La Contraloría General de la República (CGR) emitió un informe en el cual alerta sobre el atraso en la ejecución de proyectos por parte de cuatro universidades públicas, los cuales son financiados a través del préstamo de $200 millones del Banco Mundial y que tiene como vencimiento diciembre del 2017.
El Área de Servicios Sociales de la CGR fue enfática en que las universidades que tienen a su cargo la ejecución de los recursos han hecho cambios a su plan de mejoramiento institucional, los cuales significaron rediseños de obras de infraestructura, trámites de permisos adicionales y demoras en los procesos de adjudicación.
Las universidades que pueden utilizar el dinero del préstamo son la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Nacional (UNA), el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED), y cada una de ellas obtuvo $50 millones.
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Las universidades públicas hemos cumplido con los requisitos solicitados por el Banco Mundial, informamos deforma constante aesta entidad sobrelas situaciones que impiden un avance de acuerdo con los planes operativos.”
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Los proyectos de las universidades están orientados al desarrollo de obras para aumentar la capacidad institucional, elevar la admisión de estudiantes, gracias a la creación de infraestructura física, dotación de equipos, becas, capacitación de docentes y ampliación de servicios estudiantiles.
De acuerdo con el informe de CGR a marzo de 2016 se han ejecutado $18,06 millones del total del empréstito, lo que significa una ejecución efectiva del 9,03%, situación que plantea retos para alcanzar los plazos propuestos ante el Banco Mundial.
“Luego de concluida la auditoría, la Contraloría determinó que los cambios generados en los planes de mejoramiento institucional originales realizados por las universidades encargadas ha producido demoras que impactan en los plazos y oportuna ejecución de los recursos”, indicó Manuel Corrales, gerente del área de Servicios Sociales de la CGR.
Para junio del 2015 la ejecución era de $3,9 millones, en diciembre del año anterior subió a $12,3 millones, lo que muestra un leve crecimiento en la ejecución presupuestaria, pero que sigue siendo insuficiente y plantea grandes retos para las universidades.
Otro elemento que destacó el informe es que no se han elaborado planes de sostenibilidad financiera que garanticen razonablemente la inversión realizada en infraestructura y equipamiento, de manera que se mantenga en el tiempo y cumplan con los acuerdos suscritos con el Banco Mundial.
Por ejemplo, en la Universidad Nacional, la Contraloría señala que inicialmente se planteó la construcción de 26.970 metros cuadrados con un costo de $29,6 millones, pero por consideraciones técnicas se incrementó el área a 39.047 metros cuadrados con un valor estimado en $42,2 millones, pues en el plan inicial hicieron valoraciones muy básicas, incluso sin contar con los documentos técnicos, como planos o especificaciones.
En el caso de la Universidad de Costa Rica, las variaciones que se han realizado con respecto al plan original han sido varias, y han respondido a distintas razones, entre ellas destacan el Fortalecimiento de la Escuela de Biología, la inversión en Tecnología de Alimentos, el Centro de Eficiencia Energética, entre otros (ver recuadro aparte).
La Universidad Estatal a Distancia (UNED) reportó cambios en los subproyectos de la Red de Centros Universitarios para la innovación y desarrollo local y nacional, en la zona de Turrialba y Orotina, entre otras propuestas iniciales.
Otro tema que ha tenido atrasos es la contratación de la auditoría externa y el Comité de Seguimiento y Evaluación, que se realizó dos años después de iniciado el proyecto, lo que a criterio de la CGR incidió en que las universidades no contaran con las alertas para solventar de manera oportuna los rezagos. Aunque ambos están en funcionamiento actualmente.
La Contraloría giró disposiciones al Consejo Nacional de Rectores (Conare) para que se corrijan las debilidades encontradas a la hora de ejecutar los recursos.
El Conare aseguró en un comunicado que la auditoría externa del crédito consideraba que la ejecución es satisfactoria, que a finales de este año se tendrán adjudicadas el 90% de las obras y que para el 2017 el crédito será ejecutado en su totalidad.
Además, Conare afirmó que se tiene comprometido y ejecutado a marzo de 2016 un monto de $61,5 millones, lo que corresponde a 30,4%. La diferencia de las cifras se debe a que el informe de Contraloría cubre el período del 1 de enero del 2014 al 30 de junio del 2015.
“Contamos con el primer informe de la Comisión de Seguimiento y Evaluación, conformada por un equipo interdisciplinario, el cual evalúa al proyecto bajo la denominación de excelente, que va a tener un gran impacto en la docencia, investigación e innovación en Costa Rica y que indica que por el momento no parecen existir grandes puntos de conflicto que amenacen el desarrollo exitoso de las iniciativas en proceso”, indicó el comunicado de Conare.
Por su parte, Kevin Cotter, jefe de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI), encargada de la construcción de los proyectos financiados con estos recursos, aseguró que no hay atrasos significativos y que los que se han presentado han sido reportados a través de informes semestrales al Banco Mundial y en conjunto se han tomado las medidas de mitigación apropiadas.
“Las universidades públicas hemos cumplido con los requisitos solicitados por el Banco Mundial, informamos de forma constante a esta entidad sobre las situaciones que impiden un avance de acuerdo con los planes operativos. Incluso, a la fecha, las cuatro casas de estudio superior públicas vinculadas con el préstamo ya sobrepasaron el cumplimiento solicitado por el Banco para el mes de agosto de 2016”, concluyó Cotter.
Cambios en la UCR
En el informe de Contraloría, la Universidad de Costa Rica es la que presenta mayores modificaciones y que han generado atrasos en la ejecución de los recursos, entre las que destacan:
- Se disminuyó en $0,7 millones la asignación inicial para el Fortalecimiento de la Escuela de Biología, debido a la variación en compra de equipos, los cuales ya no serán adquiridos con recursos del crédito sino con fondos propios.
- La ampliación de la cobertura en la carrera de Tecnología de Alimentos se incrementó en $0,6 millones, un 52% del monto original, pues se había establecido la construcción de un solo edifico para la Escuela de Tecnología de Alimentos y el Centro de Investigaciones, pero se optó por dos edificios.
- Se creó la Red de Investigación y Desarrollo de Eficiencia Energética y no el Centro de Eficiencia Energética, planteado inicialmente, lo que generó una disminución de $0,9 millones.
- Se introdujo el Centro de Diagnóstico del Cáncer en lugar de la Desconcentración de la Escuela de Medicina en la SRG, esto incrementó en $1,9 millones la asignación original, o un 118% de lo programado.
- Se disminuyó en $0,8 millones la asignación original del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas.
