CAIS de Cañas para que este centro pronto opere a sus pacientes que engrosan la lista de espera de Cirugía General.

“¿En qué nos ayuda esto con Cañas? Eso nos permite darles sala de operaciones a pacientes más complejos y lo más chiquitito lo mandamos para ahí. Estamos reuniéndonos con ellos para empezar un proyecto de cirugía general. Ahí la idea es operar vesículas, hernias umbilicales, hernias inguinales de baja complejidad. Cuando hablamos de baja complejidad se refiere a pacientes que nos sean diabéticos, hipertensos, obesos, que no tengan ninguna patología de fondo”, explicó Madrigal.

El funcionario indicó también que han recibido reportes de pacientes satisfechos y contentos luego de ser operados en el CAIS de Cañas.

Por otra parte, desde mediados de este año, el CAIS de Cañas apoya también al Hospital de Liberia, con el fin de disminuir la lista de espera de este establecimiento médico.

“Empezamos a partir del 20 de julio de este año, inicialmente con el servicio de urología. Solo varicoceles, hidroceles, circuncisión y vasectomía. Hasta la fecha se han hecho 136 cirugías en el servicio de urología. En ginecología, probablemente a finales de este mes, llevemos 32 pacientes. En cirugía general llevamos 56 pacientes operados”, expresó el coordinador médico del servicio de cirugía del CAIS de Cañas, Roberto Monge.

A estas colaboraciones entre centros médicos se suman la Clínica Oftalmológica, que ha brindado sus servicios a todos los hospitales del país, y el hospital Max Peralta en Cartago, que atendió a pacientes de Limón, entre otros.

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