A casi tres años de perder la oportunidad de una tercera administración consecutiva, el Partido Liberación Nacional (PLN) cerró la jornada en que elegirá a su próximo candidato presidencial y a la estructural distrital y sectorial que lo guiarán de cara a las elecciones nacionales del 2018.
La candidatura la disputaron el expresidente José María Figueres, los diputados Antonio Álvarez Desanti y Rolando González y el ex congresista Sigifredo Aiza, quienes apretaron manos y buscaron los últimos votos durante la jornada.
Luego de una larga campaña interna, que en las últimas semanas pareció más una guerra que un debate entre copartidarios, los liberacionistas se citaron este 2 de abril con la esperanza de vencer la apatía que preveían las encuestas.
La desidia política, sin embargo, se juntó con la lluvia. Los aguaceros registrados desde inicios de la tarde obligaron a las campañas de los cuatro precandidatos a multiplicar esfuerzos para atraer votantes.
“Me vine a votar con mi familia ahorita que escampó porque parece que va a volver a llover. Vengo a votar por el precandidato; no me interesan mucho los demás”, dijo Carlos Castro desde la escuela Manuel María Gutiérrez Zamora, en Guácimo, cerca de las 3:15 p. m.
Votantes como Castro se registraron en todo el país, constató un grupo de colaboradores de UNIVERSIDAD repartidos por varios cantones, y el goteo de electores siguió por la tarde.
¿Cuántos? No se sabrá todavía. El PLN esperaba que 350.000 costarricenses llegaran este domingo a las 2.130 juntas de votación, apenas por debajo de los 362.000 que acudieron a aquella segunda ronda electoral en 2014, cuando Johnny Araya había dado todo por perdido, pero muchos menos que los 515.000 que llegaron en las internas liberacionistas del 2009.
La otra pregunta es quiénes fueron los que llegaron. Aunque esta fue una jornada liberacionista, la gran interrogante son los votantes ajenos al partido y que llegaron a las urnas para evitar una victoria de Figueres o de Álvarez Desanti. O, en el caso de Carlos Morales, para intentar aguarle la fiesta a ambos.
“Bajo ningún motivo quiero que gane ni Figueres ni Álvarez Desanti”, dijo Morales desde la Escuela Miguel Obregón, en Tibás. Es la primera vez que vota en una papeleta verdiblanca, a pesar de rondar los 50 años.
Según los registros del partido, esa junta de votación tenía 21.699 electores registrados, pero cerca de las 5 p. m. solo habían llegado 2.500, dijo el Érick Santamaría, jefe de la escuela.
En recorridos por Escazú, La Unión, Vásquez de Coronado, Moravia, Montes de Oca y Alajuela, el panorama fue el mismo: una mañana tranquila, chaparrones a inicios de la tarde y una afluencia modesta al final del día.
“He visto a muchas personas de otros partidos votar”, dijo desde Coronado José Calvo Jiménez, uno de los candidatos para la papeleta del movimiento de los trabajadores.
Para él, solo habían dos opciones: votar por Figueres o votar contra él.
Para dónde se inclinó la balanza no se sabrá, por lo menos, hasta las 9 p. m., cuando el Tribunal de Elecciones Internas del Partido anunciará los primeros resultados. Cada quince minutos hará una actualización.
Al cierre de la jornada, los cuatro candidatos se retiraron a esperar los resultados del Tribunal mientras los datos de cada centro de votación llegaban a un call center instalado en el Balcón Verde.
Desde ahí, los líderes liberacionistas harán el último recuento de los costarricenses que superaron la lluvia y la apatía. ¿Qué dirán los resultados? Para algunos, como Alcides Calvo, no necesariamente importa.
“Hoy el PLN demuestra que es el partido más grande de Costa Rica”, dijo desde Coronado el dirigente cantonal Calvo, simpatizante de Figueres.
Colaboraron: Gabriela Giusti desde Guácimo, José Ramírez y David Pérez desde Coronado, Kevin Arias y Adrián Quesada desde Tibás, Mariana Cerdas desde La Sabana, Jimena González desde Escazú, Ignacio Feoli y Frank Zuluaga desde La Unión, Esteban Hildago desde Moravia y Sebastián Rodríguez desde Pavas.